El trabajo de animación de los estudios Aardman (léase: Nick Park, Steve Box y Peter Lord) siempre ha sido llamativo por derecho propio. Su humor muy inglés – algo en lo que nunca han hecho compromisos-, sus entrañables personajes y su impresionante trabajo con la animación de plastilina los ha hecho ganar un Oscar (como mejor corto animado) y su excelente Pollitos en fuga (2000), una fantasía acerca de un grupo de gallinas que logran escapar de su granja/campo de concentración – claramente inspirada por el teledrama de la BBC Tenko (1981-1983)- no sólo los hizo populares , sino que ayudó a establecer el Oscar a la mejor cinta de animación.
En este nuevo largometraje, Nick Park regresa a sus personajes más emblemáticos: Wallace y Gromit, a quienes vimos por última vez hace diez años en su último cortometraje. Y aunque ha transcurrido bastante tiempo, esta mancuerna sigue básicamente igual: Wallace es un ingenioso inventor bonachón y un poco atarantado, donde Gromit es su fiel amigo canino, que nunca habla, pero que es definitivamente más inteligente que él.
A grandes rasgos, La Batalla de los Vegetales nos los muestra como cabezas de un negocio que parece florecer al acercarse la fecha de un concurso de horticultura gigante. Se trata de un servicio de control de plagas con el que acaban con los molestos conejos que todo lo arrasan en los huertos. Claro que los conejos no mueren, sino que son “adoptados” por este par, que luego no sabe qué hacer con tanto animal. Las cosas se complican cuando un monstruo comienza a devorar los vegetales gigantes en vísperas de la feria. Nuestros héroes tienen además de este problema, un rival: Lord Victor Quatermaine (la voz del actor Ralph Fiennes), un maloso pedante y con tupé, que además pretende conquistar el corazón de la aristocrática, dulce y sensible Lady Tottington (Helena Bonham Carter) y recurrirá a cualquier clase de truco sucio para lograrlo. Aún si Wallace también se siente muy atraído por la dama con el pelo color zanahoria.
La trama es sencilla y alegre y fluye a un paso veloz, con buen ritmo, por lo que los pequeños (ostensiblemente el público a quien la cinta va dirigida) no se aburrirán con el mundo en que habitan Wallace y Gromit – un mundo sin efectos especiales sofisticados y harta violencia, temas que parecen fascinar a la chiquillería contemporánea- y su sentido del humor incluye guiños para los adultos (la trampa para atraer al conejo gigante, con Gromit moviéndose como bailarina de strip-tease es una carcajada segura) que además podrán apreciar no sólo el guión cómico, sino también el impresionante trabajo de animación, que incluso supera en esta ocasión a Pollitos… el pueblo de los personajes se siente vivo, cada personaje tiene sus propias características y sentido del humor, lo que los hace individuales y eminentemente queribles por el público.
Nick Park supervisó completamente el proyecto desde su idea original y se mantiene totalmente fiel a los diseños originales de sus personajes. En suma, la película es una delicia no sólo para niños y familias, es un gozo para los que disfrutan de la comedia fina y de la aventura, con personajes inteligentes que hacen maravillas en la pantalla, aún valiéndose de técnicas menos llamativas que las de Pixar, pero con el mismo resultado de calidad, que hace de esta cinta uno de los estrenos más divertidos y mejor realizados de este año. Sólo un detalle: si van sin niños, busquen la versión en idioma original… es aún mucho mejor.
Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales / Wallace & Gromit: Curse of the Were-Rabbit
Con: Peter Sallis, Ralph Fiennes y Helena Bonham-Carter. Dirigen: Nick Park y Steve Box
Distribuye: United International Pictures