Esta deliciosa comedia de humor negro (¡negrísimo!) es uno de los secretos mejor guardados de este verano y no debería ser así: la trama es ingeniosa, las actuaciones de primera, y definitivamente, amerita que un mayor público la vea, aún pese al rutinario título que le ha endilgado la poco imaginativa distribuidora: Sálvese quien pueda es mucho más interesante de lo que parece y si le entran con gusto, saldrán muy satisfechos.
Dirigida por Niall Jonson (El Gran Cambiazo), esta es una comedia británica de estilo típico, pero implicaciones más ácidas de lo esperado, situada en una de esas preciosas aldeas de la campiña inglesa donde autores como Agatha Christie suelen situar sus novelas de misterio.
En la pintoresca población de Little Wallop habita el reverendo Walter Goodfellow (Rowan Atkinson, Mr. Bean) tan despistado y obseso con su trabajo, que “no pela” a su guapa y bastante ardorosa esposa, Gloria (la siempre fascinante Kristin Scott-Thomas), ni a sus hijos, la bastante desinhibidita Holly (Tamsin Egerton) y el tímido Peter (Toby Parkins).
Como bien reza el refrán, el que tenga tienda, que la atienda y en vista del éxito obtenido, Gloria deja que le haga ojitos el marrano golfista americano Lance (Patrick Swayze, en una interpretación de sangre pesada que le sale muy natural), que le da clases particulares y quiere algo más… y no sólo con ella.
Es entonces que aparece en escena la enigmática pero eminentemente adorable Grace Hawkins (la regia Maggie Smith), ama de llaves que parece tener una respuesta para todos los problemas de la familia: Walter aprende a relajarse y a encontrar su lado amable, el perro latoso que no deja descansar a Gloria, de un día para otro deja de ladrar; Holly deja de ser tan aventada y Toby comienza a sentirse más seguro de sí. Ahora lo único que falta es lograr reconciliar a la pareja, aún si para lograrlo, Grace deba valerse de métodos muy poco ortodoxos. Pronto, la cinta se deja ver como una farsa filosa y muy entretenida, que lleva de la carcajada al escalofrío, muchas veces en la misma escena.
La verdadera estrella en este filme es Maggie Smith, que con absoluta sencillez se roba cada una de sus escenas como una mujer amorosa y dedicada, que ha guardado un seceto por más de cuarenta años, aunque sería incapaz de hacerle daño a nadie… sin una buena razón para ello. En una era en que se ha perdido la sutileza para contar historias en el cine, es refrescante encontrar una cinta que toma todos los elementos – incluyendo algunos realmente violentos- de su trama y los maneja con elegancia, pensando en el espectador y haciéndolo cómplice, al revelarle desde la primera secuencia elementos que los propios personajes desconocen. Johnson trabaja estupendamente los detalles de su formula y junto con un reparto de primera se esmera para entretener al público, que saldrá encantado de la sala, después de pasar los últimos noventa minutos elucubrando para encontrarse una buena sorpresa hacia el final.
Sálvese quien pueda/Keeping Mum
Con Maggie Smith, Kristin Scott-Thomas, Rowan Atkinson y Patrick Swayze.
Dirige: Niall Johnson
Reino Unido 2005