24 abr 2010

Scarlett Johansson, de profesión superestrella

Tiene 25 años y se ha convertido, en tiempo récord, en una de las figuras más reconocidas en el mundo de la farándula internacional protagonizando éxitos como Iron Man 2, aunque asegura que en el fondo, es una muchacha igual que todas.

Miguel Cane

Scarlett Johansson at the New York premiere of Dreamworks' The Island


Desde que a los doce años fuera descubierta por Robert Redford y posteriormente se viera aclamada por la crítica por su trabajo en la cinta de Sofia Coppola Lost in Translation, Scarlett Johansson ha visto su estrella ascender en el firmamento del show business de modo impresionante.

Scarlett Johansson at the LA premiere of Universal Pictures' The Black Dahlia


Ahora, apenas de 25 años, es musa de Woody Allen (con tres filmes: Match Point, Scoop y Vicky Christina Barcelona). Es también el rostro oficial de Dolce y Gabbana y es una de las protagonistas de la anticipada cinta que inaugura la temporada de verano: Iron Man 2, en que comparte créditos con Robert Downey Jr. y Gwyneth Paltrow, por lo que no sólo es una belleza deseada, sino también una de las mujeres que más duro trabajan en Hollywood estos días, ya que si todo lo anterior no fuera suficiente, está casada con el galán canadiense Ryan Reynolds y trata de llevar una vida alejada del glamour, más acorde a su edad “soy una chica como cualquiera. De verdad, eso de ser una movie star es sólo cosa de mi trabajo, pero en la vida real soy muy diferente... ¡hasta tímida!”


No paras de trabajar. ¿No has pensado descansar una temporada?


Sí, mi esposo también me lo pregunta (ríe). Llevo un ritmo de rodajes muy estresante pero del agotamiento salen mis mejores trabajos. De hecho, antes, cuando no rodaba durante más de dos meses me ponía nerviosa, ahora he aprendido a relajarme. Prefiero recuperar energía comiendo bien, durmiendo y viendo mis películas favoritas. También evito asistir a muchos actos sociales. La verdad es que no me gusta el estilo de vida superficial que se supone que debe llevar una celebridad; para otras actrices esta clase de vida puede resultar tentadora, pero no lo es para mí. Yo soy feliz en mi casa.

Scarlett Johansson at the New York premiere of Dreamworks' The Island


¿No es Iron Man 2 un giro inesperado en tu carrera?


¿Lo dices porque es una película de acción? Bueno, ¿y por qué no iba a hacerla? Ya había hecho La Isla, y aunque no estuvo tan bien, yo quería probar de nuevo. Leí el guión y me gustó la propuesta; adoro el personaje de Natasha Romanov, la Viuda Negra, y la idea de los aliados rivales me fascinó. Ésas fueron las razones... aparte, claro, de la delicia que es trabajar con Bob (Downey) y Gwyneth, y Don Cheadle y Mickey Rourke... digamos que no pude resistirme a la oferta.

¿Cómo te preparaste para interpretar a Natasha?


Pues Ryan me prestó todos sus cómics de Iron Man y Daredevil y los Vengadores (Risas). Es en serio, quise sumergirme absolutamente en el cómic y en el personaje, que además, no es tan conocido como otras superheroinas, Natasha es sumamente compleja. Así que leí, investigué… durante un mes estuve encerrada, aprendiendo todo lo que pude sobre el personaje, tratando de ser fiel al concepto. Fue fascinante y muy divertido. Demás que descubrí que tengo un marido experto en cómics. (Risas)

Scarlett Johansson at the New York premiere of Dreamworks' The Island


¿Cómo resulto el rodaje de una cinta de tanta acción, como esta?
Fue estupendo. A mí me gustan las películas que me representan un reto y éste era el caso. Mi personaje es una mujer complicada con habilidades extraordinarias y siempre he pensado que esas son las historias que vale la pena contar. Además, tenía ganas de trabajar con Jon Favreau como director; había visto la primera parte y me encantó. Este fue un proyecto que yo quise hacer y perseguí al personaje hasta obtenerlo… y te puedo decir que verlo en pantalla es algo muy satisfactorio para mí. Natasha es un personaje que me divirtió mucho. Lo que yo quiero en el futuro es correr riesgos y vivir al máximo. Y hacer esta película me hizo sentir muy viva. Lo disfruté.

¿Te exigió mucho físicamente este papel?
Sí. En las películas de acción que había hecho antes, como La Isla o Eight Legged Creatures, sólo tenía que hacer reacciones, o coreografiar las escenas de lucha y acción… pero aquí es muy distinto. Mi personaje es una mujer, como decía, en circunstancias extraordinarias; es una espía insuperable, con mucha agilidad y muy temeraria, todo lo que yo no soy (risas), entonces tenía que hacer escenas de riesgo más realistas que en La Isla… me tuvieron que enseñar a saltar, a tirar de un arma, a descolgarme… porque no quise que mis stunts los hiciera alguien más. Sólo los muy arriesgados, por cuestiones de producción y seguridad no los hice yo, pero, fue una experiencia muy divertida. ¡Parece fácil! Pero es muy arriesgado. Te digo, al principio no querían (los productores) que yo hiciera, algunas cosas, pero los convencí. ¿Sabes que te puedes volver adicto al peligro? Es una descarga de adrenalina maravillosa cada vez que haces esto y si consigues que quede en una sola toma, es mejor. Así se lo propuse a Jon, “te apuesto un dólar a que tal o cual escena queda en una sola toma”… ¡al final nos debíamos mutuamente mucho dinero! (ríe)

Scarlett Johansson at the New York premiere of Dreamworks' The Island


¿Será que habrá una heroína de acción en tu futuro?
Curiosamente, aunque hacer esto me gusta, no me veo a mí misma como una heroína de acción. Creo que hay ciertas partes de mi cuerpo que no se mantendrán tan bien como me gustaría en un futuro. Solo espero que cuando cumpla 45 o 50 años no me propongan hacer esta clase de escenas de nuevo, porque el resultado no va a ser el mismo. No me preocupa que la gente vea como he cambiado con el paso del tiempo, sino que me preocuparía no cumplir con mi trabajo como se debe. Aunque me gusta ser una actriz versátil, eso sí. Además, ahora que lo pienso... si Sigourney Weaver pudo, ¿yo por qué no? ¡Nada está escrito!

¿Seguiste algún régimen especial para ponerte en forma?


La verdad, no tuve ninguno específico, solo lo normal, lo que hago siempre: hacer ejercicio para quemar más calorías de las que suelo consumir. Corro todos los días y hago pesas y Pilates tres veces por semana. Desde hace siete años trabajo con la misma entrenadora física y es genial, consigue que esté bien sin matarme de hambre y sin acabar exhausta, y como bien sin pasarme, porque soy una vergüenza… dame un chocolate y estoy perdida (ríe)

¿Cómo te sientes de ser vista como un moderno sex symbol ...? ¿Es difícil de aceptar cuando se es tan joven?


Si te soy sincera, ni siquiera ahora mismo me siento un sex symbol. Cuando era adolescente tenía muchos complejos y me ha costado mucho superarlos: pensaba que era gorda y que mi voz era fea, nada femenina, y que mis labios eran demasiado gruesos. Pensaba que mi nariz era muy ancha y mis piernas muy cortas. En la actualidad ya he aceptado que nadie es perfecto. Y no creas, no hay que desestimar la labor del maquillaje (estalla en carcajadas). Es bonito recibir tantos piropos y toda esa atención Pero no me creo nada (ríe).


Eres una actriz joven y tienes éxito. Es inevitable que la prensa se “preocupe” por tu vida privada. ¿Cómo llevas eso de la fama?
Yo creo que nadie está preparado para la fama. No hay instrucciones, ¡ojalá las hubiera!. Al principio es normal que los actores pasemos por ansiedad cuando somos objetivo permanente de las cámaras. Es bastante duro ver que un paparazzi te está persiguiendo a todas horas, hasta cuando vas a la tienda a comprar pan. Pero tienes que adaptarte a esa nueva situación. En mi caso, llevo más tiempo dentro la industria de Hollywood que fuera de ella. Si dijera que a estas alturas la atención me agobia, te mentiría. Soy consciente de que eso forma parte de mi profesión. Lo único que pretendo es trabajar y no engañarme a mí misma: esta es la vida que llevo y es lo que hay. Afortunadamente soy algo cínica y eso me ayuda a asumir estas cosas con mayor naturalidad (ríe). Siempre quise ser actriz. Esto es parte del territorio.


¿Cómo te ves a futuro? Apenas tienes veinticinco años...
Actuando. Plena. Con una familia. Estoy contenta con lo que tengo. Espero que mi futuro sea como mi presente… pero no me gusta tampoco anticiparlo mucho ¿sabes? ¡El futuro siempre llega demasiado pronto!



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Uma Thurman, la rubia de dos mundos

De inocente palomita adolescente a vengativa asesina profesional, la actriz rubia llega a sus 40 años siempre fiel a sí misma.

Francisco Peña


Uma Thurman in Universal Pictures' Prime


Uma Thurman es una paradoja. Ubicada en el microgrupo de estrellas internacionales de Hollywood (el mundo no recuerda más de 50 nombres de memoria sin googlearlos), cada vez que puede se escapa a producciones alternativas. Pocos entienden por qué si Uma está en la cima de la fama insiste en bajarse del pedestal.

La respuesta está sembrada en su nombre: Uma Karuna Thuman. Su origen sánscrito está empapado de budismo; su padre, Robert Farrar Thurman, fue profesor de estudios de budismo tibetano en la Universidad de Columbia, fue el primer occidental ordenado como monje tibetano y amigo del actual Dalai Lama. Su madre y familia materna vienen del mundo del modelaje y la actuación. Desde su nacimiento el 29 de abril de 1970, Uma creció en un ambiente de valores budistas que interactúan –sin prejuzgar- con el ambiente posh, al que aceptan sin compartir su materialismo banal.


Uma Thurman in MGM's Be Cool


Con esas raíces no extraña que Uma tenga un pie en un mundo alterno y el otro en Hollywood. Mientras en su niñez viajó a India con cierta frecuencia y conoció al Dalai Lama, su adolescencia arranca con el modelaje y la actuación. Luego de sus primeras películas sin pena ni gloria da un salto mortal –¡sin red, señoras y señores, sin red!- a la fama internacional en Las Relaciones Peligrosas (Stephen Frears, 1988) y rodeada de actores reconocidos como Glenn Close, Michelle Pfeiffer y John Malcovich. Tenía apenas 18 años.




Desde joven marcó su tendencia a escoger “papeles peligrosos” y se embarcó en Henry y June (Philip Kaufman, 1990) como uno de los vértices del triángulo amoroso Henry Miller (Fred Ward), su mujer June (Thurman) y Anaïs Nin (María Medeiros). Pero el público deseaba más de la extraña belleza de Uma, que no encaja en el arquetipo de la güera de plástico hollywoodense gracias a la peculiar armonía de sus ojos, nariz y boca. Se embarcó en películas comerciales que no trascendieron porque el público no vió a la joven inocente de Relaciones ni a un nuevo símbolo sexual de consumo efímero. Por eso, su carrera actoral ha oscilado entre sonados triunfos y fracasos comerciales.


Uma Thurman at the Hollywood premiere of MGM's Be Cool


Uma es inolvidable en Pulp Fiction (Tarantino, 1994) en el papel “peligroso” de la drogadicta Mia Wallace. Destaca su baile con Travolta, descalza, en un mano a mano donde no da cuartel al mejor bailarín del cine en años. Impresiona en la escena donde, hasta el socket, revive con una inyección directa al corazón. Ese año fue nominada a los premios más importantes.


Uma Thurman as Mia Wallace in Miramax's Pulp Fiction



Uma Thurman as Mia and John Travolta as Vincent in Miramax's Pulp Fiction


Pero como Hollywood no entiende que Uma brilla en la periferia del cine comercial y no en su centro, y el público no entiende que jamás le dará una actuación convencional ocurren graves errores como la horrible Batman & Robin (ella como Hiedra Venenosa) y Los Vengadores (como Emma Peel) o cintas intrascendentes como Mi super exnovia (Reitman, 2006) y Marido por accidente (Dunne, 2008)… aunque de algo tiene que vivir a diario.

Es preferible verla como La Novia o Mamba Negra en la saga Kill Bill (Tarantino, 2003-2004). Su trabajo es impresionante en películas en las que casi no abandona un segundo la pantalla. Demuestra ser capaz de dotar de todo tipo de emociones a un personaje aparentemente plano: pasa de ser una retorcida y sangrienta asesina sedienta de venganza a una maternal leona. Memorables son el duelo ritual con katanas frente a Lucy Liu, el violento enfrentamiento con Darryl Hannah y la confrontación final con Bill.


Lucy Liu and Uma Thurman in Miramax's Kill Bill: Volume 1



Uma Thurman in Miramax's Kill Bill: Volume 1


A sus 40 años Uma Thurman va y viene entre La Novia y la Hiedra Venenosa, pero se nota dónde está a gusto. Como marcan sus raíces budistas vive en el Samsara del cine comercial sin ser atrapada por sus ilusiones, mientras busca el Nirvana –casi siempre de la mano de Tarantino- con “personajes peligrosos” donde puede ser fiel a sí misma, libre de las convenciones de la fama. Con su belleza peculiar, se da el lujo de ser la rubia de dos mundos.


Uma Thurman at the LA premiere of Miramax's Kill Bill Vol. 2



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17 abr 2010

Iron Man 2, de Jon Favreau

De vuelta a la armadura

Miguel Cane




Es muy difícil, cuando una película tiene gran éxito, que su inevitable secuela llegue a estar a la mima altura. El caso de Iron Man 2 es de esos; no consigue los niveles que, el mismo director, Jon Favreau, logró con su predecesora, la cual hace dos años se perfiló como una sorpresiva y más que decente película de superhéroes.

En esta segunda parte, volvemos a ver al enormísimo Robert Downey Jr. como Tony Stark, papel que le ayudó a resucitar su carrera y con el que se nota que se siente cómodo, al menos más que Christian Bale cuando le toca hacer de Batman. Stark y su alter ego Iron Man son la razón de existir de toda la cinta, quitando casi todo el protagonismo a un buen reparto de soporte, que encabeza Gwyneth Paltrow como la sensacional y vivaz Pepper Potts, aunque aquí la química entre ambos no resulta tan aparente como en la primera película, y no se saca partido al potencial de la Paltrow, que es bastante.





Por otro lado el resto del elenco se tambalea y hace lo que puede con un guión un tanto fallido, Don Cheadle está correcto, Samuel L. Jackson tiene un cameo glorificado, la despampanante (es obvio) Scarlett Johansson como la “Viuda Negra” no parece fuera de sitio, igual que los villanazos de esta ocasión, Sam Rockwell (que está formidable en Moon, pero aquí se desperdicia) y Mickey Rourke que parece parodiarse a sí mismo, sólo que sin carisma.







Por su parte la Johansson tiene un papel que podría haber hecho cualquier otra actriz y seguiría aportando igual de poco. No obstante, los efectos especiales funcionan y el ritmo es trepidante así que eso compensa – después de todo, eso es lo que el público espera de este tipo de cintas- y si bien no tiene el humor socarrón de la primera parte, tampoco me atrevería a calificarla de fracaso terrible o de mediocre, porque hay materia prima de calidad. Es sólo que por definición, una secuela habitualmente es inferior al original y ésta lo es.


Por otro lado, hay un poco de todo para complacer a los fanboys del género – guiños que anuncian la inminente aparición en celuloide de El Capitán América-, y el cameo de rigor para sobarle el ego a Stan Lee.


¿Qué va a pasar con esta franquicia? Evidentemente, si hay afluencia en taquilla, será un hit y habrá una tercera parte. No sé si se justifique o se sostenga, pero Downey, Paltrow & Co. serían tontos si no aprovecharan la oportunidad. Sobre todo porque películas como estas son las que les permiten hacer cine de verdad, de manera independiente, después.


Con esto se inaugura la temporada de grandes estrenos de verano, asi que el público hará bien en estar preparado para la competencia de las cintas más vistosas, que buscarán llevarlo a las salas. Ésta, sin duda, lo hará.




Iron Man 2
Con Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Scarlett Johansson, Sam Rockwell, Don Cheadle, Samuel L. Jackson y Mickey Rourke
Dirige: Jon FavreauEstados Unidos, 2010



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En el Camino con Viggo Mortensen

Es uno de los grandes, con una carrera exitosa, pero prefiere ignorar la fama, para explorar cintas más independientes y memorables como El Último Camino

Miguel Cane

Viggo Mortensen 63rd Annual Golden Globe Awards


En el mundo de la literatura norteamericana y del cine moderno el nombre de Cormac McCarthy es sinónimo de calidad. Este brillante autor ha firmado novelas que se tradujeron en películas de Oscar como Sin lugar para los débiles y ahora, El Último Camino. La película, dirigida por John Hillcoat y protagonizada por Viggo Mortensen, Charlize Theron y Robert Duvall, se centra en el peligroso viaje de un padre (Mortensen) y su hijo de doce años hasta la costa, en un mundo apocalíptico poblado de amenazas para sus protagonistas. Viggo (nacido en 1958), que ha demostrado su interés en un cinema más alternativo, dándole la espalda a la celebridad que obtuvo al protagonizar la trilogía Lord of the Rings, brinda aquí una interpretación conmovedora y muy humana, algo que parece se ha vuelto su rúbrica.

Viggo Mortensen as Aragorn in New Line's The Lord of the Rings: The Return of The King


El Último Camino es quizá la película más emocionalmente desoladora que has hecho. ¿Qué fue lo que te atrajo a participar en ella?
El que es una historia de amor al mismo tiempo que una aventura de resistencia. Padre e hijo se aventuran en un viaje muy difícil y es el padre quien más aprende del hijo y no al revés. Me gusta esa lección porque no importa lo mal que vayan las cosas si al final sucede algo bueno. La historia que presenta la película es noble, simple y muy cierta. Creo que hay que ver la película para entenderla y que cada uno llegue a su propia conclusión.

Tu personaje trata de enseñar a su hijo cómo debe ser una persona. Tú eres padre, ¿alguna vez te has visto en esa situación?
Claro, en cosas simples, no tan dramáticas como se presentan aquí. Los niños suelen ser tímidos y muchas veces no contestan. A mi hijo he tratado de inculcarle que debe ser franco y directo, que mire a los ojos a su interlocutor cuando hable aunque esté pidiendo una pizza en el restaurante. Una vez que aprendes a ser buena persona quieres que tu padre también lo sea y si tu padre de traiciona te enfadas y es esa transición la que está muy bien representada en esta cinta.

La película parece extenuante, ¿acabaste cansado del rodaje?
Sí. Para serte honesto eso fue lo más difícil, la parte física. Quiero decir que he participado en películas que se han rodado en lugares con temperaturas extremas de frio y de calor pero nunca nada como este filme, donde el medio ambiente es un personaje consistente. En algunas escenas sentí que podía morirme de cansancio, pero eso me ayudó a crear el personaje. Eso ayudaba a dar mayor realidad a la sensación de intensidad. El tiempo se convierte en un personaje porque como bien dijo el director no hubo necesidad de efectos especiales. Lo que el público ve es lo que nosotros vivimos.

Viggo Mortensen in New Line Cinema's A History of Violence


¿Cuál dirías que podría ser la finalidad de casi arriesgar la salud por una película?
Bueno, tampoco hay que ser exagerados. Digo morirme en un sentido metafórico. Fue un agotador ejercicio físico y lo hicimos así porque queríamos ser fieles a la novela en laque está basada la película. Creo que se nota que lo conseguimos, ¿no te parece?

Sí, es una adaptación muy impactante.
Entonces ahí lo tienes, amigo. Logramos nuestro propósito. Esa era la finalidad de ponerlo todo en el rodaje.

Viggo Mortensen in New Line Cinema's A History of Violence


Trascendió en algunos medios estadounidenses que has pensado en dejar la actuación. ¿Es eso cierto ?
No, para nada. No sé de dónde saca la prensa esas ideas. No tengo planes de retirarme porque me gusta mucho actuar y contar historias. Lo que si es cierto, es que tengo otros intereses como mi familia, mis exhibiciones fotográficas y mi compañía editorial. Pero eso no implica que no vaya a seguir dedicándome a esto.

¿Cómo encaras tu estatus de estrella de Hollywood?
Es extraño, ¿sabes? Durante 22 años estuve haciendo películas con las que no conseguía que me pagaran lo suficiente para vivir y no llegaba a fin de mes pero disfrutaba tanto con la interpretación como ahora. Jamás pensé en ser actor por la fama, nunca desee ser una celebridad, ni que me pararan por la calle, lo que por un lado es un honor, porque la gente realmente admira tu trabajo y aprecia lo que haces, pero obviamente es una invasión de la privacidad. Si estoy sentado contigo tomando una cerveza y alguien viene y me dice "perdona que te moleste pero..."- y molestan, me parece cuando menos raro. ¿Tiene sentido? La primera reacción como ser humano sería enfadarme pero luego te adaptas a tu nueva situación y te enfrentas a ella con diplomacia, digamos que te acostumbras. Yo no voy a pegarle a nadie que venga a pedirme un autógrafo. Al contrario lo agradezco. Son otras cosas las que me sacan de quicio.

¿Qué es lo que te saca de quicio?
La injusticia me subleva, ya sea hacia mi o hacia otros, es algo que me desespera, ya sea como individuo o como parte de la sociedad. La falta de honestidad tampoco la tolero, o las verdades que se utilizan para manipular. La gente egoísta o que no se preocupa del medio ambiente me enfada. Los políticos me enfadan con mucha frecuencia.

Viggo Mortensen in Focus Features' Eastern Promises


Tu hijo ya es un adulto ¿Cómo padre ha cambiado tu relación con él?
Con mi hijo me llevo muy bien. No se enfada por nada y es muy razonable. A veces me pregunto cómo puede ser tan calmado, tan seguro de sí mismo, con un padre tan extraño como yo. Mi hijo es un tipo fantástico del que su madre (la cantante punk y poetisa Christine Xcervenka) y yo nos sentimos muy orgullosos.

Eres poco convencional, el tipo de artista que se sabe diferente, pese a vivir en un mundo que es pura imagen y pose. ¿Realmente no te importa lo que la gente piense?
Bueno, sí me preocupa lo que digan los demás pero es cierto que me guardo mucho para mí mismo. La gente, algunas veces, cultiva sus pasiones y las lleva al extremo. Yo soy así. Soy poco convencional en ese sentido, como dices. Si quisiera aprovechar el momento habría rodado seis películas en los dos últimos años pero no he querido tomar ventaja de esa situación. Si es por atención ya he tenido más que suficiente. Si es por dinero para vivir he hecho bastante puedo incluso dar para que mi familia y mis amigos vivan bien. Estoy más que feliz con lo que tengo.

Viggo Mortensen 2005 Toronto Film Festival


¿Cuál es tu prioridad en estos momentos?
Estar más con mi familia. Quiero darme tiempo para ilusionarme con algo. Sé que soy capaz de hacer varias cosas a la vez pero es difícil trabajar y estar en paz al mismo tiempo.

Además, eres fotógrafo, ¿Sigues exponiendo?
Sí, sí. Este año expuse primero en Dinamarca y luego en Islandia. También he publicado un libro de poesía con mi compañía Perceval Press. Como ves, me mantengo ocupado. Me gusta.

¿Qué efecto podrías decir que ha tenido Hollywood en tu vida?
(risas) Yo no sé. Pero sin duda es un lugar donde hasta la persona más pequeña puede marcar diferencias. Lo que haces y lo que dices tiene un efecto domino en tu vida, la de tus amigos y la de tu familia. Cuando eliges un personaje nunca estás seguro de tomar la decisión adecuada pero una vez que dices que sí sucumbes a la historia, a los personajes, jamás pienso en lo negativo. Creo que la fuerza de esta película está en la fuerza que todos los personajes expresan, algo que está muy lejos de Hollywood.

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10 abr 2010

Apocalypto, film de Mel Gibson

Miguel Cane

Touchstone's Apocalypto


El hecho de que la primera película de largometraje que está completamente ambientada en el mundo maya – e incluso hablada en su lengua- sea una producción estadounidense, dirigida nada menos que por el superstar Mel Gibson, ha resultado un foco de controversia, incluso a priori: no faltan quienes la condenan, aún sin haberla visto siquiera por el “sacrílego” atrevimiento de ser una película de Hollywood que osa “manosear” un aspecto de nuestra historia, del que decimos sentirnos muy orgullosos – aunque realmente nunca antes la hubiésemos tomado en consideración, pero así es esto del nacionalismo mal entendido.

Rudy Youngblood in Touchstone's Apocalypto


Toda vez mencionado esto, hay que señalar que Apocalypto es un filme bastante convencional dentro de su muy criticado exotismo: sí, está en maya y muestra atisbos – o distorsiona, según los expertos en historia mesoamericana, yo no lo soy, así que no me consta- a una civilización que resulta bastante desconocida para nosotros (y eso que somos mexicanos y lo estudiamos en la escuela, ¡ahora, figúrense lo que será para un extranjero promedio!) pero se apoya en una trama bastante sencilla y directa para involucrar al espectador.

Fernando Hernandez Perez in Touchstone's Apocalypto


Zarpa de Jaguar (Rudy Youngblood) es un joven guerrero maya que, como miles de héroes en la historia, emprende un viaje para salvar a la mujer que ama y a su pueblo, de la inminente catástrofe de un invasor enemigo. Hay violencia, que ha sido sumamente criticada por ser “anacrónica y poco apegada a la realidad”, pero insisto: esto es una trama de ficción y como tal debe verse; no pretende en ningún momento ser un documental – igual que Ulama: el juego de la vida y la muerte (Roberto Rocín, 1986)- por lo que si tiene un ritmo vertiginoso a veces y escenas espeluznantes es porque entra en la categoría de ser una película de acción y aventura dentro del marco de la civilización maya; aunque lo mismo pudo haberse desarrollado en la antigua Roma o en Grecia [¿Alguien recuerda si hubiera quien se rasgara las vestiduras y clamara “racismo” o algún otro disparate cuando se hizo Gladiador? Evidentemente, aunque no lo vivimos, sabíamos que la antigua Roma no era así. ¡Y ni qué decir de la Taylor como Cleopatra!].

Mayra Serbulo in Touchstone's Apocalypto


Lo interesante del asunto es ver cómo se desenvuelve la aventura de Zarpa de Jaguar: Gibson conoce su oficio y lo ha demostrado antes; así pues utiliza elementos narrativos e imágenes muy logradas – en colaboración con su director de fotografía, Dean Semler con quien también trabajó en ese catálogo de torturas disfrazado de épica llamado La Pasión de Cristo- para involucrarnos. Su elenco, conformado casi enteramente por desconocidos y amateurs, responde dando trabajos que impresionan por su detalle genuino – especialmente notables son los imponentes y brutales villanazos, interpretados por Raúl Trujillo y Rodolfo Palacios.

Touchstone's Apocalypto


Las locaciones – en Veracruz- se aprovechan al máximo, y se transmite la sensación de angustia de correr en una selva inhóspita con absoluta verosimilitud.


Es muy posible que la película esté muy alejada de cómo era realmente el día-con-día de un imperio largamente extinto, sin embargo, no me parece que la cinta sea tan terrible como sus detractores en paroxismo pretenden hacerla pasar.

Behind the scenes of Touchstone's Apocalypto


La intención de Gibson (y esto lo ha dicho él mismo) era dar una cinta que entretuviera, sobrecogiera y cautivara. Después de todo, en Hollywood – y créanlo, ésta es una cinta de Holywood, pese al contenido y presentación- la idea es ofrecer emoción al público mediante la imagen. En ese sentido, Apocalypto cumple: es una cinta estremecedora, bellamente realizada y con secuencias memorables. Pero, ¿es cine de arte? Por supuesto que no.

Apocalypto
Con Rudy Youngblood, Dalia Hernández, Raúl Trujillo, Rodolfo Palacios e Isabel Díaz.
Dirige: Mel Gibson.
Estados Unidos, 2006


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El Último Camino / The Road, de john Hillcoat

Miguel Cane


La lucha por la supervivencia y en contra de la desesperanza logra en El Último Camino, filme de John Hillcoat, una magnífica belleza gris y desoladora. La película tiene fuerza y parece saber cómo llevar emocionalmente al espectador por un camino que aparentemente avanza progresivamente en una dirección, pero le faltan muchos matices para que su final tenga sentido con el resto de la historia y no vaya en contra de sí misma.



En un mundo que se está muriendo, a consecuencia de un cataclismo, un padre y su hijo pequeño luchan por sobrevivir. Viven en la carretera, caminando cada día hacia el sur en dirección a la costa, donde el clima ostensiblemente puede ser mejor. El padre, no solo tiene que luchar contra los vestigios de la humanidad, convertidos en ladrones o caníbales, sino también en educar a su hijo y mantener la bondad natural que el pequeño tiene para que no sucumba a la locura y el horror.


La adaptación a la gran pantalla de la novela escrita por Cormac McCarthy y ganadora del premio Pulitzer en 2007 realizada por Hillcoat, conocido por haber dirigido el western escrito por el músico Nick Cave The Proposition, está hecha con un gran respeto a la atmósfera presente al libro. El filme en sí, es desconsolador no sólo en el aspecto de sus paisajes sino en el grado de deshumanización al que ha llegado lo que queda de la sociedad moderna.


La lucha de este padre por mantener un grado de honradez y moralidad y transmitirlo a su hijo en un mundo devastado y sin futuro se muestra con un gran aspecto visual y un conseguido tono. Viggo Mortensen cumple con buen resultado su papel pero es el joven Kodi Smit-McPhee en el papel del hijo quien logra transmitir la carga del filme. En el aspecto actoral, lamentablemente el filme desaprovecha a sus dos grandes actores secundarios, Charlize Theron, Robert Duvall y Guy Pearce, en papeles pequeños, casi cameos, dándole todo el peso interpretativo a Viggo Mortensen y Smit-McPhee y su capacidad de mostrar la lucha que padecen por subsistir.

La forma en la que el argumento avanza, en donde incluso los valores del padre parece que se van confundiendo por la extrema gravedad de su situación, contradice el estilo con el que se ha introducido el final, mostrándose no sólo fácil sino disonante con la tendencia que había marcado hasta ese momento la película. Este es un filme visualmente logrado, que muestra sus ideas pero le falta un paso más en su desarrollo y consecución final para darle mayor propósito, no obstante es absorbente durante cada uno de los minutos de su tensa y demoledora historia.

El Último Camino/The Road
con Viggo Mortensen, Charlize Theron, Guy Pearce, Kodi Smit-McPhee y Robert Duvall
Dirige: John Hillcoat
Estados Unidos/Australia/Reino Unido 2009

Amigos salvajes / Open season, de Jill Culton, Roger Allers y Anthony Stacchi

Miguel Cane

Martin Lawrence and Ashton Kutcher star in Columbia's Open Season


La competida carrera del cinema animado proveniente de Hollywood tiene una fuente aparentemente inagotable de interés en las aventuras y desventuras de animales domesticados que vuelven a su hábitat natural. Afortunadamente, Open Season/Amigos salvajes se aleja de los territorios de Madagascar y Vida salvaje, que eran hermanas gemelas separadas al nacer.


Esta película, el segundo esfuerzo de Sony Pictures Animation –que se decide a incursionar con fuerza en la producción animada por computadora, buscando hacerle ruidito a PIXAR-, está ambientada en un pequeño pueblo en el que está a punto de inaugurarse la temprada de caza.

Martin Lawrence as Boog the grizzly bear and Ashton Kutcher as Elliot, the one-horned mule deer in Columbia's Open Season


En medio de ese contexto tan poco alentador, se encuentran Boog (voz de Reily Barba), un oso grizzly amaestrado y habituado a las comodidades que le ofrece Beth, una guardabosques que es como su mamá, y el locuaz Elliot (voz de Jaime Camil), venado con un solo cuerno que se hace su amigo, juntos deberán unir fuerzas con otros animales del bosque –zorrillos, ardillas, patos locos, un rebelde perro salchicha y muchos conejos- para enfrentar a despiadados cazadores que buscan darles chicharrón, o bien, colgarlos de la pared de su casa.

Más allá del evidente (y políticamente correcto) mensaje ecologista respecto de la destrucción del medio ambiente y el respeto a las especies, la película, que también se puede apreciar en pantalla IMAX y con espectacular 3-D, alcanza a contar su historia con buen ritmo y sin volverse demasiado sacarinosa, es decir, trata a los niños como tales y no es condescendiente con ellos, lo cual es ya una gran ventaja.

Boog the grizzly bear (voiced by Martin Lawrence ) and Elliot the mule deer (voiced by Ashton Kutcher ) in Columbia Pictures' Open Season


Los códigos que se establecen entre los personajes, la credibilidad del relato, los aciertos visuales de una animación digital que cuida cada detalle (desde los gestos de un pequeño animal en segundo plano, hasta el vuelo de una hoja o la ondulación del agua de un río) hacen de este filme dirigido por el trío integrado por Jill Culton, Roger Allers (director de El Rey León) y Anthony Stacchi un producto que si bien está lejos de ser revolucionario, o incluso demasiado innovador, entretiene con mucha dignidad y es una sana apuesta por contar de manera clásica una buena historia, que no recurre a parodias de programas de TV que salen bastante chambonas, ni a gags que pretendan tapar baches narrativos a fuerza de un ritmo trepidante ni a la espectacularidad de los efectos.

Estas características, dentro de las convenciones y de los lugares comunes del cine hollywoodense, no resultan poca cosa y se terminan agradeciendo. El doblaje es bueno, y la cinta es entretenida, por lo que, si tienen niños, es un estreno inescapable.


Amigos salvajes/Open season.
Dirigen: Jill Culton, Roger Allers y Anthony Stacchi.
Estados Unidos, 2006.


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Alto impacto / Crash, de Paul Haggis

Miguel Cane

Lions Gate Films' Crash


El canadiense Paul Haggis dejó una sólida carrera en televisión, para perseguir su sueño de hacer cine y lo comenzó a cimentar con su espléndido – no hay otra manera de llamarlo- guión para Million Dollar Baby, de Clint Eastwood.

Con esta cinta, cuyo título original en inglés es Crash (no confundir con la iconoclasta cinta de David Cronenberg sobre una virtualmente infilmable novela de JG Ballard), se coloca en el asiento del director y nos muestra (a partir de un guión original suyo) cómo las historias de varios personajes residentes en ese infierno en la tierra conocido como Los Ángeles, California, se entrecruzan en torno a dos terribles incidentes de tráfico, para formar un impresionante mural de lo que nos hace seres humanos, llenos de virtudes y errores, glorias y misterios.

Jennifer Esposito , Don Cheadle and Kathleen York in Lions Gate Films' Crash


Hermana de otras dos muy importantes cintas polifónicas (la memorable Shortcuts del maestro Robert Altman y la monumental Magnolia de PT Anderson), Alto impacto funciona como una narración inescapable de cómo las cosas se salen de control en un abrir y cerrar de ojos, mostrándonos como realmente somos: seres humanos que bajo nuestros aires de rectitud y decencia, ocultamos prejuicios y racismos: así vemos cómo se encuentran y desencuentran variopintos ejemplares del gentilicio californiano – es importante tener en cuenta que sí, California es un estado mental-: un oficial de policía (Matt Dillon) desquita su frustración con un matrimonio afroamericano (la hermosa Thandie Newton y Terrence Howard), haciéndoles un daño irreparable, donde su timorato pareja (el poco valorado Ryan Phillippe, que demuestra ser mucho más que un galán de moda) mira hacia otra parte; por otro lado, la neurótica pobrecita-niña-rica Jean (una sorprendente Sandra Bullock, en la clase de rol que Julianne Moore interpreta sin esfuerzo, y aquí lo hace excelentemente) se friquea grueso después de ser asaltada y vomita su horror y crisis de modo espectacular en su marido (Brendan Fraser) y un joven cerrajero de origen mexicano (Michael Peña), quien es agredido por ella sólo por su aspecto físico, sin que importe su actitud respetuosa, entre otros citadinos más – Don Cheadle hace un estupendo rol como un detective angustiado- que tarde o temprano descubren que, en realidad no tienen idea de quiénes son, al verse expuestos a una situación límite, que sobre todo, se siente real.

Nona Gaye and Brendan Fraser in Lions Gate Films' Crash

Sandra Bullock in Lions Gate Films' Crash


Haggis – que sufrió un infarto durante el rodaje, pero no se ausentó más de diez días del set- cubre una multitud de ideas y argumentos y, a diferencia de Altman, logra darles cohesión: su tema principal es la falla de las comunicaciones entre la gente; su teoría es que el odio y la paranoia han sustituido al respeto más elemental como la lente a través de la cual se ve a nuestro prójimo, algo que no es privativo exclusivamente de Los Ángeles o de la cultura popular estadounidense; aquí mismo, hoy día, es algo tangible. No obstante, y aún pese al melodrama que utiliza de modo magistral, Haggis no sucumbe a su propio sensacionalismo y permite que exista en su obra una sensación de empatía siempre presente, mas no por esto se trata de una película fácil de entender o de asimilar. Es como un golpe brutal en la cara, efectivamente como un accidente de auto (el crash del título), pero si consigue suscitar una reacción en el público (algo que no es imposible), entonces ha logrado su cometido y es, simplemente, una de las más sorprendentes, estimulantes y devastadoras películas del año que debe verse, incluso – y si creen que podrán resistirlo- más de una vez.

Terrence Dashon Howard in Lions Gate Films' Crash


Alto impacto/ Crash.
Con: Don Cheadle, Sandra Bullock, Michael Peña, Thandie Newton, Matt Dillon, Ryan Phillippe y Brendan Fraser.
Guión, Música y Dirección: Paul Haggis. Distribuye: Artecinema.


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