La necrofilia trastornada
En Sin descanso (Unrest, EUA, 2006), ópera prima del ex estudiante de medicina Jason Todd Ipson, la estudiante güereja de medicina Alison Blanchard (Corri English cual hermana gemela perversa de Britney Spears) tendrá en su equipo de anatomía interna de la escuela de medicina al condiscípulo buenaonda que la corteja Brian Cross (Scot Davis), al arrogante con noviecita morbosa Rick O'Connor (Jay Jablonski) y el tímido inseguro Carlos Aclar (Joshua Alba sin reclamar el carisma de su hermana Jessica), pero llegado al laboratorio un cadáver de una turista americana muerta en Brasil, comenzarán a sufrir alucinaciones más desquiciadas hasta las más funestas consecuencias.
La necrofilia trastornada pareciera en un principio irse con todo dentro de lo escabroso del tema-perversión aberrante, estableciendo su tono duro, agresivo y macabrón desde el prólogo ("Mira, qué buenas tetas tiene, hombre"), manejando niveles incontrolables de tensión y asco para un auténtico guacaFest.
La necrofilia trastornada se solaza en la destrucción de ese cadáver real dentro de campo ("La primera cinta en utilizar un cuerpo verdadero"), mediante disecciones que exponen las vísceras en todo su esplendor pútrido, cortes automutilantes, descomposición de la piel y de la carne con acercamientos ultramorbosos; lo que bien podría constituir la primera cinta snuff de la historia aunque sea a posteriori.
Pero la necrofilia trastornada pronto abandonará su inquietante subtexto de desviación sexual extrema por una erótica archiconvencional (el acostón en off saliendo de las duchas del hospital a lo Grey's Anatomy), y el rompecabezas mental por la obvia rutina de slasher americano, para rematar con tarado desenlace autoparódico al lado del grito-gringada de "¡Que descanses en paz, perra!"
