El Joven Aventurero
Miguel Cane
Cuando los personajes que marcaron infancias de miles de personas a través de un cómic clásico se trasladan a otros formatos como los videojuegos, la TV o la gran pantalla, los retos no son sólo la dificultad de mantener esa magia sino también la de no destruir los recuerdos. Tintín, creado en 1929 por e dibujante belga Hergé, es por lo mismo, uno de los iconos más reconocibles del mundo para varias generaciones. Por lo tanto, el riesgo de trasladarlo con éxito al cien es tan enorme que evidentemente despierta dudas, por mucho prestigio que tengan Steven Spielberg y Peter Jackson. No es cosa fácil no solo contentar a la legiones de fans, también usar la técnica de capture motion (que no siempre queda bien) y además añadirle el toque de 3D que puede incluso afectar, para mal, el resultado final (véase la Alicia de Burton como ejemplo de esto). Hacer que un personaje de comic quede bien “como humano” es casi imposible y eso lo debió pensar Spielberg muy bien. Acierta con la cinta y consigue hacernos volver un poco a la infancia e interesar desde el inicio, con unos créditos excelentes. Desde ahí, el espectador viaja directo a recorrer aventuras con el reportero más valiente y su fiel mascota Milú, junto a un Haddock memorable y unos gemelos Hernández y Fernández torpes pero altamente creíbles.
De realización primorosa, con un maravilloso atractivo visual, Las aventuras de Tintín es un espectáculo formidable y muy fiel al material de origen, agregándole soberbios momentos de acción –la batalla naval, la persecución en el mercado...– que agraden a la generación más joven, acostumbrada a subirse a la montaña rusa cada vez que paga una entrada de cine. En cuanto a la animación 3D, los creativos de WETA Digital humanizan con tal eficacia a los personajes, que por momentos uno olvida que es animación. En otras películas que recurren a la técnica de captura de movimientos se advierte esa frontera que distancia a las animaciones realistas de los humanos de carne y hueso, como pasó en Beowulf. Pero aquí la naturalidad de los personajes que vemos en pantalla e impresionante.
El guión de Steven Moffat, Edgar Wright (el director de Shaun of the Dead y Scott Pilgrim contra el mundo) y Joe Cornish condensa tres de las aventuras más inolvidables del famoso personaje: El cangrejo de las pinzas de oro, El secreto del Unicornio y El tesoro de Rackham el Rojo y mantienen la atmósfera y la esencia del cine de aventuras más entrañable, pero acercándolo a la generación actual, que no está acostumbrada a este tipo de narrativa. Otro de los elementos que transmite el espíritu aventurero del periodista es la música de John Williams, que sorprende una vez más con una banda sonora que otorga ese ritmo trepidante a las aventuras de Tintín, pasando desapercibida durante la búsqueda de pistas y volviéndose un elemento fundamental en momentos de mayor tensión como los enfrentamientos climáticos. Williams consigue encontrar temas emblemáticos y usarlos con presteza.
Ciertamente habrá versiones dobladas, como ocurre con el cine “familiar” que se estrena en México, pero a los fans de hueso colorado y a los interesados en el cine de aventuras, les recomiendo verla en inglés con subtítulos. Vale la pena disfrutar de los acentos de Jamie Bell (como TinTin), Andy Serkins (el enorme Capitán Haddock), Daniel Craig (el malévolo Sakharine) y Nick Frost y Simon Pegg (los detectives Thompson y Thomson). No es exagerado decir que el mismísimo Hergé estaría orgulloso de esta película. Y los admiradores de la serie, tanto los ocasionales como los acérrimos, quedarán satisfechos, además del público general y multitudes totalmente ajenas al personaje, que ahora será aún más célebre globalmente. Tintín volverá con más películas, eso seguro. Y con un poco de suerte, serán parecidas a ésta.
Las aventuras de Tintin / Tintin and the secret of the Unicorn
Con Jamie Bell, Andy Serkis, Nick Frost, Simon Pegg y Daniel Craig
Dirige: Steven Spielberg
Estados Unidos, Bélgica, Nueva Zelanda 2011