Miguel Cane
Las cosas han cambiado para Don Alejandro de la Vega (Antonio Banderas), alias “el Zorro”, desde que se casó con la despampanante Elena (Catherine Zeta-Jones, cuya sola presencia justifica la existencia de esta película), ya que le está costando mucho trabajo adaptarse a la vida familiar, no conoce bien a su hijo Joaquín (Adrián Alonso, Al otro lado) y la aparición de un tal Armand (Rufus Sewell, al que sólo le falta un letrero que diga “éste es el malo”, igual sucede con Raúl Méndez, especialista en hacerla de villanazo) hace que el matrimonio no sólo entre en crisis, sino que obliga al héroe a ponerse capa y antifaz para defender a la vieja California, en un momento clave de su historia.
Siete años después del éxito que fue La Máscara del Zorro – no fue aquella cosa de dimensiones espectaculares, pero ciertamente fue el estirón que necesitaba para afianzar su carrera la Zeta-Jones- el mismo equipo regresa a la misma locación mexicana a tratar de hacer una secuela que esté a la altura de las aventuras originales, pero, además de que sin Anthony Hopkins falta una pieza importante, la verdad es que a nivel guión y desarrollo, esta secuela es más de lo mismo, y algo pasadita de tueste – por ejemplo, la añadidura del chiquillo a la aventura como el pretexto ideal para atraer a familias con niños a la taquilla y la innecesaria y barata transformación del caballo en un simple payaso (¡Fuma y eructa! Perdón, pero esto resulta demasiado estúpido como para ser aceptable, aún en una película como ésta).
El bastante capaz neozelandés Martin Campbell repite como director y es realmente muy habilidoso para coreografiar sus secuencias de acción (la del tren, por ejemplo, que sostiene el balance correcto de suspenso/acción todo el tiempo; no en balde hace cintas del 007), lo que mantiene la película entretenida, junto con el trabajo de los actores que, de verdad uno espera se hayan divertido tanto en realidad como parece (al menos Banderas parece haber disfrutado el haber vuelto al antifaz y la espada), además que la química entre los actores principales es tan buena como en la original, por lo que resulta irritante que la mayor parte de la película ande cada uno por su lado, lo que hace que a veces la trama sea innecesariamente lenta.
La Leyenda del Zorro cuenta con un buen trabajo de fotografía por parte del estupendo Phil Meheux, que también se encargó de iluminar cuidadosamente la primera parte (se nota que le tiene cariño a la Zeta, que luce suprema aquí y en cuanta película ha hecho con él) y no es realmente mala, pero si se mira todo el conjunto – que incluye una aparición de Pedro Armendáriz Jr. (casi de cajón en cintas de este estilo, dios sabe por qué: Armendáriz merece más) y la aparición de la guapetona Giovanna Zacarías, que ha estado haciendo cosas en EU- en realidad el resultado es una fiesta de efectos con un guión flojo y medio bobo (cortesía de los creadores de ese bodrio llamado La Isla) que culmina con una sensación al salir de la sala que equivale a encogerse de hombros y decir “¿y qué?” antes de olvidarla por completo y para siempre.
La Leyenda del Zorro/Legend of Zorro
Con: Antonio Banderas, Catherine Zeta-Jones, Adrián Alonso, Rufus Sewell y Raúl Méndez
Música: James Horner. Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman. Dirige: Martin Campbell
(Estados Unidos, 2005)
Las cosas han cambiado para Don Alejandro de la Vega (Antonio Banderas), alias “el Zorro”, desde que se casó con la despampanante Elena (Catherine Zeta-Jones, cuya sola presencia justifica la existencia de esta película), ya que le está costando mucho trabajo adaptarse a la vida familiar, no conoce bien a su hijo Joaquín (Adrián Alonso, Al otro lado) y la aparición de un tal Armand (Rufus Sewell, al que sólo le falta un letrero que diga “éste es el malo”, igual sucede con Raúl Méndez, especialista en hacerla de villanazo) hace que el matrimonio no sólo entre en crisis, sino que obliga al héroe a ponerse capa y antifaz para defender a la vieja California, en un momento clave de su historia.
Siete años después del éxito que fue La Máscara del Zorro – no fue aquella cosa de dimensiones espectaculares, pero ciertamente fue el estirón que necesitaba para afianzar su carrera la Zeta-Jones- el mismo equipo regresa a la misma locación mexicana a tratar de hacer una secuela que esté a la altura de las aventuras originales, pero, además de que sin Anthony Hopkins falta una pieza importante, la verdad es que a nivel guión y desarrollo, esta secuela es más de lo mismo, y algo pasadita de tueste – por ejemplo, la añadidura del chiquillo a la aventura como el pretexto ideal para atraer a familias con niños a la taquilla y la innecesaria y barata transformación del caballo en un simple payaso (¡Fuma y eructa! Perdón, pero esto resulta demasiado estúpido como para ser aceptable, aún en una película como ésta).
El bastante capaz neozelandés Martin Campbell repite como director y es realmente muy habilidoso para coreografiar sus secuencias de acción (la del tren, por ejemplo, que sostiene el balance correcto de suspenso/acción todo el tiempo; no en balde hace cintas del 007), lo que mantiene la película entretenida, junto con el trabajo de los actores que, de verdad uno espera se hayan divertido tanto en realidad como parece (al menos Banderas parece haber disfrutado el haber vuelto al antifaz y la espada), además que la química entre los actores principales es tan buena como en la original, por lo que resulta irritante que la mayor parte de la película ande cada uno por su lado, lo que hace que a veces la trama sea innecesariamente lenta.
La Leyenda del Zorro cuenta con un buen trabajo de fotografía por parte del estupendo Phil Meheux, que también se encargó de iluminar cuidadosamente la primera parte (se nota que le tiene cariño a la Zeta, que luce suprema aquí y en cuanta película ha hecho con él) y no es realmente mala, pero si se mira todo el conjunto – que incluye una aparición de Pedro Armendáriz Jr. (casi de cajón en cintas de este estilo, dios sabe por qué: Armendáriz merece más) y la aparición de la guapetona Giovanna Zacarías, que ha estado haciendo cosas en EU- en realidad el resultado es una fiesta de efectos con un guión flojo y medio bobo (cortesía de los creadores de ese bodrio llamado La Isla) que culmina con una sensación al salir de la sala que equivale a encogerse de hombros y decir “¿y qué?” antes de olvidarla por completo y para siempre.
La Leyenda del Zorro/Legend of Zorro
Con: Antonio Banderas, Catherine Zeta-Jones, Adrián Alonso, Rufus Sewell y Raúl Méndez
Música: James Horner. Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman. Dirige: Martin Campbell
(Estados Unidos, 2005)