25 jul 2013

Retrato íntimo / Thérèse Desqueyroux, de Claude Miller

Retrato de una mujer casada

Miguel Cane.



Filmada hace medio siglo por Georges Franjou con una formidable Emmanuelle Riva en el rol titular, la novela de François Mauriac Thérèse Desqueyroux regresa a las pantallas en una nueva versión fiel a la época y lugar –la Francia entre guerras mundiales– dirigida con estilo natural por Claude Miller, quien es un experto en explorar la psicología femenina.



De hecho, a lo largo de su filmografía, se ha especializado en personajes enigmáticos como la inquietante asesina en serie encarnada por Isabelle Adjani en Mortelle Randonée (1984) o La pequeña ladrona (1988). Por lo mismo, más allá de su carácter existencialista e intimista, Retrato íntimo tiene su mayor fuerza en su protagonista, tremendamente hipnótica, interpretada por Audrey Tautou, que -¡por fin!- parece haberse librado ya de su cómodo vestido de Amelié y alcanza la madurez.



Es la Tatou quien guía, interpretativamente hablando, la película. Encarna a un personaje complicado, prácticamente indescifrable, una mujer llena de emociones en conflicto, a pesar de que casi no lo exteriorice. Thérèse es víctima de un temperamento melancólico que la mantiene aislada de sus emociones. Es fumadora empedernida, un símbolo de modernidad y desafío para la época, una antiheroína a carta cabal. Esta construcción del personaje demuestra que Miller no dejó nada a la improvisación.



Sin embargo, la película tiene algunos problemas de ritmo que ralentiza el metraje por momentos; Miller orquestó una película seria, interesante, adulta, no apta para un público que busca esparcimiento y frivolidad en el cine. Elegantemente construida con un toque de clasicismo, al estilo de Resnais a principios de los 60, que denota buen gusto, con un reparto seleccionado con delicadeza, y una pericia técnica y formal, sin complicaciones innecesarias que la hacen un producto de calidad y que es, incluso, menos revolucionaria que la versión de Franjou.

El filme es también un espejo de la historia socio-moral de la Francia de aquel tiempo y del papel de la mujer en sus estratos. A pesar de todas estas virtudes, la película sin caer en la mediocridad de lo correcto, tampoco alcanza la excelencia. Sin embargo, los aficionados al cinema europeo, y los fans de la Tatou, que no son pocos, encontrarán mucho de su agrado en ella.

Retrato íntimo / Thérèse Desqueyroux
Con Audrey Tautou, Gilles Lellouche, Anaïs Demoustier e Isabelle Sadoyan
Dirige Claude Miller
Francia 2012




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Keri Russell: Snowden terminará convirtiéndose en una película

Keri Russell

Miguel Cane.



Desde su debut, de la mano del hoy famoso director de cine JJ Abrams, en la serie de TV Felicity hace ya quince años, Keri Russell (Los Ángeles, 1976) se convirtió en uno de los rostros más reconocidos de su generación.



Tras cuatro temporadas de éxito, se apartó de la pantalla chica, incursionó en el cine tanto en proyectos independientes (el filme de bajo presupuesto Waitress, que le valió reconocimientos en festivales internacionales) como éxitos taquilleros (Misión Imposible III) y ahora reaparece en el medio del que surgió como una de las protagonistas de The Americans, una serie de espionaje ambientada durante la guerra fría, en la que su personaje, Elizabeth Jennings, está a años luz de la dulce y sensible Felicity Porter.



El año es 1981, Ronald Reagan acaba de acceder al poder y la guerra fría con Rusia ha alcanzado su momento más álgido con una escalada en las escaramuzas entre las agencias de inteligencia de ambas naciones y una carrera armamentista desmesurada. Como parte central de la trama, en un suburbio residencial de Washington DC, la KGB ha “sembrado” dos agentes de máxima eficiencia: los Jennings, que fueron entrenados como lo mejor que hay; han renunciado a sus vidas anteriores y se han convertido en estadounidenses modélicos. Mientras que Philip parece un amable agente de viajes y Elizabeth representa al ama de casa y madre perfecta, llevan a cabo peligrosas misiones de espionaje y son capaces de cualquier cosa, incluso matar, para cumplir con su deber.



En medio de la acción y el suspenso, el vínculo del matrimonio y su vida doméstica serán cada vez más complejos a medida que empiezan a sentir afinidad como familia, en contraposición a las oscuras relaciones que deberán mantener con otros espías y agentes. La tensión llega a su punto máximo con la llegada de Stan Beeman (Noah Emmerich), el vecino de la casa de enfrente, que es nada menos que un agente de inteligencia del FBI.

Por esta serie, Keri ha sido hecha candidata a un Emmy como mejor actriz y ha recibido las mejores críticas de su carrera, ya que se trata de una interpretación plena de matices y paradojas, que le permiten desplegar un enorme talento que no está en absoluto reñido con su belleza, su carisma y su sencillez al hablar con la prensa.



Para toda una generación fuiste – y serás siempre, de algún modo – Felicity, el primer amor de muchos adolescentes y un ejemplo a seguir para muchas jóvenes universitarias. ¿Qué te atrajo del papel de Elizabeth Jennings, que es tan complejo y tan oscuro?
Exactamente eso: su complejidad. Siempre tendré cariño por Felicity, me dio una carrera, pero creo que este es un paso a la madurez. Me encantó cómo aparecía en el papel Elizabeth cuando leí la propuesta del programa y los primeros guiones, porque es como, por así decirlo, una muñeca rusa, ¿sabes?

¿Como una matrioshka, quieres decir?
Exacto. Le das la vuelta y revela otra faceta en su interior, y otra. Es una mujer, una esposa, un ama de casa, una madre, una espía, una asesina, una patriota... es muchísimas cosas. Me pareció que todos los elementos diferentes que la componen son convincentes. Lo más interesante para mí es realmente esta relación con su esposo y compañero espía de la KGB, Philip (interpretado por Matthew Rhys de la serie Brothers & Sisters). Me pareció fascinante la idea de que era este matrimonio de pura fachada, ocultara emociones: llevan juntos desde 1965, que es el año en que los “implantan” en Estados Unidos, tienen dos hijos pequeños, pero todo es parte de una misión de espionaje – sin embargo, queda muy claro que él obviamente está enamorado de ella, ¿pero está ella enamorada de él? ¿Simplemente lo considera un camarada? Me gusta la complejidad de todas esas cosas. También que ella es la más fría de los dos, que es la más dura y qe tal vez no sea la mejor madre, quiero decir, ella ama a sus hijos, pero creo que todavía le resultan extraños. Está muy comprometida con su trabajo y su causa, que tener que criar a los niños en un estilo de vida opuesto a sus valores le causa un conflicto que a mi me interesa.



Tomaste un gran riesgo con este programa y te salió bien.
Hasta ahora sí, pero esta es una carrera de riesgos, sabes, nada es seguro. Tú como actor apuestas por un piloto que te interesa, pero no sabes si va a llegar a ser serie. Y aún cuando se estrena una serie, no sabes cómo la va a recibir el público, si va a durar al aire, si la renovarán. Todo es un gambito y a veces sale bien. En este caso, el tema del espionaje le ha gustado al público, y el presidente de la cadena nos ha dado todo su apoyo. Veremos qué sucede en la siguiente temporada, porque hay muchas historias que queremos contar todavía.

¿Qué recuerdos tienes de crecer en los años ochenta, durante la Guerra Fría? ¿Te sirvieron para acercarte al personaje?
Bueno, la serie está ambientada en 1981, yo era muy pequeña, pero ciertamente me acuerdo de los elementos de la cultura popular, al igual que cómo cada villano en una película tenía acento ruso (se ríe). Pero lo más importante es que al hacer la investigación para entrar en la piel de Elizabeth, fue el cómo me sentí. ¿Sabes? Creo que como cultura, éramos tan patriotas como ahora, pero de una manera absoluta, de hecho, yo la llamaría casi inocente. Estábamos orgullosos de ser estadounidenses. Y que quede claro que no digo que no lo estemos ahora - es sólo que ahora hay un sentimiento más adulto, más diferente al respecto. Hoy en día sabemos un poco más, estamos más conscientes de la opinión pública sobre la forma en que estamos inmersos en el mundo, y creo que eso es en lo que me baso. Elizabeth tiene su propia historia y defiende sus creencias y sus ideales, que no son los del país en el que vive. Estar en esa encrucijada es lo que la define y la hace más fascinante.

Hablando de espionaje, ¿has visto los encabezados de las noticias recientemente? ¿Qué opinas de que esté sucediendo aún ahora?
¡Lo sé! Es interesante todo lo que está pasando. Lo veo en las noticias y pienso, esto es como un thriller, pero es real. Completamente real. Sonará a cliché, pero es increíble cómo la realidad es más intrincada que cualquier guión de ficción. Esto [el caso Snowden] seguro acabará convirtiéndose en una película... y una muy buena, sin duda.

¿De qué manera compaginas tu trabajo con la serie con el cine?
Tengo dos hijos muy pequeños aún, y trato de pasar el mayor tiempo posible con ellos. Hacer la serie, que rodamos en Nueva York, me viene muy bien porque paso más tiempo en casa. Al ser temporadas de trece capítulos, la escaleta de rodaje está programada de forma en que contamos con tiempo para hacer otros proyectos, teatro, cine. Soy selectiva con los papeles que hago en cine, precisamente por estar con mi familia, pero cuando llega alguno que no puedo dejar pasar, hago lo que puedo para que todo encaje. Por lo pronto espero la segunda temporada de The Americans, y quiero volver a este personaje que me gusta tanto. Lo demás, llegará a su tiempo.




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18 jul 2013

Sofía Coppola: Twitter, Facebook, es al mismo tiempo fascinante y perturbador. Se pierden los límites y ese es uno de los temas que tocamos

Miguel Cane.



Desde su infancia, Sofia Coppola (Nueva York, 1971) aprendió que toda su familia —sus padres, Francis y Eleanor, sus hermanos Roman y Giancarlo (fallecido en 1986) e incluso su abuelo, el compositor Carmine Coppola— estaba implicada en algún aspecto de hacer películas. Mientras otros niños iban al kínder, ella iba de la mano de su madre por Filipinas siguiendo a su padre, que rodaba su obra maestra Apocalypse Now (tardó tres años en completarla); a los 18 fue crucificada por la crítica internacional, cuando su padre insistió en que participara en un rol clave en El padrino parte III. Cuando muchos pensaron que sería víctima de este error para siempre, dio la sorpresa a propios y extraños, al convertirse ella misma en una cineasta por derecho propio.



Tras su auspicioso debut en el año 2000 con Las vírgenes suicidas, se consagró con la magistral Lost in translation en 2003, y redondearía su filmografía con Maria Antonieta y Somewhere, premiada en Venecia. Ahora, su carrera toma otra dirección y estilo con Ladrones de la fama (The bling ring), que debutó en Cannes y es su interpretación muy personal de un caso verídico tomado de los encabezados de diversos medios: una serie de robos en las residencias de celebridades en Hollywood, perpetrados no por profesionales, si no por un grupo de adolescentes que transgreden todas las reglas por alcanzar los proverbiales 15 minutos de fama.



¿QUÉ TE LLEVÓ A ELEGIR ESTE TEMA?
Me interesó que estuviera basado en una historia real, —y esto, por donde se vea, es un crimen real—, y el cómo llevar eso a la pantalla siendo fiel a mi estilo resultó un reto para mí, y a los retos no les doy la espalda. Decidí que era una manera interesante de sumergirme en algo completamente distinto, pero con ciertos elementos que siempre me ha importado explorar; la manera de pensar de mujeres jóvenes en situaciones un tanto insólitas, pero asumidas con la naturalidad que encuentran en ellas mismas.

PERO NO HAY NADA DE LAS HERMANAS LISBON, O CHARLOTTE, O MARÍA ANTONIETA EN ESTOS PERSONAJES...
No, para nada. Lo más interesante es que son personas que existen de verdad, pero que consiguieron vivir una aventura como si fuera una película, sin medir consecuencias en sus actos.



¿CÓMO LLEGASTE A ESTA HISTORIA? ¿QUÉ TE ATRAJO PARA DECIR “LA HAGO”?
Fue después de leer el artículo en Vanity Fair “Los sospechosos llevaban Louboutins”, de Nancy Jo Sales, en el que se detallaban los robos en casas de Paris Hilton, Audrina Partridge, Orlando Bloom y Lindsay Lohan, por citar algunos. Es totalmente increíble que unas niñas de 16 años hayan logrado eso. Es algo impactante en el desarrollo de la vida contemporánea. Si lo piensas, que algo así ocurriera hace 10 años habría sido impensable. Cuando leí el artículo, empecé a visualizar una película en mi cabeza. Era como una comedia juvenil con elementos del cine de palomitas pero también un thriller psicológico con una parte bastante perturbadora, y sobre todo, real.



DE HECHO, LA ADAPTACIÓN SE APEGA BASTANTE A LA REALIDAD, INCLUYENDO HASTA TRANSCRIPCIONES DE LOS REPORTES DE LA POLICÍA.
Leímos todas las notas y el material de la policía que fuimos recabando. Fue algo impactante. Cuando descubrí que Rachel Lee (la líder de la banda y personaje principal de la película, que aparece con el alias Rebecca Ahn y es encarnada por Katie Chang) quería robarse a Tinkerbell, el perrito de Paris Hilton, me di cuenta de la cantidad de atención que estaban buscando lograr. En otras declaraciones, le preguntaba a los policías: “¿Qué ha dicho Lindsay Lohan?, ¿Qué opina ella de lo que hicimos?”... no tenía remordimiento, sólo el deseo de ser alguien a través de lo que hizo. Trascender a la fama con eso.



MIENTRAS LINDSAY SE MANTUVO AL MARGEN DE LA PELÍCULA, PARIS HILTON ACCDEDIÓ A QUE RODARAN EN SU CASA, ALGO QUE NO HABÍA HECHO PARA EL CINE.
Cuando vi su casa en Bel Air por primera vez, pensé que era imposible recrear algo así en un set, es alucinante. Paris cooperó totalmente; fue muy generosa. Muchísimas secuencias pasan dentro de su casa, en su vestidor y hasta en su barra de striptease. Creo que cuando la gente ve fotos de Paris en su casa y sus programas de televisión les puede parecer irreal, pero así es su casa y ella. Esa es su realidad y Paris está encantada con eso.

¿DIRÍAS QUE LA PELÍCULA INTENTA CENTRARSE EN NUESTRA OBSESIÓN ASPIRACIONAL POR EQUIPARAR NUESTRAS VIDAS ORDINARIAS CON LAS DE CELEBRIDADES INTERNACIONALES?
Creo que la cultura del famoseo crece cada vez más. Quería centrarme en esta nueva cultura en la que también puedes ser una celebridad en las redes sociales y gracias a ellas. YouTube, Twitter, Facebook, es al mismo tiempo fascinante y perturbador. Se pierden los límites y ese es uno de los temas que tocamos.

¿CÓMO COMPARARÍAS TU ESTILO DE DIRIGIR CON EL DE TU PADRE?
Oh, ¡somos, probablemente, polos opuestos! (risas). A él le gustan las cosas sórdidas; me encanta verlo trabajar en el set porque es siempre emocionante, muy visceral. Yo en cambio soy mucho más callada y apacible. Debe ser eso de mi lado femenino en contraste con el tipo macho alfa. Hacemos cosas muy distintas por lo mismo. Lo admiro mucho.

¿SIENTES QUE ESTÁS REFLEJADA EN LA CINTA POR SER, A FIN DE CUENTAS, UNA CELEBRIDAD?
Me siento afortunada de haber crecido en el norte de California, lejos de todo ese ambiente que conlleva Hollywood. Pero entiendo que ese mundo era parte de la vida de mi papá por su trabajo, y por eso me zambullía y me salía de ese mundo sin problema. Yo aprendí a hacer mi vida en otra parte. Ahora tampoco me siento parte de esa cultura, del culto a la celebridad, ¿qué es eso? Yo intento mantenerme alejada de todo eso, lo veo como algo exótico.

¿LEES REVISTAS Y PORTALES Y ESAS COSAS?
Un poco como todo mundo. Nadie está exento de hacerlo, supongo. A veces no puedo dar crédito a las cosas que algunas personas pueden llegar a hacer, ya sean famosos o solo aspirantes a serlo. Obviamente mi vida no gira en torno a eso.

HOLLYWOOD BUSCA DIRECTORES INDEPENDIENTES PARA OFRECERLES GRANDES PRODUCCIONES. ¿TE INTERESA HACER UNA PELÍCULA DE VERANO, DE SUPERHÉROES O SUPERHEROÍNAS?
Es interesante que lo menciones. Yo estoy abierta a hacer cosas distintas de las que hago, pero la idea de trabajar con un gran estudio para hacer una película de alto presupuesto y efectos visuales no me atrae tanto. A mí lo que me importa es poder tener el control creativo de mis películas y poner mi sello personal en ellas, contar lo que quiero contar. Hasta ahora no me han ofrecido hacer una película de superhéroes, aunque llegado el caso, no creo que lo aceptara… pero eso es lo que digo ahora. Siempre puedes cambiar de opinión. Es parte importante de dedicarte a esto, sabes.


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Mucho ruido y pocas nueces / Much ado about nothing, de Joss Whedon

Tanto para nada

Miguel Cane.



Que Kenneth Branagh, autor de numerosas adaptaciones fílmicas de Shakespeare – incluyendo una versión anterior y muy superior a Mucho ruido y pocas nueces, con su entonces esposa, Emma Thompson, hace veinte años – se atreviera a hacer una película de superhéroes (la mediocre primera parte de Thor, en 2011) sienta el precedente para que Joss Whedon, el ídolo de millones de fanboys alrededor del mundo desde que creó Buffy Cazavampiros y dirigió la sobrevalorada Los Vengadores (que fue un fenómeno de taquilla) decidiera hacer lo mismo, pero a la inversa.



Así, chistoso y pretencioso al mismo tiempo, durante un descanso de una semana de su trabajo en Los Vengadores Whedon rodó en su casa de Hollywood esta película de escaso presupuesto y en blanco y negro (no por razones estéticas, si no para dar uniformidad a sus escenarios); básicamente lo que se esperaría de un tipo que, cuando tiene una fiesta, invita a sus amigos a representar algunas escenas de Shakespeare después de la cena.



La versión que hace Whedon de esta comedia de enredos, no exenta de momentos de sátira salvaje y hasta de intención criminal es creativa y bastante lista, mas no por ello deja de caer mal por momentos; por un lado, existe el contraste entre el lenguaje lírico antiguo y un poco denso, que choca con el modernismo casual de los atuendos y las locaciones, así como el lenguaje corporal de los actores, que están muy por debajo de un nivel satisfactorio de interpretación. (No faltan quienes aseguran que para hacerla más “digerible” Whedon debió haber reescrito los versos de la obra en "Inglés” para su más sencilla comprensión).



Otro problema son las libertades que se toma Whedon al adaptar la trama – como revelar detalles clave de la relación entre Beatrice y Benedick desde el principio – y agregar detallitos salaces y modernos que la obra en sí no necesita, pero hay que tener en mente que no está hecha para el público que conoce y aprecia a Shakespeare. Está hecha para los fans de Whedon y su cuadro de actores, por lo cual, no importa qué tan mala sea la realización, que de momento se siente como una película doméstica (lo que a fin de cuentas es), la defenderán a capa y espada de todas formas y no tiene mucho sentido señalar sus defectos.

Si le gusta Shakespeare, prepárese para un disgusto. Si por el contrario, le da igual, tal vez encuentre algo que lo entretenga, pero el resultado es básicamente tibio y sin gracia. Será que a Whedon le faltaron sus superhéroes.

Mucho ruido y pocas nueces / Much ado about nothing
Con Alexis Denisof, Amy Acker y Nathan Fillion
Dirige Joss Whedon
EU 2012




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10 jul 2013

Ladrones de la fama / The Bling Ring, de Sofía Coppola

Flirteando con el peligro

Miguel Cane.



La psiquis de la jovencita es un tema recurrente en la obra de Sofia Coppola. Desde su impresionante debut como cineasta en Las vírgenes suicidas ha buscado explorar los mecanismos que llevan a los personajes que protagonizan sus filmes, a hacer lo que hacen y a vivir las consecuencias de esos actos en su entorno.

Ahora, toma un caso que causó sensación en la vida real y lo transforma en una historia más cercana a los territorios que ha explorado antes, mas no obstante, es algo también completamente diferente.



En Los Angeles se conforma un grupo de adolescentes que acuden a la misma escuela: la líder es Rebecca (Katie Chang, que debuta en esta cinta), una chica de origen chino, ególatra y obsesionada con la moda, y que enseguida acoge a un recién llegado a la escuela, Marc (Israel Broussard), un muchacho acomplejado y posiblemente homosexual que se convierte en su aliado más cercano.



Las otras integrantes del grupo son la temperamental Nicki (Emma Watson, con un perfecto acento americano y rompiendo para siempre con su imagen de niña buena), Chloe (Claire Julien), y la rebelde Samantha (Taissa Farmiga), que deciden, valiéndose de herramientas como Google Maps y Facebook, entrar a robar a residencias de celebridades en Hollywood (entre ellas Paris Hilton), al principio casi como un juego, pero eventualmente convirtiéndose en una adicción.



No es tanto la trama criminal lo que le interesa a la directora: es la interacción entre los personajes, las compulsiones que las hacen llegar al latrocinio para dar satisfacción a vidas vacías de privilegio y buscar la intoxicante adrenalina y la fama como bandidos, para darse sentido. Quizá la trama vista de este modo suene frívola, pero es mucho más compleja gracias no sólo a las estupendas actuaciones de su juvenil elenco. También es gracias al ritmo vertiginoso que la directora sabe imprimirle, obligando al espectador a no despegar los ojos de la pantalla, para saber cómo va a terminar.



Los demás elementos característicos de la Coppola – iluminación, una banda sonora espectacular, el uso de color y las jóvenes actrices que llevan el peso de todo en ellas mismas – funcionan a la perfección, para que sea posible recordar que en el cine de verano no es único requisito el derroche de efectos especiales y de excesos tecnológicos, muchas veces la historia más sencilla – y por más descabellada que parezca, real – puede ser igualmente irresistible. Todo depende del talento que se ocupe de ella y obviamente, a la directora le sobra.

Ladrones de la fama/The Bling Ring
Con Emma Watson, Katie Chang, Gavin Rossdale y Kirsten Dunst
Dirige Sofia Coppola
EU 2013





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Visiones de... DAVID GUZMÁN sobre dos films de Patrice Leconte

En esta ocasión l@s invitamos a compartir las apreciaciones de David Guzmán sobre dos películas representativas de la obra del cineasta francés Patrice Leconte.

Se trata de las cintas:

 
y
 

Con una trayectoria profesional de casi 40 años y más de una veintena de filmes, Leconte es uno de los selectos directores egresados del Instituto de Altos Estudios Cinematográficos, la escuela de cine francesa de prestigio internacional. Dentro de este grupo exclusivo al que pertenece Patrice Leconte se suman personalidades como Theo Angelopoulos, Alain Corneau, Louis Malle, Francois Ozon y Volker Schlöndorff.

En el contexto fílmico mexicano, David Guzmán es uno de los pocos conocedores que han profundizado con seriedad en el canon cinematográfico de Leconte. Ante la grave ausencia de textos y artículos en México que analicen con cuidado la obra del cineasta francés, la visión de David Guzmán duplica su valor ante los ojos de las y los cinéfilos.


Por un lado, su conocimiento de la obra de Leconte le permite hacer una serie de correlaciones y observaciones novedosas sobre las películas. Ese mismo conocimiento, aunado a un estilo ligero y coloquial, le permite divulgar lo mejor de la obra de este autor francés.

Por estas razones, Cine Visiones ofrece a sus lectoras y lectores dos textos de David Guzmán que funcionan perfecto para quienes desean entrar al universo fílmico de Patrice Leconte por primera vez; para quienes ya conocen su obra o algunas de sus cintas, es una oportunidad excelente de enriquecer el punto de vista y la opinión propia en un diálogo con uno de sus mejores estudiosos en el ámbito latinoamericano.

¡Que disfruten su lectura!








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Natalia Beristáin y Mariana Gajá. Dilemas y paradojas de nuestro cine

Miguel Cane.

Considerada con razón como una de las grandes sorpresas del pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, y con una gran acogida en el circuito internacional, No quiero dormir sola, filme dirigido y escrito por Natalia Beristáin (México DF, 1981) y protagonizado por Mariana Gajá (México DF, 1976) y Adriana Roel, llega a la cartelera comercial nacional este fin de semana auspiciada por el reconocimiento de la crítica y el público que la ha visto. Cinta de corte muy personal, el debut de Natalia, hija y nieta de actores, es un trabajo valiente y emotivo que da sustento a la interpretación de dos espléndidas actrices en la escena actual y revela a una directora que es ya una realidad.


Adriana Roel, Natalia Beristáin y Mariana Gajá.

¿ES DIFÍCIL SER DIRECTORA DE CINE EN MÉXICO Y MÁS AÚN EN EL TERRENO INDEPENDIENTE?
NB: Creo que tener clara la imagen de “voy a ser directora de cine” es complicada. Una vez estando ahí, la verdad es que tengo que ser honesta y decir que a mí en lo particular no me ha tocado discriminación por ser mujer. Mi generación tuvo la fortuna de que antes de nosotras hubiera varias mujeres pisando duro y abriendo camino (Matilde Landeta, Marcela Fernández Violante, María Novaro, Busi Cortés, Marise Sistach...); y ahora nos toca la responsabilidad de lograr que ese camino que se nos dio en charola de plata siga ahí, y con mayores ventajas para las que vienen detrás.


Natalia Beristaín.

ESTA ES UNA CINTA CON ELEMENTOS MUY PERSONALES: LA NIETA QUE REDESCUBRE A SU ABUELA Y LAS RESPONSABILIDADES ANTE LA ENFERMEDAD. ¿CÓMO FUE EL PROCESO CREATIVO?
NB: Fue muy natural, probablemente porque partía de un tema tan personal. En mi caso, en lugar de que se volviera una situación complicada en donde la autocensura pudiera aflorar, más bien me sirvió para sentirme a mis anchas porque conocía el tema casi desde la piel, y eso facilitaba muchísimo todo a la hora de trabajarlo.

¿QUÉ TE LLEVÓ A LA ELECCIÓN DE MARIANA GAJÁ Y ADRIANA ROEL?
NB: En el caso de Mariana tuve la suerte de conocerla como actriz en escena, después trabajamos juntas en mi tesis —Pentimento— y después, como amiga. Desde que empecé a pensar en el largometraje, Mariana estuvo en mi cabeza para hacer a Amanda. El caso de Adriana fue algo más complejo. El personaje de Lola está inspirado en mi abuela, Dolores Beristáin, guapísima y reconocida actriz, entonces cuando empecé a darle forma al guión durante mucho tiempo tuve la duda de si mi propia abuela podría “interpretarse a sí misma”, pero mi abuela era mayor y estaba muy frágil de salud y finalmente, un año antes que pudiéramos filmar, falleció; entonces tuve una especie de pequeña crisis y pase varios meses pensando en que nadie más podría hacerlo. Pero vi a Adriana Roel en un homenaje a Victor Hugo Rascón Banda y se me abrió el horizonte, en ese momento supe que sería ideal y me dediqué a cortejarla un poquito con el personaje que ya existía.


Natalia Beristáin, Adriana Roel y Mariana Gajá.

¿CÓMO ENTRA MARIANA GAJÁ EN LA PIEL DE UN PERSONAJE TAN COMPLEJO COMO AMANDA?
MG: Con delicadeza y el oído bien abierto. Amanda tiene cosas de Natalia, cosas mías y cosas de ella, como personaje, que son las que más me interesaba descubrir. Con paciencia y rigor, leyendo y releyendo el guión. Lo hablé con Natalia, hicimos trabajo en mesa, así Amanda empezó a aparecer, a cobrar vida.

AMBAS MUJERES TIENEN MÁS DIMENSIONES DE LAS HABITUALES EN CINTAS DE ESTE TIPO. ¿FUE UN RIESGO EXPONER TANTO EN ELLAS?
NB: Creo que no; no vi otra manera de contar la historia que me importaba. La historia es muy sencilla, entonces, si no estaba recubierta de la densidad y profundidad de sus personajes, creo que difícilmente habríamos llegado a un buen fin.

MARIANA, HAS HECHO MUCHO TEATRO Y TELEVISIÓN. ¿EN QUÉ SE DIFERENCIA ACTUAR EN CINE PARA UNA INTÉRPRETE COMO TÚ?
MG: Actuar para cine es muy distinto, y no tengo tanta experiencia. Estaba muy nerviosa, porque es mi primer rol protagónico en cine, pero Natalia es una directora muy inteligente y sutil, sabe bien cómo trabajar con el actor; fue una gran guía. A diferencia del teatro o de la televisión, en el cine todo es más contenido, la expresión no necesita ser tan grande ni la voz tan clara y articulada. Todo es mucho más sutil, sin perder en ningún momento la intensidad. Sé que aún me queda mucho que aprender. Ojalá con este proyecto se abran muchas puertas para hacer más cine y poder crecer en ese lenguaje.

DESPUÉS DEL RECORRIDO QUE HAN TENIDO EN EL CIRCUITO INTERNACIONAL, ¿ES UN BUEN MOMENTO PARA EL CINE MEXICANO? ¿HAY UN PÚBLICO QUE LO VE?
NB: Creo que es un poco paradójico; por un lado es un gran momento para el cine mexicano. Los grandes festivales del mundo siempre están a la expectativa de lo que hacemos y es sabido que varios de los premios más importantes del mundo en los últimos años llegaron a manos de mexicanos. Además, el número de producciones ha aumentado considerablemente en los últimos 10 años y cada vez aparecen más nuevos cineastas. Ahora bien, la historia en casa es muy distinta; aunque somos el quinto país que más consume cine en el mundo, estos números no necesariamente se reflejan en las pantallas que exhiben cine nacional. Las razones son varias y muy diversas, pero reducir el problema a que el público mexicano no está interesado en ver cine nacional o, peor aún, a que está solo interesado en ver cierto tipo de películas que son las que generan más taquilla, me parece absurdo. Quizá deberíamos de hablar de la (mala) legislación y de la falta de voluntad política para que las películas mexicanas ganen los espacios que se merecen.
MG: Creo que es increíble que una película tenga tan buen recibimiento en festivales, hace que el público tome interés en nuestra historia y se haga ruido en torno a ella. Ahora llegó el momento de que vayan a verla. Personalmente creo que el cine mexicano está en un buen momento, hay muchas películas, mucho talento y empiezan a tocar temas universales, historias con las que personas, tanto en Australia o en Querétaro, se sienten identificadas. No quiero dormir sola es una de ellas.

LUEGO DE UN PROYECTO TAN IMPORTANTE, ¿CUÁL ES EL SIGUIENTE PASO?
NB: Seguir trabajando. Aprovechar la ola en la que nos deja esta película para seguir nadando mar arriba. Sin detenernos.
MG: Yo tengo muchos deseos de seguir haciendo cine, espero que esta película continúe abriéndonos puertas y nos lleve a levantar otros proyectos en los cuales participar. Por otro lado, sigo con deseos de seguir haciendo teatro. Ha sido mi pasión en la vida y lo gozo infinitamente.


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4 jul 2013

Bradley Cooper. “Estoy de moda, pero volveré a ser anónimo”

Miguel Cane.



En poco menos de una década, Bradley Charles Cooper (Philadelphia, 1975) ha ido subiendo escaños en el mundo de la fama: desde sus primeras apariciones en teleseries como Alias y Jack & Bobby, y pasando por papeles secundarios en numerosas cintas. Fue a partir de 2009, con la primera parte de la trilogia ¿Qué pasó anoche? (The Hangover) que demostró dos cosas: un talento maleable y versátil, y el carisma suficiente para sostener una película como imán de taquilla. Esto lo ha llevado a trabajar codo a codo con figuras como Robert DeNiro, Jeremy Irons, Ryan Gosling o Jennifer Lawrence, junto con quien fue nominado a un Oscar este año por Los juegos del destino.



No obstante sus bonos tan altos, Cooper busca mantenerse sencillo, jovial y con los pies en la tierra, y alterna cine comercial con filmes independientes. Recientemente estuvo en carteleras El lugar donde todo termina, en la que encarna a un policía atormentado, y ahora se estrena en México la cinta final de la trilogía que lo lanzó a la fama, en la que vuelve a un rol de comedia. “Ha sido un año muy movido”, señala, y tras terminar otros proyectos que ya están filmados, este verano le toca descansar por primera vez en largo tiempo.



HA SIDO UN AÑO AGITADO PARA TI: NOMINACIÓN AL OSCAR, RODAJE EN TORONTO, EL ESTRENO DE LA NUEVA ¿QUÉ PASÓ ANOCHE?
Sí (sonríe) lo sé. La verdad es que me siento muy afortunado y estoy viviendo un año increíble. Pero definitivamente también necesito unas vacaciones y este verano me toca. La idea de tener tres meses de no hacer nada, literalmente nada, me parece maravillosa. Un poco un espejismo, porque ya tengo otras cosas alineadas, pero maravillosa idea de todos modos (ríe).

AL MENOS EL RODAJE DE ESTA TERCERA PARTE DEBIÓ SER DIVERTIDO.
Es cierto, lo fue. ¿Sabes que ahora en Las Vegas hay imitadores que van por ahí vestidos como los personajes? Zach (Galifianakis su coestrella) los vio y se tomó fotos con ellos. Fue muy divertido. Creo que lo mejor es que seguimos siendo el mismo grupo de amigos y esta es la última película de la saga. Nuestros personajes vuelven a reunirse, pero, a diferencia de las otras, aquí no reconstruimos nuestros pasos y no hay lagunas. Lo que sí hacemos es mirar hacia el futuro, para tener una aventura por última vez.



¿LA ÚLTIMA, DE VERDAD? ¿NO HABRÁ PARTE 4?
No. Todd Philips, el director, invirtió seis años de su vida haciendo la trilogía. De hecho, cuando hicimos la primera, jamás pensamos que habría otras, y es hora de que siga con otros proyectos y nosotros también. Volvimos con Todd a hacer esta tercera parte por amistad, por lealtad y cariño a los personajes pero esta historia ya se contó. Ahora él quiere dirigir otras historias y me parece excelente. Espero colaborar con él de nuevo, porque fue genial.

¿A TI TE GUSTARÍA DIRIGIR?
Sí, siempre he querido dirigir. Incluso cuando empecé a estudiar arte dramático pensaba en que un día me gustaría hacerlo. Mira, a mí me marcó mucho El hombre elefante, y no solo por la magnífica actuación de John Hurt, sino por la dirección de David Lynch. Aluciné con su proceso de contar historias, y eso también me inspiró para querer dirigir. El cine implica mucha colaboración, he sido productor ejecutivo de varias películas y me gusta inmiscuirme en todas las facetas. Me encanta colaborar con el director, como en este caso Todd, que integra a los actores a su proceso de dirección, y me gusta también implicarme en el proceso de edición si me lo permiten, y, en realidad aprendo mucho. Eso es lo que realmente me importa.



TAMBIÉN HACES CINE INDEPENDIENTE, ES IMPORTANTE ESE BALANCE PARA TI.
De hecho sí. Los juegos del destino y El lugar donde todo termina, por ejemplo, se hicieron de manera independiente y me han dado muchas herramientas para crear personajes complejos. En El lugar donde todo termina, aprendí mucho. La actuación de Ryan Gosling es fantástica y creo que Eva Mendes nunca ha estado tan bien. Es una historia oscura en la que mi personaje es alguien muy contenido, casi no dice nada, todo va mucho por dentro. Fue una gran película. He sido afortunado en mis proyectos; tanto los independientes como los comerciales. Me gusta poder compaginarlos, pasar de uno a otro. Ambos estilos de hacer cine, pueden ser muy satisfactorios.

¿CÓMO LLEVAS EL INCREMENTO DE LA FAMA? ¿TE CAUSA COMPLICACIONES?
En absoluto. Verás, cuando yo era mucho más joven y apenas iba empezando a figurar, había hecho algún capítulo de Sex & The City —que fue mi primer trabajo, te hablo de hace casi 15 años— y otras cositas, la gente empezó a decirme: “Tu cara me suena, ¿eres actor?”, y me encantaba. Pero también, siendo joven y sin experiencia, me lo creí y tuve mis momentos de creerme que era la gran cosa y la fama se me subió a la cabeza. Por suerte, tengo amigos y familiares que me trajeron de vuelta a la realidad y me recordaron que no soy absolutamente mejor que nadie. Sí, ahora me conocen más y me toman fotos y hay más gente que se acerca en restaurantes y aviones y quieren hablarme. Está bien, comprendo que es parte de todo y que ahora tengo suerte, porque estoy de moda, porque mi trabajo se ve. Pero todo tiene una fecha de caducidad y un día volveré a ser anónimo. La fama es relativa y no tiene por qué regir mi vida.

HAZ LLEGADO HASTA ESTE PUNTO ¿Y AHORA QUÉ SIGUE?
Mi plan inmediato, es disfrutar del verano vagabundeando por Europa, y en octubre, volver a rodar. Hay proyectos con varios directores; uno con Cameron Crowe, escrito por él, en el que trabajaré junto a Emma Stone. Estoy muy contento. Y otros proyectos en puerta de los que no puedo hablar aún. Pero está bien, me entusiasma poder seguir trabajando. Y quién sabe, uno de estos días te tomo la palabra y acabaré dirigiendo algo. Seguiré evolucionando, creo que es lo que todos queremos en la vida, ¿no?



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No quiero dormir sola, de Natalia Beristáin

Historia de dos mujeres

Miguel Cane.

Amanda (Mariana Gajá) es una guapa fotógrafa treintañera de hábitos solitarios, que cambia constantemente de amantes, principalmente porque tiene un miedo irracional e inexplicable a dormir sola, aunque también le resulta imposible conectar emocionalmente con los demás en su entorno.

Repentinamente, se encuentra con la responsabilidad de tener que cuidar a su alcohólica e ingobernable abuela de 83 años llamada Lola (Adriana Roel), quien vive en el delirio por sus viejos días de gloria, en los que fue una estrella de cine, pero ahora vive prácticamente en el abandono. Tras el encontronazo entre ambas, los roles se invierten gradualmente y Amanda se convierte en el adulto que debe cuidar al más frágil, aunque descubre que en Lola hay mucho más de lo aparente a simple vista.



En su ópera prima, la directora mexicana Natalia Beristain – que como hija y nieta de actores creció prácticamente en la escena – presenta un interesante doble juego de espejos. Primero, el que se sucede entre sus protagonistas, cuando Amanda se ve reflejada en su abuela y piensa no sólo en sus decisiones personales sino en el inexorable paso del tiempo. Segundo, el juego de espejos entre el personaje de la Lola y la gran actriz que es Adriana Roel, que con sutileza y elegancia, hace una creación completa de su personaje, que conforma el complemento ideal con su compañera.



La directora consigue un ritmo que fluye y convierte a las diversas locaciones en el DF, una parte importante de la historia que cuenta, misma que se siente genuina y no pierde el interés. Realizada con un presupuesto modesto – algo insólito en esta época de grandes efectos, robots, monstruos, etcétera – pero con una gran intuición, esta película apela al espectador que busca algo que no sólo le entretenga, sino que le aporte algo a posteriori. Es un filme sólido, con momentos muy bien logrados, una construcción a veces solemne pero emotiva (más no sensiblera) y un par de estupendas actrices que logran proyectar una gozosa complicidad en pantalla.

Tras su primera exhibición en el festival de Morelia, No quiero dormir sola ha tenido un éxito notable en el circuito internacional de festivales y ahora llega a cartelera para presentar el trabajo de una directora que trasciende ya la promesa y amerita que el público se acerque y la descubra tal como es.

No quiero dormir sola
Con Mariana Gajá y Adriana Roel
Dirige: Natalia Beristáin
México 2012





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