Cuando uno se aventura dentro de esta película (el debut como director del creador del exitazo de TV Nip/Tuck), lo hace sin tener realmente muy clara la idea de lo que va a encontrar y esto, en mayor o menor medida, es bueno; de este modo no se hacen expectativas – aun si con el reparto que tiene éstas son casi inevitables- en torno a los resultados y es que en este caso en particular, Recortes de mi vida (una traducción bastante acertada – si bien un tanto cuanto sentimental- del original, que sería más o menos “Corriendo con tijeras”, o bien, la referencia a hacer algo estúpido y peligroso), ofrece una gama de sensaciones e imágenes que no serán para todos los gustos, pero que definitivamente consiguen dejar huella.
Basada en las ostensiblemente “genuinas” memorias de Augusten Burroughs (que ha suscitado una tremenda polémica en Estados Unidos, ya que la familia a la que aluden tanto libro como filme afirma que son exageradas, donde de plano no resultan mentiras), la cinta gira en torno al pálido y tembloroso Augusten (interpretado con cierta candidez por Joseph Cross, que se pone a la altura de las circunstancias y emerge airoso) cuya madre, Deirdre (Annette Bening en una interpretación que es un placer adquirido: donde algunos la amarán, otros querrán abofetearla), decide que está harta de ser un ama de casa y nada más, por lo que desea fervientemente convertirse en la nueva Sylvia Plath.
Evidentemente esto provoca que su matrimonio con el muy convencional Norman (Alec Baldwin) se desmorone de manera catastrófica, en buena parte gracias a la intervención del insólito Doctor Finch (Brian Cox, que se nota estaba divirtiéndose como enano, llevándose algunos de los mejores diálogos), quien es el psiquiatra de Deirdre y en cuya ruinosa casa comienza a vivir el adolescente, a fines de los 70.
La vida en casa de los Finch, que reciben al entenado después que su madre virtualmente lo regala, es una experiencia estrafalaria, a la que el espectador podrá repeler o abrazar, según consiga identificarse con los personajes.
La cinta los pinta como un clan mezcla de los Locos Addams y los Excéntricos Tenenbaum, sin realmente hallar un territorio intermedio y cuesta trabajo creer que la posición de Burroughs como un “inocente” en este mundo extraño, sea tan impoluta de entrada como pretende hacernos creer.
Así es como se relaciona con las hijas de Finch, la brillante pero reprimida Hope (Gwyneth Paltrow, de vuelta y en plena forma) y la rebelde Natalie (Evan Rachel Wood), así como con su esposa, Agnes (la formidable Jill Clayburgh, que retoma su carrera después de años de semiretiro… ¿la recuerdan en Una Mujer Descasada? Posiblemente sea una de las mejores actuaciones femeninas de los 70), que parece vivir en un mundo aparte.
Otro papel importante, es el de Neil Bookman (un casi irreconocible Joseph Fiennes con bigotazo estilo Tom of Findland), un paciente de Finch, cuya presencia cambiará en más de un sentido la vida de Augusten.
Revelar algo más de la trama, sería impensable y arruinaría el efecto de lo que Murphy va revelando escena-por-escena mientras vemos cómo el personaje principal avanza, a veces dando tumbos, hacia su madurez; hay una veta de humor retorcido y muy negro, pero de ninguna manera uno se atrevería a decir que esto es una comedia (si tienen ganas de reírse con chistes baratos, vayan a otra sala); también hay momentos emocionalmente devastadores, pero no se trata de aquél drama estilo Amparo Rivelles, que requiere caja de kleenex a un lado. En realidad, estos fragmentos de una vida, oscilan en el territorio de la vida como es vivida; a veces carente de forma o de sentido, pero más allá de toda exageración, real y palpable.
El elenco hace un trabajo de primera clase con situaciones y escenas que a veces se pasan de tueste o que podrán no alcanzar cocción… y ver un trabajo actoral tan logrado, muchas veces consigue que se perdonen algunos defectos. La cinta inaugura el Urban Fest con un impacto fuerte y si bien no creo que sea el taquillaza de la temporada, en definitiva es una cinta que el espectador curioso no debe dejar pasar.
Recortes de mi vida
(Running with Scissors)
Con Annette Bening, Joseph Cross, Gwyneth Platrow, Brian Cox, Alec Baldwin, Joseph Fiennes y Jill Clayburgh
Dirige: Ryan Murphy.
Estados Unidos 2006