Spike Lee es un cineasta que se ha mantenido fiel de manera consistente a temas que le apasionan, en su obra; entre estos se encuentran las condiciones morales y sociales de la raza negra en la cultura estadounidense contemporánea, ya sea explorando a sus figuras icónicas (Malcolm X) o situaciones cotidianas llevadas al extremo (Fiebre de Jungla, Haz lo correcto).
Otro de los grandes amores del director es Nueva York, que aparece como leit motiv en casi toda su obra y que se convierte en un personaje en algunas de ellas, como La hora 25 (2002) o Summer of Sam (1999). En El Plan Perfecto, su intento más cercano al cine comercial (y su filme de mayor éxito de taquilla – 29 millones de dólares en su primer fin de semana), la urbe más cosmopolita del mundo es nuevamente el escenario para que cuente una inteligente historia criminal, convirtiéndose en personaje omnipresente en el desarrollo de la trama.
Partiendo de un guión escrito por el debutante Russell Gerwitz, Lee rinde homenaje temático a una de sus películas favoritas: Tarde de Perros (Dog Day Afternoon), dirigida en 1975 por Sidney Lumet, y lo hace capturando el espíritu de la ciudad en cada toma mientras entreteje el suspenso mediante el brillante uso de flashbacks y flash-forwards así como el muy bergmaniano recurso de hacer que el personaje hable directamente a la cámara (no al espectador, a la cámara).
A grandes rasgos, ésta es la anécdota: cuando un grupo de asaltantes enmascarados, dirigidos por Dalton Russell (Clive Owen) toman como rehenes a varias decenas de personas en un banco de Wall Street, y exijen un avión que los saque del país, las cosas se complican para el detective Keith Frazier (estupendo Denzel Washington, que se reúne con Lee por cuarta ocasión) que descubre poco a poco que no se enfrenta a amateurs desesperados, sino a criminales brillantes.
Además, tiene otros problemas: asuntos internos está investigándolo a él también y a esto se suma la presencia de Madeleine White (Jodie Foster, espléndida en un rol ambiguo, interpretado de un modo antaño llamado “rubia hitchcockiana”: simultáneamente sensual e inalcanzable, con un propósito secreto), una “negociante” contratada por el amo y señor del banco (Christopher Plummer) para velar por sus intereses especiales.
Es cada vez más evidente para él que este no es un asalto que salió mal: hay algo mucho más complicado bajo la superficie y está metido justo en medio, por lo que deberá moverse con sumo cuidado. El cuadro actoral lo completan Willem Dafoe, como un frustrado capitán de policía y Chiwetel Ejiofor (Melinda y Melinda) como el “socio” de Washington, que aprovecha todas sus escenas.
Es interesante que Lee tome elementos de un thriller de acción y los maneje de forma que logre hacer una cinta que observa los detalles grandes y pequeños del comportamiento humano durante una situación específica. En manos de otro director, posiblemente El Plan Perfecto fuera una cinta genérica con un guión algo mejor que lo habitual y poco más, pero aquí hay un cuidado especial por los mínimos detalles que hacen a la cinta funcionar como el mecanismo de un reloj, aún si no está exenta de algunos defectos en el desarrollo de la trama y hacia el final, el ritmo se tambalea un poco, dejando las líneas de algunos personajes irresueltas.
Esta es la mejor cinta que Lee ha dirigido en muchos años, que trae aire fresco a un género ya bastante manido, aprovecha a un elenco de primera clase (la Foster deslumbra por donde se le vea) y lleva a su carrera a un nuevo nivel, demostrando que también al trabajar dentro del studio system, puede mantener su rúbrica personal y salirse con la suya.
El Plan Perfecto/Inside Man
Con: Denzel Washington, Clive Owen, Chiwetel Ejiofor, Christopher Plummer, Willem Dafoe y Jodie Foster
Guión: Russell Gerwitz. Música: Terence Blanchard.
Dirige: Spike Lee Estados Unidos 2006