Milagro y Magia
Miguel Cane.
En su película número 47, estrenada a cuarenta y cinco años de Robó, huyó y lo pescaron, Woody Allen retoma un tema que le apasiona desde la infancia, la magia: Magia a la luz de la luna se ambienta en los años 20, y gira en torno al célebre Stanley Crawford (Colin Firth), uno de los magos más respetados de su tiempo que como Harry Houdini, ha hecho su misión en la vida desenmascarar a los farsantes — como el impresionante ilusionista chino en la primera escena — a los que considera estafadores.
Es con este fin que Stanley viaja al sur de Francia a encontrarse con Sophie Baker (Emma Stone), una hermosa joven que posa como médium y que posiblemente tenga el plan de sacarle hasta la risa a una familia de millonarios. A pesar de su habilidad para descubrir fraudes, al conocerla, Stanley no podrá resistirse a su encanto y se enamorará de ella, aunque represente la posibilidad de su propia ruina — tema que Allen ya había presentado en cintas como Manhattan, Hannah y sus hermanas o el clásico La rosa púrpura del cairo.
El filme es ágil, simpático, realizado con una inusual ternura, después de la brutal golpiza que representó Blue Jasmine: Los personajes son esos románticos empedernidos y esperpénticos que le gustan al director, son inteligentes y a la vez, entrañablemente extravagantes; ciertamente este es un territorio cómodo para Allen y aquí no hay nada rompedor: no está la ironía ni la crueldad de su última cinta; aquí Firth y, sobre todo, Miss Stone, se mueven con solvencia y un excelente sentido de la comedia. Allen ya es mayor y este es un obvio trabajo de madurez y cierta nostalgia, en el que abundan preciosas vistas de la campiña francesa (cortesía de la impresionante cámara de Darius Khondji) y primeros planos de su actriz protagónica, que sabe encantar, como es natural.
Para Allen la magia, que lo obsesionó tanto como el jazz, cuando era niño, es el tercer elemento central después de los personajes y la locación. Con guiños a las raras comedias de Bergman — Un verano con Mónica y, evidentemente, El Mago —, a las fabulosas screwball comedies de Howard Hawks y Billy Wilder, y al cine de Jean Renoir, el director celebra y se celebra en un año récord; su filmografía es rica y contrastante y sigue contando lo que quiere contar. El público promedio quizá encuentre la cinta lenta o un poco anticuada (propositivamente es así) mientras que aquellos que aman su trabajo, saben que les espera una velada deliciosa.
Magia a la luz de la luna / Magic in the Moonlight
Con Colin Firth, Emma Stone, Eileen Atkins, Jacqui Weaver y Marcia Gay Harden
Dirige Woody Allen
EU/Francia 2014