Tras dos películas que resultaron más bien fallidas (Cruzada y Un buen año) el inglés Ridley Scott regresa a las pantallas con una apuesta más segura, en territorios que maneja muy bien: la acción y el suspenso, en Gángster Americano, con un cartel de primera línea, encabezado por Russell Crowe – que se ha convertido en uno de sus actores de cabecera- y Denzel Washington.
La cinta, inspirada en personajes y acontecimientos reales, funciona como una mirada a una época no muy lejana en las corporaciones policiacas y criminales de Nueva York; ambientada en los años 70, la trama gira en torno a Frank Lucas (Washington), un hombre que prácticamente de la nada se erige como el capo de la mafia negra del célebre barrio de Harlem, y el detective Richie Roberts (Crowe), un policía de Nueva Jersey, que trata de descubrir quiénes son las cabezas en una sofisticada red de tráfico de estupefacientes, traídos de las selvas vietnamitas con la cooperación (desconocida) del ejército.
Violenta, efectiva y cargada de testosterona, la cinta sirve como un escenario para que los dos actores principales se luzcan y lo consiguen, si bien tienen en contra el hecho de que están interpretando a personajes muchos años menores que ellos – en el caso de Washington, casi veinte años- y por momentos, esto se nota. A manera de soporte, el reparto ofrece estupendos retratos por parte de actores como el anglo-nigeriano Chiwetel Eijofor, que interpreta al hermano menor y lugarteniente de Lucas, Josh Brolin como un agente corrupto de la policía de Nueva York y la veterana actriz Ruby Dee, que se roba sus escenas como la inocente matriarca de la familia criminal, opacando inclusive a Washington durante una climática confrontación con él.
El guión, del experimentado Steven Zaillian (Pandillas de Nueva York, La Lista de Schindler) es suficientemente sólido, como para resistir una exploración severa y aunque tiene algunas lagunas bastante visibles, logra sortearlas con gracia: el principal objetivo de la historia es mostrar la cacería del criminal por parte de un hombre honrado aunque con debilidades – un punto importante que define al personaje de Crowe- y lo consigue, en tanto se las ingenia para mostrarnos a ambos en una escala de grises que busca evitar los estereotipos, algo que es muy común en cintas de este género.
Scott dirige de nuevo con brío, sin perder el ritmo y el estilo que lo han distinguido desde su debut hace treinta años con Los Duelistas: rápido movimiento de cámara, edición vertiginosa, tomas amplias y una atmósfera inquietante que se puede volver íntima en una toma, para saltar a lo frenético en la siguiente. Sus actores cumplen, y la cinta se deja ver, especialmente para los espectadores que siguen fielmente al director y que aprecian las tramas violentas y brutales, mas no carentes de sutil ironía, que sabe plasmar tan bien en su trabajo. Gángster Americano no está en la misma liga de Los Infiltrados, pero tampoco decepciona; atrapa desde el principio y dejará al espectador satisfecho, algo que parece una proeza cada vez más difícil de lograr, sobre todo en el mundo de Hollywood.
Gángster Americano/American Gangster
Con Denzel Washington, Russell Crowe, Chiwetel Eijofor, Josh Brolin, Lymari Nadal, Ted Levine y Ruby Dee.
Dirige: Ridley Scott.
Estados Unidos, 2007
