Solo contra el mundo
Miguel Cane.
En Todo está perdido, la segunda cinta de J.C. Chandor, la trama es sencilla, pero no por ello simple: un navegante anónimo (el gran Robert Redford), sufre un accidente mientras viaja cerca del mar de la India. Su barco, el Virginia Jean, choca con un contenedor de carga a la deriva. La fatalidad, a veces, entiende de casualidades, a pesar de que en este caso resulte además muy oportuna. Para entonces, apenas sabemos algo de ese tripulante: Redford apenas habla durante el resto del filme. De ahí el desafío de la película para el actor y el espectador.
En una fórmula similar a Gravity, Chandor lleva a su personaje al extremo con el fin de conectarnos en su odisea; así es como sin necesidad de flashbacks ni diálogos, persigue el objetivo de ser ultrarealista. El director y guionista lo fía todo al vínculo que el espectador establece con el personaje de Redford, y pese a que recurre de forma constante, y a veces fastidiosa a todos los clichés de las películas de naufragios (la pesca, los tiburones, la bengala, el mensaje en una botella), cosas que hemos visto antes en La vida de Pi, o Náufrago, consigue de un modo admirable sostener la tensión durante los más de 90 minutos que dura la película, sin que realmente se vuelva tediosa, y además hace contrapunto a los momentos bajos, con algunas escenas espectaculares y escalofriantes como son las secuencias de la tormenta, sus vueltas y sus consecuencias, que nos obligan a estar al borde del asiento, y que nos hacen llegar al punto en que no importa cuánto tarde, lo que queremos saber es, cómo va a acabar. +}
El que más elogios y reconocimientos ha recibido, y con toda justicia, es Redford que, con valentía, nos hace olvidar sus más de 75 años de edad, para ver cómo su personaje, que podría ser cualquier hombre, lucha hasta el final por contarnos esta historia de zozobra y anhelo de vivir.
Quizá Todo está perdido no le guste mucho al público que está acostumbrado a otro tipo de aventuras, pero está llena de mérito, con un planteamiento visual impactante y una anécdota que en cierto modo nos habla a todos: soltar a un hombre cualquiera en total soledad y casi sin recursos a merced del violento mar, y esperar a que se resuelva esta historia, sin poder (ni querer) despegar los ojos de la pantalla. Y sólo un valiente como Redford se atrevería a hacer esto a estas alturas del poema, y triunfar.
Todo está perdido/All is Lost
Con Robert Redford
Dirige: J. C. Chandor.
EU 2013