Iba a comenzar esta recomendación, porque sí recomiendo la película, diciendo ‘pongamos que no he leído el cómic... es más, pongamos que no lo he leído docenas de veces, pongamos que no he leído estudios sobre el cómic incluso’, pero no, no me puedo substraer a la obra maestra de Alan Moore.
Desde que se anunció que se iba a hacer una película sobre el cómic de V de Vendetta me interesé sobre el asunto y siempre dudé del buen juicio en la elección de Natalie Portman como Evey.
En fin ¿qué les digo de la película?
La película comienza en 1593 cuando es detenido Guy Fawkes, del que se sabe en Inglaterra que quería volar el Parlamento y de este incidente se toma el verso “Remember, remember, the fifth of november, the gunpowder treason and plot, I can think of no reason, why the gunpowder treason should ever be forgot” que se le enseña a los niños en la escuela.
Comienza entonces la narración y el discurso político de la película, un discurso sencillo pero con un tratamiento algo complejo que vuelve a esta película en una de esas que hay que verlas varias veces para disfrutar no tanto de lo que se ve, sino de lo que se dice en ella.
La narración, leída por Natalie Portman, habla de Guy Fawkes, de cómo fue detenido por llenar la torre del Parlamento con pólvora, de cómo fue ejecutado y de cómo hoy recordamos el nombre, pero no la idea... y esa es la tesis de toda la película, la brillante tesis que se sustenta y sostiene a la cinta (en el cómic es un asunto de tal complejidad que hicieron bien los realizadores en no meterse en problemas y elegir solamente una idea).
“Esta es, entonces, la historia de esa idea, del espíritu que comenzó con un anarquista hace 400 años”.
La historia está situada en Inglaterra en un futuro cercano, originalmente –en el cómic– se trata de una Inglaterra postapocalíptica, aquí nos dan algunas pistas de lo que sucedió, hubo algún terrible conflicto en Estados Unidos y ahora en la televisión se refieren a una región que llaman ‘el estado conocido previamente como Estados Unidos’, nos cuentan que hubo una gran epidemia que causó muchísimas muertes en Inglaterra y sobre un gran caos social.
En esta Inglaterra que vemos se vive bajo un gobierno fascista (en el contexto de los creadores se nos presenta algo que parece parecido a la Alemania nazi, pero en nuestro contexto latinoamericano vemos también a Cuba y Venezuela). La gente aceptó a este gobierno totalitario porque tenía miedo del caos y ellos pusieron orden y a la gente no le importó el precio de ese orden.
Hay también una hermosa referencia a George W. Bush y los atentados del 11 de septiembre de 2001 que a fin de cuentas es el tornillo que, al aflojarse, resuelve la película.
Siendo una película basada en uno de los mejores cómics de todos los tiempos, en un argumento por demás inteligente, la película no deja de serlo por ser película. Y siendo una película basada en un cómic algunas personas buscan un héroe (pero, les cuento, en Camino a la Perdición –basada también en un cómic– no nada más no hay un héroe sino ahí todos son malos), aquí no lo tenemos, sí tenemos a alguien con habilidades especiales, que viste con una capa y una máscara, sí tenemos un origen que explica el por qué el protagonista es y hace lo que hace... pero nuestro protagonista se presenta, desde el primer minuto como un villano... ‘I’m the Boogey man, the villian’... y es tan el villano que es un terrorista, uno celebrado en el filme, más políticamente incorrecto no podía quedar.
La presentación del personaje, sencillamente identificado como ‘V’, es terriblemente afortunada y vale no solamente el boleto del cine, sino el del estacionamiento y las palomitas. Luego de que salva a Evey de la policía secreta en medio de su versos, la chica le pregunta quién es... y comienza una divertida y poética diatriba “soy el villano” dice entre otras cosas, luego de lo cual le hace notar a la chica lo iluso que representa preguntarle a un hombre con máscara quién es, pues es por eso precisamente que usa la máscara.
El personaje no es muy complejo, V tiene una agenda política, grandilocuente, para salvar a Inglaterra de la tiranía, pero también tiene una agenda privada. Lo que vale la pena del personaje es que, aunque tiene un origen como los superhéroes y supervillanos, no importa quién es, la doble identidad vale queso en este caso(asunto que supera al cómic) y el discurso, los diálogos de V, insisto, valen el boleto... además están leídos de forma hermosa. Ahora bien, hay que ver la película en una sala con buen sonido porque para dar el efecto, la voz de V se ahoga en la máscara que tiene y suena tapada... esto y la voz de Hugo Weaving, quien interpreta a V, le dan la profundidad necesaria para un personaje a quien no le vemos la cara y ni siquiera los gestos pues la máscara es fija, la actuación es soberbia porque sólo tiene la voz y el cuerpo, no la cara, no los ojos, para interpretarlo.
Es esta una película inteligente. En la función que vi, dos filas adelante había un grupo de chavos como de 17 a 20 años que se veía estaban esperando otra cosa de ‘los realizadores de The Matrix’ como se anunció la película durante mucho tiempo; cuando la cinta cae en un alargamiento un tanto aburrido, sencillamente se salieron. Uno de los autores de la obra original señalaba que en V de Vendetta no encontramos a ningún personaje alegre y que V de Vendetta no es para la gente que le cambia al noticiero (para ponerle al fut).
Así pues, si no ven las noticias, si no leen los periódicos... si son de los que le cambian a la tele cuando empieza el noticiero, absténganse.
Me han preguntado, cuando comenté que había visto esta película, ¿qué tal está Natalie Portman? Y pues la película no la vi por ella, no me interesa mucho su carrera ni nada por el estilo y la película no está hecha ni para que gane un Óscar ni para que se vea como la mujer más hermosa del mundo. Según yo, pudo hacer un poco más en el papel, no sé cuánto más porque hay secuencias que de por sí son muy jaladas de los pelos, pero en general la chica hace su trabajo y al menos en los 20 primeros minutos de la película uno puede disfrutar mucho de su belleza.
“Está muy loca” me comentaron de la película, he platicado con gente ajena a los cómics y les gustó mucho la cinta, lejos incluso de lo político del discurso, por el personaje que, a ojos ajenos a su historia, sí vale la pena verlo, se trata de un sujeto desquiciado, con tintes de sociópata con un objetivo bien clarito.
Lo que sí tengo que señalar es que no es una película de acción, no es un thriller ni película de suspenso, sino algo en medio de todo esto, una ‘versión comprometida del futuro’ en todo caso. Si lo que buscan es lo anterior, también absténganse.
Una cosa que sí me decepcionó de la película es su cinematografía... y es que, verán, viniendo la cinta de un cómic, era fácil tener la cinematografía, ya que el mismo cómic actúa un poco como storyboard, pero esta vez las viñetas fueron olvidadas y la fotografía lo es todo menos bonita, los encuadres no están muy pensados o estuvieron muy pensados como para película de acción y como esta no es una película de acción, pues los encuadres y la fotografía se ven feas.
Dice el autor del cómic que en V de Vendetta no hay personajes alegres y sin embargo, en la película hay un personaje que es una delicia, un presentador de televisión magistralmente interpretado como un homosexual reprimido por el sistema que decide hacer una comedia del dictador... una secuencia sublime, que valdría también por sí sola el boleto, con todo y un homenaje a las comedias de Benny Hill. Y en esta secuencia, en medio de la parodia y las risas nos muestran también cómo reaccionan los gobiernos totalitarios a las críticas con humor... y aquí les recuerdo cómo ha reaccionado siempre la izquierda mexicana a las críticas y más a las parodias.
Y aquí valga un comentario de Stephen Fry, quien interpreta a este presentador de tele, homosexual de clóset (porque el no estar en el clóset le representa a los gays y lesbianas estar muertos), que hace un delicioso personaje incidental, una variación fenomenal a la historia original del cómic.
Eso sí... se respetaron las mejores líneas del cómic, que con la voz de nuestro villano, dichas en pantalla grande, son una delicia. En una parte le disparan a nuestro protagonista, vacían un clip entero sobre él, quien se avienta la que también es la línea estrella en la novela gráfica de Alan Moore “no hay carne y sangre dentro de esta capa, sólo una idea... y las ideas son a prueba de balas”.
Es, a fin de cuentas, una película de ideas, mucho más de lo que vamos a encontrar en las salas de cine contiguas, mucho más de lo que encontraremos en la tele, porque esta película no es para la gente que le cambia a la tele cuando comienza el noticiero.
Y por eso mismo y lo anterior, se los recomiendo ampliamente.
V de Venganza (V for Vendetta)
Dirigida por James McTeigue
Escrita por Andy y Larry Wachowski
Basada en la novela grafica de Alan Moore y David Lloyd
Estelarizada por Natalie Portman, Hugo Weaving y Stephen Rea