20 sept 2012

Tengo ganas de ti, de Fernando Gónzalez Molina

Melodrama de importación

Miguel Cane.



La película española más taquillera (hasta la fecha) del año 2012, es la secuela de la más taquillera del 2010. 3 Metros sobre el cielo, también dirigida por Fernando González Molina y protagonizada por Mario Casas (bien plantado ex modelo que ahora se busca lanzar como el “nuevo Antonio Banderas” aunque está muy lejos de serlo, como se verá), era un melodrama juvenil muy telenovelero, adaptado de la versión fílmica italiana de un best-seller de Federico Moccia (el escritor más vendido en Italia, una especie de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, pero sin moralejas) que contenía todos los ingredientes para gustarle al público adolescente: gente bonita, conflictos generacionales, peleas callejeras, carreras de motos, sexo candente y muertes trágicas.



Pese a su chabacanería, ambas películas, tienen un muy buen aspecto técnico; ambas están bien hechas y ahí no hay reproche que valga: finalmente el cine también es un negocio que busca crear una industria (y créalo, en España hay una crisis en la industria cinematográfica tan o más grande que en México), y ganar dinero. El problema es que ambas cintas, y en particular, la segunda se presentan como una tragedia griega (pero en Barcelona), y su aire pretencioso se filtra hasta en los diálogos. Y algo peor: tiene un tono machista que acaba por irritar al espectador.

Tengo ganas de ti es más de lo mismo: más carreras, más sexo en lugares públicos, más peleas gratuitas y actuaciones acartonadas y cuerpos perfectos. Hay un triángulo amoroso presuntamente escabroso entre “Hache” -- es decir, Hugo – (el galán Mario Casas) y dos chicas, “Babi” y “Gin”, que no deviene en nada de lo que promete y el hilo argumental está, de nuevo, relleno con paja en forma de giros incomprensibles y situaciones increíbles concebidas únicamente para el lucimiento del equipo técnico (que sí, se luce) y del palmito del actor principal (que obviamente, de despoja de la camisa a la menor provocación).

La tensión entre este Romeo de barrio y su Julieta burguesa es prácticamente inexistente, apuntalada por diálogos son absolutamente inverosímiles. Director con oficio y deseos de impresionar, González Molina presenta una película que tiene todos los elementos para gustar (aunque en México es posible que no pegue: la idiosincracia de “macarras y chonis” en realidad poco o nada tiene qué ver con la realidad nacional, donde cintas como Amar te duele de Sariñana ya tocaron este tipo de temas con óptica más accesible). Es un producto llamativo, pero el carisma de Casas no es garantía suficiente de atrapar a un espectador que probablemente encuentre difícil de aceptar este tipo de melodrama, sobre todo porque, si bien trata de imitar los pasos del cine americano, resulta demasiado pedante e insatisfactorio, y donde tal vez al público promedio no le importaría si esto estuviera protagonizado por Robert Pattinson o Emma Stone, pero no es el caso y aunque bien hecha, la cinta no tiene nada qué ofrecer.

Tengo ganas de ti
Con Mario Casas, María Valverde y Clara Lago
Dirige Fernando González Molina
España 2012

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