23 dic 2008

Viaje a Darjeeling / The Darjeeling Limited, de Wes Anderson

Miguel Cane


Adrien Brody , Owen Wilson and Jason Schwartzman in Fox Searchlight's The Darjeeling Limited


Cuando uno entra al mundo imaginario de las películas de Wes Anderson (establecido previamente en filmes como Academia Rushmore, Los excéntricos Tenenbaum y La vida acuática), ya sabe lo que va a encontrarse: personajes severamente neuróticos pero muy humanos; una paleta de colores vibrante, un espacio atemporal para desarrollar la historia que nos narra mediante imágenes cuidadosamente armadas (no hay detalles que estén de más y todo cumple una función específica), una selección musical asombrosa y todo funciona como escenario para mostrar una historia que lo mismo nos hace reírnos con socarronería, o nos estruja el corazón, a veces de una secuencia a otra.


Jason Schwartzman , Owen Wilson and Adrien Brody in Fox Searchlight's The Darjeeling Limited


Su más reciente filme abre con Hôtel Chevalier, un corto de trece minutos en el que, manera de espías en una suite del mencionado hotel imaginario, encontramos a una joven pareja – Jason Schwartzman y una radiante Natalie Portman- que posiblemente están enamorados (o tal vez no). Lo que transpira en estas escenas entre ambos, puede servir como una clave para la trama que se desarrolla inmediatamente después en la película, aunque puede también sostenerse como un ente independiente, al comenzar la película “principal”, que hace un respetuoso tributo a filmes como Pasaje a la India (David Lean, 1984) y la memorable El río (Jean Renoir, 1956). En ella, Anderson nos muestra a tres personajes típicos suyos, los neoyorquinos hermanos Whitman: Francis (Owen Wilson), que está literalmente roto, Peter (Adrien Brody), que está muerto de miedo ante el futuro y el menor, Jack (Schwartzman), que se busca en su propia ficción. Los tres no se han visto en un año, desde la muerte de su padre y se reúnen en India para hacer una especie de peregrinaje espiritual – con un motivo oculto para dos de ellos.

Anderson se toma su tiempo para, mediante un deslumbrante trabajo de edición, ir revelando los secretos de sus personajes, que pese a su naturaleza chocante acaban por volverse entrañables, y lo que conforme avanza su recorrido van experimentando. Así aprovecha cada elemento que tiene a mano: el colorido, las locaciones (el uso de India como un personaje más), el humor y el patetismo tomados de la mano, momentos inesperados de dolor que enmarcan la sátira y la ternura, junto con una sorprendente Anjelica Huston (¡esos ojos, esa voz!), y todo esto va sazonado con temas poco conocidos de los Kinks y los Rolling Stones, con resultados muy peculiares.




En Viaje a Darjeeling el espectador es invitado entonces a participar de un viaje en el que se requiere un deseo lúdico; lo mismo podrá reírse – el estilo de comedia de este director siempre ha sido sencillo, aún pese a la sofisticación de sus atmósferas- que estremecerse, que llorar o maravillarse ante la fotografía (a cargo de su cinefotógrafo de cabecera, Robert Yeoman, responsable en buena parte del consistente estilo visual en el canon de Anderson) que transporta a quien está dispuesto a seguir el viaje a un lugar extraordinario.

Por supuesto, las películas de Wes Anderson son un gusto adquirido y no le gustan a todo mundo, de hecho, hay quienes las detestan cordialmente. Viaje a Darjeeling no es la excepción. No es una película accesible, aunque es una experiencia muy disfrutable para aquel que desea lanzarse en el viaje.

Viaje a Darjeeling/The Darjeeling Limited

Con Owen Wilson, Adrien Brody, Jason Schwartzman, Anjelica Huston, Bill Murray y Natalie Portman.

Dirige: Wes Anderson

Estados Unidos/Reino Unido/India 2007

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