Cuando se anunció que sería el controvertido Oliver Stone quien dirigiera una de las primeras cintas en tratar directamente el tema de los atentados terroristas del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York, de inmediato hubo reacciones diversas: estupor y polémica, ¿qué clase de acercamiento daría alguien como Stone, famoso por su violencia, su estilo inigualable y su crudeza, a una historia tan horripilante y real como ésta?
La respuesta está al alcance del público en Las Torres Gemelas, donde el director de Pelotón, Wall Street, Los Doors y la repelente-fascinante Asesinos por naturaleza, se aparta de la polémica que ha caracterizado su obra anterior, para mostrarnos, con innegable maestría, el recuento de una de las muchas historias acontecidas esa mañana en Manhattan; la de dos policías que sobrevivieron al desplome de las Torres Gemelas, mientras salvaban vidas.
El sargento John McLoughlin (Nicolas Cage) y el oficial de origen colombiano Will Jimeno (Michael Peña) están adscritos al departamento de la Policía de la Autoridad de Puertos de la ciudad y se convirtieron en dos de las últimas tres personas rescatadas con vida —de un total de 20—, de los escombros de los dos rascacielos que conformaban el World Trade Center.
Con esta devastadora experiencia fílmica, que es extrañamente sosegada para su canon, Stone, se deslinda de sus ideas iniciales. Hubo mucha alharaca cuando en octubre del 2001 calificó los ataques del 11/9 como “levantamiento” contra las multinacionales, para luego, el año pasado, señalar que su filme era un “trabajo de pasión colectiva, una meditación sobre lo ocurrido, con una compasión que busca sanar heridas”. Y lo curioso es que, efectivamente, lo es.
Sin duda alguna, esta es la cinta más compasiva y humana que haya rodado Stone. Aquí no busca conspiraciones – aún si su posición sigue siendo tan crítica como siempre- ni confrontaciones. Aquí sirve como el ojo del espectador para, en un estilo decididamente Altmaniano, asomarse a lo que transpira a lo largo de 13 horas de incertidumbre que vivieron los dos oficiales atrapados en las torres y sus esposas, Donna McLoughlin (Maria Bello, más madura y más actriz) y la muy embarazada Allison Jimeno (una sorprendente Maggie Gyllenhaal, que transmite una angustia conmovedora muchas veces sólo con un gesto).
De este modo, seguimos lo que ocurre cuando el sargento McLoughlin, respetado policía, que ya había pasado por el primer ataque con carro bomba al WTC en 1993, y el oficial novato Will Jimeno, primero se lanzan a auxiliar a las víctimas, cuando la torre se vino abajoencima de ellos. Sepultados bajo enormes bloques de hormigón armado y metal retorcido, a unos seis metros bajo la superficie, y separados el uno del otro, McLoughlin y Jimeno se embarcan en una larga conversación de 13 horas sobre quienes son uno y el otro, y de sus respectivas familias, con el afán de mantenerse conscientes y vivos, aún si no saben qué ocurre en el mundo afuera.
La fotografía, a cargo de Seamos McGarvey – que ha hecho extraordinarios trabajos como Las Horas y Alta Fidelidad- contribuye a dar a la cinta un aspecto realista. Uno se siente presente ahí y revive por momentos su propio recuerdo. Las Torres Gemelas es, más que una película, una experiencia vivencial y por lo mismo, la mano de Stone sorprende por su sensibilidad ante este retrato de heroísmo que trasciende la pantalla, ya que es imposible imaginar esto como un trabajo de ficción; se trata de un épico de héroes verdaderos cuya historia queda como testimonio de un episodio imborrable.
Las Torres Gemelas/World Trade Center
Con Nicolas Cage, Michael Peña, Maggie Gyllenhaal, Maria Bello y Stephen Dorff.
Dirige: Oliver Stone
Estados Unidos 2006