De dioses y hombres
Miguel Cane.
El tema y personaje de Hércules ha sido recurrente en la historia de cine desde hace décadas. Están las famosas cintas del musculoso Steve Reeves — que datan de los años 50 y son todo un fenómeno de culto —, las protagonizadas por Lou Ferrigno en los años 80, la versión animada de la casa Disney y más recientemente, una cinta italiana de muy poca fortuna.
Así pues, la duda salta al estrenarse una versión más, ahora protagonizada por Dwayne Johnson, el heredero de Schwarzenegger, Willis y Stallone al título de rey de la cinta de acción; dirigida por Bret Rattner, que ha probado desde hace más de una década — cuando era un “niño prodigio” de la generación de Nolan y Anderson — que tiene un estilo funcional, efectivo y eficiente para realizar este género cinematográfico. ¿Otra de Hércules? ¿Para qué?
La duda no debería de pesar mucho. Basada en una novela gráfica creada por Steve Moore, que despoja al personaje de sus orígenes mitológicos, para convertirlo en una especie de héroe mercenario, con un grupo de desadaptados que lo siguen de misión en misión, Rattner humaniza a Hércules y Johnson lo interpreta con gracia y carisma. ¿Sorprendente? No tanto. Johnson sabe que no es exactamente el tipo de actor que la gente asocia con otros proyectos, así que realiza este con entrega, porque se sabe en territorio propio. Se apoya en un reparto que incluye rostros familiares como Rufus Sewell (que, contrario a la costumbre, no interpreta a un villano, sino a un aliado), Joseph Fiennes y el enorme John Hurt — que ha heredado la posición de gran actor de carácter, y lo desempeña con gusto.
La trama es una aventura convencional, que no obstante, se permite incorporar algunos elementos de (¡sorpresa!) el film-noir: aquí Hércules es una versión del detective clásico de este tipo de historias, llamado para auxiliar a una mujer en apuros, con un secreto a cuestas, que a su vez trata no sólo de ayudarla, sino que desea resolver un terrible misterio trágico de su pasado.
Este giro argumental, junto con la revelación de la verdadera identidad de los enemigos y la ambigüedad acerca de los elementos sobrenaturales y la superstición, funciona bastante bien y hace que lo que sería una película rutinaria, se deje ver con más interés. Los efectos especiales en 3D funcionan para llamar la atención y el deseo de rendir homenaje a los antiguos épicos de estudio es palpable y logrado.
La cinta no es una obra maestra, ni de lejos, no obstante no se halla exenta de interés; Johnson toma el personaje, se adueña de él y cumple. La trama satisface y el resultado son dos horas de solaz, con buen sabor de boca que no sólo es el de las palomitas.
Hércules
Con Dwayne Johnson, Rufus Sewell, Joseph Fiennes y John Hurt
Dirige Bret Rattner
EU 2014