Miguel Cane
Para empezar, hay que hacer hincapié en que cualquier cosa que se pueda decir acerca de la actuación de Jamie Foxx como Ray Charles en esta cinta, no es, de ninguna manera, una exageración. Foxx literalmente es el pianista ciego. No hay vuelta de hoja. Donde Will Smith trató de meterse en aguas profundas al pretender –se quedó corto- interpretar a Cassius Clay en Ali, de Michael Mann, aquí el joven comediante, se transforma literalmente en Ray Charles.
Los manerismos, la voz, la manera de tocar el piano: todos los elementos del conjunto están ahí de un modo espléndido. Toda vez dicho esto, se puede decir que Ray es una rara avis dentro del mundo de Hollywood: un melodrama biográfico con sustancia, muy distinto al material que de manera habitual los estudios solían producir en los años 40 y 50, que se iban por las ramas y eran más musicales que historia.
Creada de manera independiente (no fue hasta que la cinta estuvo completada que Universal compró la distribución), esta obra es la culminación de un largo esfuerzo del notable Taylor Hackford (responsable de las muy interesantes Dolores Claiborne y White Nights así como de la churrera pero efectiva Abogado del Diablo, misma en que Pacino sobreactuaba con total abandono), que por años trabajó en el guión y en largas entrevistas con el propio Charles (que falleció en junio de 2004, cuando el rodaje ya había concluido), que muestra al ídolo no sólo como un fenómeno de la música contemporánea, también muestra, sin complacencias sus vicios y debilidades, sin tenerle ninguna clase de sensiblera compasión. El lograr un filme así es muy difícil, sobre todo si se toma en cuenta que no hay ninguna clase de concesión por parte del cineasta para con su sujeto. Es así que conocemos a Ray Charles Robinson a los 18 años a bordo de un autobús que lo llevará de Florida a Seattle y en su ascenso volvemos por escenas a su infancia, marcada por la tragedia y la desventura, pero jamás con un ápice de lástima.
El trabajo de Jamie Foxx –quien usó párpados falsos durante el rodaje y literalmente estaba ciego- es de excelente factura y cuenta con un notable elenco de soporte que ayuda a recrear las ciudades de una época: Los Ángeles, Nueva York, Miami… los personajes viven y respiran en medio de excelentes números musicales que todos hemos oído alguna vez: Unchain my heart; Hit the road, Jack; I got a woman; What I’d say y Georgia on my mind, entre otros.
Las muchas caras de Ray Charles no habrán sido bonitas, pero uno sale de la sala con la sensación de haberlo conocido un poco más de lo que imaginaba; la sensación de estar ante una de las más notables proezas de actuación de todos los tiempos (Foxx consigue aquí lo que Leonardito DiCaprio, el hombre con la cara de nena, no consigue ni de lejos con El Aviador, pese a todo el esfuerzo de Scorsese) y eso, es realmente lo que importa cuando uno paga su boleto y cruza las puertas del local: esta es la verdadera magia del cinema.
Ray/Ray
Con: Jamie Foxx, Kerry Washington, Regina King, Clifton Powell y Harry Lenni
Dirige: Taylor Hackford. Distribuye: United International Pictures.