Amanda (Bárbara Mori) es una joven profesionista, cuya despampanante belleza física es un atributo extra a su capacidad e inteligencia. Sin embargo, toda la confianza que tiene en sí misma se va a pique cuando descubre, para su genuino estupor, que su atractivo galán con su ‘mejor amiga’ le ponía, resultando en unos cuernos tamaño familiar.
A consecuencia del disgusto, la joven decide marcharse de Santiago, Chile, reestablecerse en el puerto de Valparaíso y dar un giro aún más drástico a su vida: caracterizarse como una mujer poco agraciada, la antítesis de su aspecto real, para demostrar su (no tan descabellada) teoría de que una mujer es mucho más que el aspecto que tiene. Así, da pie a que surja una nueva Amanda, con dientes protuberantes, varios kilos de más (una botarga, naturalmente), un cutis muy maltratado y un carácter más directo y desinhibido (si es fea, ¿qué puede perder?) que se involucra en la vida del petulante galán Marcello (el argentino Marcelo Mazzarello), y decide darle una lección.
Entonces ella misma se inventa a Helena, una voraz femme fatale con nervios de acero y cientos de artimañas para seducir, que – obviamente-, hace ver su suerte al tenorio, que a su vez convierte a la chica fea en su confidente, contándole las situaciones humillantes por las que su alter ego lo hace pasar. Ahora, ella misma debe decidir si su venganza es viable o si aceptará las posibilidades del amor.
Partiendo de esta idea y siguiendo un poco el ahora-muy-de-moda tópico de la belleza interior versus la exterior en batalla campal, el director chileno Claudio Dabed (que además produce, escribe y hace la dirección de arte) presenta su opera prima, Pretendiendo, tomado a un personaje que pretende ser algo más de lo que es. Del mismo modo, la cinta pretende llegar a más de lo que de ella se espera. Es una película de bajo presupuesto, que depende principalmente del radiante carisma de su estrella – que hace un trabajo muy esmerado; Bárbara tiene (y lo demuestra) la madera que se requiere para convertirse en una figura dentro del cine- y realmente su trabajo es la película. El resto del elenco – virtualmente desconocido fuera del Cono Sur- gira en torno a sus dos interpretaciones y así ayudan a sacarla adelante.
El esfuerzo es modesto, los resultados consecuentes y el entusiasmo por parte del director y la actriz, es posiblemente el principal motor para traer la película, de tan lejos hasta aquí con (sorpresa) el auspicio de un estudio grande – la Paramount- que se decide a explorar el mercado en español, cada vez con mayor demanda con esta comedia romántica predecible pero inofensiva. Naturalmente, la belleza de Bárbara, que es el pretexto para la trama, se luce con gusto y sirve para recordarnos que no todo el cine es Hollywood.
Pretendiendo
Con Bárbara Mori, Marcelo Mazzarelo, Fernando Kliche y Fernando Farías
Dirige: Claudio Dabed.
Chile/Argentina (2006)
