Diablo muy chic, Un

Miguel Cane

En la película El Diablo viste a la moda, uno de los elementos clave es el diseño de vestuario, cuya creación y coordinación corrió a cargo de Patricia Field – responsable del vestuario en Sex & The City-, que contó con un presupuesto de 100,000 dólares y la ayuda de numerosas casas de modas; es así que los personajes interpretados por Anne Hathaway y Meryl Streep, lucen lo último de algunos de los diseñadores más prestigiados del mundo.

En el caso de Meryl Streep, su personaje de Miranda Priestly es casi totalmente ataviado en exclusiva por creaciones de Prada, tanto en prendas como accesorios y calzado. No obstante, una notable excepción son los vestidos de gala que utiliza en dos escenas, que son obra de Valentino. Aunque ostensiblemente el personaje está inspirado en la icónica editora Anna Wintour, tanto Field como Streep decidieron crear de cero al personaje y darle un aspecto original y propio; es así que luce casi siempre líneas rectas que realzan la figura; accesorios de sobria elegancia (incluyendo pañoletas de Hèrmes y abrigos de Fendi) y un look a base de tonos glaciales (desde el peinado, inspirado en otra célebre editora de modas, la ya fallecida Liz Tilberis, que puso de moda usar las canas al natural): el resultado es que Meryl Streep encarna con aplomo y elegancia a Miranda y la hace lucir totalmente chic y muy a la moda, sin sacrificar en ningún momento el estilo de una auténtica fashionista.

Por su parte, Anne Hathaway, interpretando a Andy Sachs, hace una transformación notable que hace a su personaje convertirse en un auténtico maniquí, e incluye algunos atuendos impresionantes, con una fuerte dosis de Chanel (que predomina en su estilo, tanto en prendas como accesorios), así como de Calvin Klein, Armani, Dolce & Gabbana y Michael Kors (con prendas como el vestido verde militar, el abrigo verde esmeralda con aplicaciones de faux-fur o el abrigo blanco de cashmere); todos diseñadores más enfocados a un público más fresco, juvenil y dispuesto a correr riesgos. En una escena clave de la cinta, filmada en locación en París, la Hathaway rinde homenaje a Audrey Hepburn (en tomas directamente referentes a la cinta clásica Funny Face) y luce atuendo vintage de la casa Givenchy, así como un collar retro de diamantes de Tiffany’s.

Patricia Field (en la foto con Meryl Streep) es una experta en coordinación de modas y diseñadora de vestuario con más de veinticinco años de experiencia y gracias a su participación en el filme, se habla de ella como una fuerte contendiente para obtener el Oscar a mejor diseño de vestuario en 2007.