Una enternecedora cebra bebé es abandonada accidentalmente por el circo al que pertenecía durante una tormenta y posteriormente es adoptada por una nena aficionada a la equitación llamada Channing Walsh (Hayden Panettiere), cuya familia tiene una granja y cría de caballos. Lo llama “Rayas” y lo cría con los demás animales de la granja.
El animalito tiene un espíritu aventurero y con la ayuda de los amigos que lo han visto crecer, busca realizar su mayor ambición: correr en el prestigioso Derby de Kentucky, con los otros caballos del criadero de pura sangre vecino, a los que admira.
Naturalmente, el argumento de esta cinta pensada para los pequeños es una suerte de mezcla temática entre la clásica National Velvet (en 1944 hizo una estrella de la entonces prepúber Elizabeth Taylor) y la célebre cinta australiana de George Miller Babe, el cerdito valiente (1995) y su notable intención es mostrar a un público de edades entre los 8 y los 13 años, cómo la fuerza de voluntad de la cebrita, que a los tres años, desea convertirse en una auténtica campeona, es algo indomable que la conduce al triunfo.
De modo paralelo, los niños más grandes aprenden también al ver cómo Channing debe convencer a su padre viudo (Bruce Greenwood) de que le permita convertirse en amazona, y de este modo asomarse al mundo, mientras que él hace las paces con sus miedos para dejarla madurar.
El mensaje de la cinta es simple y el desarrollo, es realmente jubiloso. Los niños, cuyas vacaciones son inminentes, encontrarán en los animalitos parlantes – que incluyen a unas pícaras moscas cuyo humor está más bien dirigido a los adultos- una fuente de entretenimiento, menos sofisticada que la historia del puerquito valiente (cuyo impacto entre públicos de todas las edades contribuyó a que se le viera en un ángulo totalmente distinto).
Rayas, la cebra veloz, no es una película que pueda considerarse exigente: las actuaciones de los humanos son adecuadas y los efectos especiales que hacen creíble el que los animales puedan hablar, aún si los humanos nunca lo notan.
Realizada con gusto por el cineasta belga Frederick Du Chau (que antes dirigió la cinta animada El Tesoro de Camelot), esta película ofrece un ambiente de fantasía bien logrado y utiliza el guión de David F. Schmidt correctamente. En la versión en inglés, Dustin Hoffman y Whoopi Goldberg ayudan a redondear un elenco encabezado por el actor juvenil Frankie Muñiz (la serie de TV Malcolm) y la experimentada comediante Wendie Malick interpreta con gusto a una villana al estilo de Madame Medusa o Cruella DeVil.
Con todos sus elementos bien dispuestos, esta simpática película es un estreno honroso en la época de verano, y ciertamente será un éxito entre su público demográfico, aún si no se trata de la octava maravilla del mundo, pero consigue hacer reír y su lección sobre la perseverancia no es aburrida ni tendenciosa, así que funciona muy bien como puerta de entrada para que los chicos de casa puedan asomarse a conocer un poco de lo que es el cine, más allá del dibujo animado, antaño de rigor esta temporada.
Rayas la cebra veloz/ Racing Stripes
Con Bruce Greenwood, Hayden Pannetierre, Wendie Malick y M. Emmet Walsh
Música por: Mark Isham Guión: David F. Schmidt.
Dirige: Frederick Du Chau
Distribuye: Artecinema (2005)