27 jun 2010

Kristen Stewart, tal como es

En la transición de actriz infantil a estrella ha tenido mucha suerte. Sin embargo, la protagonista de la saga Crepúsculo no se duerme en sus laureles y acumula nuevas propuestas de trabajo.

Miguel Cane




Aunque debutó en el cine a los 11 años y había participado en películas conocidas como La habitación del pánico, dirigida por David Fincher y protagonizada por Jodie Foster; Hacia rutas salvajes, dirigida por Sean Penn, y el thriller de terror Los mensajeros, Kristen Stewart ha encontrado en la exitosa y millonaria saga basada en las novelas de Stephenie Meyer —Crepúsculo, Luna nueva y Eclipse— la gran oportunidad de convertirse en estrella. Su papel de Bella Swan la ha convertido en ídolo de adolescentes de todo el mundo. Sin embargo, Kristen no ha dejado que su carrera se estanque y ha participado en otros filmes, como Adventureland, de Greg Mottola, donde comparte pantalla con Ryan Reynolds y Bill Hader. Aunque tiene sólo 19 años, las propuestas de trabajo se acumulan en la mesa de su agente, lo que revela que el suyo es uno de los rostros más solicitados, como lo deja ver su participación en Eclipse, tercera cinta de la saga, que se estrena como novedad este verano.




MC: Esta es la tercera vez que haces de Bella... ¿dirías que ya tienes dominado al personaje?
KS: Sí, aunque yo no tengo esa especie de capacidad esquizofrénica que logran algunos actores cuando parece que se convierten en otra persona completamente distinta. Eso es algo que todavía no he hecho, pero si asumes la experiencia vital de un personaje y sus características en general, siempre es fácil que las adoptes. Es realmente difícil no hacerlo. Cuando hago de Bella no siento que sea otra persona distinta. En esencia, esa persona soy yo, es sólo un personaje.

MC: ¿No hay nada de ella con lo que te identifiques, como la idea del amor obsesivo?
KS: Sí he pasado por algo parecido. Incluso si no es el caso, a veces simplemente te obsesionas con la idea de algo, aunque nunca se haga realidad o nunca llegues a hacer frente físicamente a algo así; sí he llegado a estar obsesionada con algunas cosas: proyectos, objetos. Supongo que a todos nos pasa. Sobre Bella te diré que al principio me pareció su propia entidad aparte. Yo soy exageradamente analítica, me cuestiono las cosas mucho más que ella. Bella es así como muy recta, muy sencilla. No se cree la gran cosa, no cree tener nada especial. Cuando llega al pueblo de Forks se pregunta por qué se siente así por Edward, no por qué debería sentirse él así por ella. Se cuestiona a sí misma en ese sentido, pero no cuestiona sus sentimientos. En ese aspecto, me parezco y soy distinta a la vez.




MC: ¿Por qué dirías que la saga Crepúsculo se ha convertido en un fenómeno?
KS: ¿Los libros? Pues creo que leerlos es algo muy voyeurístico. Es muy íntimo y personal, como si te tropezaras con el diario de alguien, con sus sueños más íntimos. Es una minuciosa narración de lo que esta chica piensa en todo momento sobre sus obsesiones y sus fijaciones, que a veces son muy extrañas. Como pasarse todo un capítulo obsesionada por cierto aspecto de la mano de Edward o algo por el estilo. Normalmente no encuentras un libro entero escrito así. Ignoro completamente por qué, pero leer una cosa así resulta extrañamente interesante. Y sobre las películas, pues no sé... supongo que es similar: es como ver lo que te habías imaginado, hecho una realidad. Y si a tanta gente le gustaron los libros, es natural que les gusten las películas y creo que las tres son visualmente muy atractivas. Me gustan.

MC: ¿Qué opinas acerca del fenómeno de los vampiros en esta cultura popular?
KS: Me gusta mucho la idea. Me parece interesante que se remonte tres mil años y aparezca en culturas completamente distintas que por lo general no tenían ninguna relación entre sí. Tienen mitos muy similares en los que unas personas consumen a otras y viven eternamente. Yo no creo en esas cosas. Creo que los vampiros son personajes tristes. No son orgullosos, fuertes o triunfadores. Realmente ocultan lo débiles que son. Resulta extraño tener un villano fuerte que da miedo y que está disminuido emocionalmente. No sé qué tienen. Son sexys, son seductores, porque no los conoces bien. No puedes tenerlos y eso te hace quererlos más.




MC: Pattinson y tú tienen una química fantástica en pantalla. ¿Surgió de manera natural?
KS: Robert y yo somos actores. Todo mundo cree que las escenas de amor son ¡wow! En realidad son muy difíciles, a veces simplemente no se te da la química con ciertas personas, como si, por la razón que sea, simplemente no te gustan. Eso habría sido imposible en este caso. Habría tenido que decir: “Van a tener que conseguir a otra para que haga de Bella, porque no puedo hacerlo”. Sería espantoso. Pero, no sé, esa química es muy difícil de definir. Nos vimos, se dio, y eso era muy importante. Pero no es sólo “oh, bueno, podemos bromear e improvisar diálogos”.

MC: Has declarado que tienes una relación amor-odio con la actuación, que te cuesta mucho actuar.
KS: Exacto. Puede resultar muy pesado cuando se trata del trabajo en sí. A veces resulta doloroso y apabullante, es como si al contar una historia y formar parte de la vida de otras personas se supusiera que ya lo sabes todo; yo nunca me atrevería hacer a algo así. Y sin embargo, si no fuera actriz, no sé qué estaría haciendo... Me costaría mucho ganarme la vida porque soy muy perezosa (ríe). Quiero decir que a veces tengo una ética de trabajo de locos, puedo tener el proyecto adecuado pero me hace falta mucho más que eso. Hace falta mucho para sentirme inspirada.




MC: Eres muy analítica y selectiva, ¿ya eras así desde niña?
KS: Pues desde la escuela, cuando hacía mis trabajos, siempre tenía que hacerlo todo completo, porque no tiene ningún sentido si solamente haces una parte y no lo terminas. Y si no tiene sentido, entonces ¿qué estoy haciendo? Sí, supongo que cuesta más. Hace falta ser cierto tipo de persona, una persona que sea capaz de ignorar ciertas ideas de los demás y opte por ser perfeccionista por ella misma.

MC: Pareces sentirte atraída por papeles de gran intensidad emocional. ¿No te gustaría tomarte un descanso?
KS: (Ríe). Ay, si me fuera a tomar un descanso acabaría haciendo otra película. ¡Me ofrecen muchos proyectos y no sé estar sin hacer nada, aunque sea tan floja! Si vas a trabajar en algo, no tiene por qué tener necesariamente gran intensidad emocional pero, incluso cuando no aparenta tenerla, siempre acaba apareciendo (ríe). Como en esta película, no creí que fuera a resultar tan dura. Sólo vi lo que se apreciaba a primera vista y me gustaba lo interesante que era y lo atractiva que me resultaba. Luego me di cuenta de que tenía mucho en qué pensar y era mucho más complicada de lo que pensaba en un principio. Eclipse es una cinta más madura, es diferente.

MC: ¿De las tres películas de Crepúsculo es ésta la que más te gusta?
KS: Me gustan todas las películas que he hecho. Si no me hubieran gustado desde la propuesta no las hubiera hecho. No soy perfecta, pero me gusta ser fiel a lo que hago. Yo no sé... sólo soy así.

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