…es un colectivo de directores de cine fundado en Copenhague, Dinamarca, en la primavera de 1995.
DOGME 95 tiene el objetivo expreso de contrarrestrar “ciertas tendencias” del cine actual.
En 1960 era suficiente. El cine estaba muerto y pedía una resurrección. La meta era la correcta pero no los medios. La Nueva Ola probó ser una ondita que llegó a la playa y se convirtió en nada. Los slogans de individualismo y libertad crearon obras por un tiempo, pero no cambios. La ola se prestaba a saqueos, como los mismos directores. La ola nunca fue más fuerte que los hombres que estaban detrás de ella. El cine antiburgués se volvió burgués. Porque los fundamentos sobre los que se basaron sus teorías eran la percepción burguesa del arte.
El concepto de autor era romanticismo burgués desde el inicio y, por lo tanto… falso.
Para DOGME 95 el cine no es individual.
Hoy está rugiendo una tormenta tecnológica, cuyo resultado será la democratización última del cine. Por primera vez, cualquiera puede hacer películas. Pero mientras más accesibles se vuelven los medios, es más importante la vanguardia. No es un accidente que la palabra “vanguardia” tenga connotaciones militares. La respuesta es disciplina… debemos ponerle uniforme a nuestros films, porque el film individual será decadente por definición.
DOGME 95 se opone al film individual con el principio de presentar una serie de reglas conocidas como EL VOTO DE CASTIDAD.
En 1960 fue suficiente. El cine había sido maquillado hasta morir, dijeron; sin embargo, desde entonces el uso de los cosméticos ha explotado.
La tarea ‘suprema’ de los cineastas decadentes es engañar a la audiencia. ¿De eso es de loque estamos tan orgullosos? ¿Eso es lo que nos han traido los ‘Cien Años’ ? ¿Ilusiones a a través de las cuáles se pueden comunicar las emociones? ¿Por la elección libre del artista individual del trucaje?
La predictibilidad (dramaturgia) se ha vuelto el becerro de oro alrededor del cual bailamos. El que la vida interna de los personajes justifique la trama es demasiado complicado, y no es “gran arte”. Como nunca antes, la acción superficial y la película superficial están recibiendo todas las alabanzas.
El resultado es estéril. Una ilusión de catársis y una ilusión de amor.
Para DOGME 95 el cine no es ilusión.
La tormenta tecnológica está rugiendo y su resultado es la elevación de la cosmetología a ser Dios. Al usar nueva tecnología, cualquiera puede lavar los últimos granos de la verdad en el mortal abrazo de las sensaciones. Las ilusiones es todo lo que el cine puede esconder detrás.
DOGME 95 contrarresta el cine de ilusión con la presentación de una serie de reglas indiscutibles conocidas como VOTO DE CASTIDAD.
VOTO DE CASTIDAD
“Juro someterme a la siguiente serie de reglas, establecidas y confirmadas por DOGME 95.
1. El rodaje debe ser hecho en locación. No se deben llevar utilería y sets (si se necesita utilería en particular por la historia, se debe escoger una locación donde se encuentre dicha utilería.
2. Nunca debe producirse el sonido aparte de las imágenes o viceversa. (La música no debe usarse a menos que ocurra en la escena que se está filmando.
3. La cámara debe ser a mano. Cualquier movimiento o inmovilidad que se obtenga a mano es permitida. (El film no debe ocurrir donde la cámara está parada; el rodaje debe ocurrir donde el film tiene lugar).
4. El film debe ser en color. No es aceptable la iluminación especial (Si hay poca luz para la exposición, la escena debe cortarse o una sola lámpara debe añadirse a la cámara.
5. Los trucos ópticos y los filtros están prohibidos.
6. El film no debe contener acción superficial (No deben ocurrir asesinatos, ni verse armas, etc.).
7. Se prohibe la alienación temporal y geográfica. (Es decir, el film ocurre aquí y ahora).
8. No se aceptan películas de género.
9. El formato del film debe ser el de 35 mms. Académico.
10. El director no debe tener crédito.
Más aun, juro como director abstenerme del gusto personal. Ya no soy más un artista. Juro abstenerme de crear una “obra”, mientras considero más importante al instante que al todo. Mi meta suprema es forzar la verdad fuera de mis personajes y locaciones. Juro hacer ésto con todos los medios disponibles y a costa de cualquier buen gusto y consideraciones estéticas.
Así, hago mi Voto de Castidad.
Copenhague, lunes 13 de marzo de 1995
A nombre de DOGME 95
Lars von Trier y Thomas Vinterberg