Para hablar de la nueva versión cinematográfica de la serie de TV Sex & The City, que es uno de los estrenos más anticipados de la temporada veraniega, hay que tener en cuenta una cosa: más allá del talento involucrado (esto es, el elenco original de la serie transmitida entre 1998 y 2004) la verdadera estrella del filme, es sin lugar a dudas su formidable vestuario, concebido por Patricia Field, la misma diseñadora encargada de crear la imagen de filmes como El Diablo viste a la moda (2006) o la serie de TV Ugly Betty. En este filme, los vestidos, zapatos y accesorios de cada personaje son tan o incluso más importantes que las actuaciones, locaciones y escenas. La historia de Carrie Bradshaw, columnista deprimida-pero-espectacularmente-vestida no podría ser contada sin la ayuda de estos elementos, que casi siempre se dan por sentados en otros filmes, pero aquí son esenciales.
Para beneplácito de los fans, todo parece seguir casi igual en el sofisticado mundo de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker); aún posee un guardarropa increíble – e inexplicable-, amén de contar con la complicidad incondicional de sus “manas” de siempre: Miranda Hobbes (Cynthia Nixon, la mejor actriz del cuarteto, por mucho), Charlotte York - Goldenblatt (Kristin Davis) y esa bomba sexy sin edad, conocida como Samantha Jones (Kim Cattrall, despampanante), con quienes se sigue hablando de todo: desde cómo conviene aplicarse botox hasta etiqueta en la cama- todo con un barniz de superficialidad tan bien aplicado, que resulta chocante cuando la trama toma giros que buscan romper el aletargante encanto de lo bonito y glamoroso, para tocar, de manera melodramática y exagerada, temas que considera “serios”, como la infidelidad, la disolución de una pareja, el miedo al compromiso o un embarazo de alto riesgo, mismos que, por cierto, ya se habían tocado en temporadas anteriores de la serie.
¿Esto importa? La verdad es que no. La película en sí es un ejercicio de indulgencia de estilo sobre substancia. No aporta absolutamente nada ni pretende hacerlo: la cosa es entretener y deslumbrar, como en un desfile de alta costura: la Parker y compañía – que incluye a una todavía espléndida Candice Bergen en aparición especial como Enid Frick, editora de Carrie en la revista Vogue- hacen un trabajo muy logrado; la ciudad de Nueva York se incorpora al elenco como un personaje más y luce esplendorosa ya sea en pleno verano o bajo un manto de nieve. El director Michael Patrick King retoma a los personajes que ya había dirigido en TV y les da el mismo ritmo, por lo que la cinta se deja ir cómodamente, pese a su excesiva duración y escasa relevancia. Esto no quiere decir, sin embargo, que sea mala: por el contrario, está bien realizada y hermosamente ataviada, pero una vez que se quita las galas conforme llega al final, uno se percata de que es una belleza completamente efímera, casi tanto como el peso que tendrá una colección cuando haya sido sustituida por otro “último grito” de la moda.
Sex & The City
Con Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon, Kristin Davis, Kim Cattrall, Chris Noth, David Eigenberg, Evan Handler y Candice Bergen.
Dirige: Michael Patrick King
Estados Unidos 2008
