Miguel Cane
Haciendo ecos de las novelas de la difunta escritora estadounidense Patricia Highsmith y de los thrillers eróticos tan de moda a fines de los 80 y principio de los 90, muy al estilo Bajos Instintos, el debutante Marcel Langenegger trata de igualarse a ellos con la cinta Engaño, pero aún pese al talento involucrado, su intención se queda en una imitación pobre de los temas antes mencionados. La película está hasta cierto punto bien realizada (las locaciones hechas en Europa son llamativas y bien utilizadas) y cuenta con un reparto de primera, lo cuál contribuye a que la sensación de desperdicio de recursos sea aún mayor.
La trama – escrita por Mark Bomback, responsable de los terribles guiones de la tercera parte de Duro de matar y la nefasta Godsend, que es la peor película que haya hecho Robert DeNiro- se antoja manida y floja: Jonathan McQuarry (Ewan McGregor, que pese al estereotipo convincente en un rol poco habitual en él) es un contador corporativo cuya existencia monótona y solitaria se ve trastornada por la aparición y repentina amistad que traba con Wyatt (Hugh Jackman), un extrovertido y carismático abogado que introduce a Jonathan en un intrigante y subrepticio club para caballeros conocido como La Lista.
Luego de conocer a su ideal de mujer, la seductora “S” (Michelle Williams, que ha madurado mucho desde sus años en Dawson’s Creek) y pasar una noche de pasión (con una escena erótica poco imaginativa que dura casi tres minutos) Jonathan se encuentra con que la chica ha desaparecido sin dejar rastro y que es el principal sospechoso de esto y (¡por si fuera poco!) del robo de 20 millones de dólares.
Cuando esta anécdota queda establecida, es que cualquier tipo de verosimilitud sale volando por la ventana (igual que la rubilinda Williams) y el deterioro de la trama hasta convertirse en una serie de persecuciones y vueltas de tuerca totalmente absurdas, que provocan la irritación hasta de los adeptos al género, con su la estupidez rampante de su resolución.
De poco sirve que Langenegger – reconocido por su trabajo publicitario- haga un trabajo vistoso: la dirección de actores es pobre y muchas veces quedan escenas cuidadosamente armadas, que no transmiten nada. Es lamentable ver a dos de los más destacados actores de Hollywood, capaces de dar mucho más, atrapados en algo totalmente carente de sustancia. Ni siquiera la brevísima aparición de la legendaria belleza que es Charlotte Rampling – que ilumina la pantalla, eso sí- sirve de mucho para compensar por lo que son casi dos horas de nimiedades realizadas con estilo, pero sin sustento o justificación.
Vale advertir que esta producción se rodó desde 2006 y su estreno se pospuso numerosas veces – es la clase de producto de “prestigio” que cae en el infierno de la post-producción y muchas veces queda relegado a ser lanzado directamente en video- y que se nota la mano del estudio con cortes y escenas vueltas a filmar (esto se advierte mucho en algunos casos) con la intención de satisfacer al público menos exigente o tratar de apantallar a los admiradores de sus protagonistas. Pero quedan advertidos: con Engaño, que no les den gato por liebre.
Engaño/Deception
Con Hugh Jackman, Ewan McGregor, Michelle Williams, Maggie Q y Charlotte Rampling
Dirige: Marcel Langenegger
Estados Unidos/España/Francia 2008