14 ago 2010

Pasión en El Cairo / Cairo Time, de Rubba Nadda

Amor entre las Ruinas

Miguel Cane




Las películas protagonizadas por mujeres maduras en escenarios exóticos (Summertime – de David Lean, con Katharine Hepburn, por ejemplo o Shirley Valentine o la espectacular Yes, de Sally Potter) siempre han tenido un nicho en el cine: son historias que sirven para que una actriz – usualmente una notable, de edad madura- tenga la ocasión de brillar en una locación poco habitual.

En el caso del último filme de Rubba Nadda, la cineasta canadiense opta por El Cairo como el escenario para su trama: de este modo lo incorpora como un personaje más, una urbe que oscila entre lo ancestral y lo moderno, entre una cultura mulsumana como occidental, un Cairo que por momentos deja ver aspectos tercermundistas representado esto último en el bullicio de sus calles, en el caos reinante, su edificación que la hace muy similar incluso a una gran urbe como es México, mientras convive con las ruinas de recintos milenarios.




A este lugar llega la elegante y sofisticada Juliette Grant (una radiante Patricia Clarkson), esposa de un diplomático comisionado a la ONU, para descubrirse a sí misma entre sensaciones, emociones y sentimientos sorpresivos. Mark, su marido (Tom McCarmus), no puede verla pues está en misión diplomática en Gaza, por lo cual, deja en manos de su amigo, Tarek Alexander Siddig), un ex-policía, el cuidado de su esposa. Tarek actúa como el anfitrión, protector , guia y ayudante de Juliette. Pronto surgirá una chispa entre ambos: el resultado no es incendiario, sino algo mucho más humano, sosegado y con visos de realidad.




Esta es una película donde el verdadero protagonismo no radica en los papeles que deban cumplir estos actores en si, sino las contradicciones entre un mundo antiguo como moderno contrastado por los afectos, que si bien están a flor de piel, no son permitidos expresarlo tan públicamente. Para ello, Rubba Nadda, reconocida por la agilidad de su ritmo al dirigir, utiliza la técnica expresiva, sea mediante el uso de la voz, muy bien representada en Juliette, como las miradas, el contacto. Por otro lado, están representadas las costumbres mulsumanas, como el rezo al alba, un lugar exclusivo para hombres de negocios que mediante la ingesta del café o té, hacen negocios o simplemente se reúnen, pero las mujeres están vedadas, (claro las mulsumanas, no Juliettte. Esto la inquieta). Es costumbre bailar en las bodas, y es así que cuando un familiar de Tariek se casa, éste la invita a participar en el evento, y vemos como se integra a la cultura mulsumana que aflora en todo momento.



La cinta tiene buena factura y se libera de los clichés de los que abusó Sex & The City 2, al mostrar a Juliette como una mujer sin ningún tipo de prejuicios concernientes al mundo mulsuman, es así que ella se integra a la familia de Tarek, y se involucra emocionalmente con él, dejando de lado la grosera imposición del American Style, algo que vulgarmente hizo la película de Sarah Jessica Parker.

Respetuosa de las tradiciones y atenta a los contrastes, Rubba Nadda hace un trabajo muy logrado y Patricia Clarkson disfruta cada escena: es una actriz formidable y una mujer en plenitud, lo cuál da una dimensión de autenticidad a la trama. Esto no es un filme “ligero”, mas sí optimista. No es simplón ni explota clichés de la “American Woman se redescubre en otro país” (para eso está Julia Roberts con Come, Reza, Ama). Su autenticidad es más refrescante. Algunas veces, un poco de honestidad no le hace daño a una película, como en la extraordnaria Japanese Story (2003, de Sue Brooks, con Toni Collette) y el resultado es que se deja ver y muy bien.

Pasión en el Cairo/Cairo Time
Con Patricia Clarkson, Alexander Sidding, Tom McCarmus y Elena Anaya
Dirige: Rubba Nadda
Canadá/Irlanda/Egipto 2009


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