Miguel Cane
Al estrenarse en el festival de Cannes el año pasado, la más reciente cinta de Woody Allen, Match Point, causó sensación y vino a representar un retorno a las viejas glorias para el cineasta neoyorquino: esto se debe a que tras casi una década de cintas más bien mediocres, y después de hacer una última cinta interesante – Melinda y Melinda- Allen decidió romper su propio esquema de trabajo y explorar dos elementos que nunca antes había tocado en su filmografía: el rodar totalmente en Inglaterra y abordar una trama de suspenso, sin elementos cómicos.
Presentada en México con el desatinado título de La Provocación, la historia gira en torno a la relación ilícita (y muy explícita) entre Chris Wilton (Jonathan Rhys-Myers), joven tenista que renuncia a los circuitos de competencia para dar clases en un racquet club frecuentado por la clase aristócrata de Londres y Nola Rice (Scarlett Johansson), una voluptuosa y neurótica aspirante a actriz, a la que conoce a través de sus nuevos amigos ricos, Tom y Chlöe Hewett (Matthew Goode y Emily Mortimer), hijos de un millonario, que gracias a su apostura y pasión por la ópera, lo incluyen en su propio círculo.
Tal y como Allen lo estructura, Chris es un personaje inseguro y algo mezquino, obsesionado con la pobreza, por lo que a la primera oportunidad que tiene, decide unirse por interés a Chlöe, aún si se siente atraído por Nola, con quien inicia un tórrido affair aún antes de casarse.
Al principio, todo parece ir a pedir de boca; Chris tiene lo mejor de ambos mundos, la mansión campestre de sus suegros, apartamento de superluxe en el mejor distrito de Londres, un puesto con futuro en la empresa familiar, un palco en la opera y tardes ardientes en la alcoba de Nola; pero los problemas crecen, cuando por ambos frentes su sueño comienza a ser atacado: Chlöe necea incesantemente con tener un bebé, algo que la consume transformándola en una especie de disco rayado, donde Nola comienza a ponerse celosa y a exigirle a Chris que abandone todo por ella.
Cuando la presión se torna insoportable, el muchacho resuelve que la única solución es deshacerse de una de sus dos mujeres… ¿pero cuál será? La semilla del crimen se siembra en la mente desesperada del anti-héroe; es entonces que Allen explora su lado oscuro para llegar a un clímax de suspenso inquietante, aún si la resolución no es del todo satisfactoria, pero sí consistente con la retorcida psicología del personaje.
El autor de Annie Hall nunca había hecho una película así, aún cuando había coqueteado con el género antes (en Crímenes y pecados y Misterioso asesinato en Manhattan), pero aquí lo lleva a un extremo inexplorado para él.
Que la cinta además sea, en ejecución, forma y estilo, totalmente inglesa aporta una nueva mirada a un tema muy cercano al Film Noir de la infancia de Allen, así como al esquema narrativo de la ópera, temas a los que busca rendir homenaje.
Scarlett Johansson, por su parte, demuestra una madurez que trasciende su edad y la promesa hecha en Perdidos en Tokio (Sofia Coppola, 2003) se consolida: es una de las más notables actrices de su rango de edad y en gran parte gracias a su trabajo, imbuido con sensualidad y patetismo, Match Point se deja ver como una de las más interesantes películas de la temporada que el cinéfilo (y no sólo el fan de Woody) no debe dejar pasar.
Match Point/La Provocación
Con Jonathan Rhys-Myers, Scarlett Johansson, Emily Mortimer, Matthew Goode y Brian Cox. Música: Georges Bizet, Gaetano Donizetti y Giuseppe Verdi. Guión y Dirección: Woody Allen. Gran Bretaña (2005)
Al estrenarse en el festival de Cannes el año pasado, la más reciente cinta de Woody Allen, Match Point, causó sensación y vino a representar un retorno a las viejas glorias para el cineasta neoyorquino: esto se debe a que tras casi una década de cintas más bien mediocres, y después de hacer una última cinta interesante – Melinda y Melinda- Allen decidió romper su propio esquema de trabajo y explorar dos elementos que nunca antes había tocado en su filmografía: el rodar totalmente en Inglaterra y abordar una trama de suspenso, sin elementos cómicos.
Presentada en México con el desatinado título de La Provocación, la historia gira en torno a la relación ilícita (y muy explícita) entre Chris Wilton (Jonathan Rhys-Myers), joven tenista que renuncia a los circuitos de competencia para dar clases en un racquet club frecuentado por la clase aristócrata de Londres y Nola Rice (Scarlett Johansson), una voluptuosa y neurótica aspirante a actriz, a la que conoce a través de sus nuevos amigos ricos, Tom y Chlöe Hewett (Matthew Goode y Emily Mortimer), hijos de un millonario, que gracias a su apostura y pasión por la ópera, lo incluyen en su propio círculo.
Tal y como Allen lo estructura, Chris es un personaje inseguro y algo mezquino, obsesionado con la pobreza, por lo que a la primera oportunidad que tiene, decide unirse por interés a Chlöe, aún si se siente atraído por Nola, con quien inicia un tórrido affair aún antes de casarse.
Al principio, todo parece ir a pedir de boca; Chris tiene lo mejor de ambos mundos, la mansión campestre de sus suegros, apartamento de superluxe en el mejor distrito de Londres, un puesto con futuro en la empresa familiar, un palco en la opera y tardes ardientes en la alcoba de Nola; pero los problemas crecen, cuando por ambos frentes su sueño comienza a ser atacado: Chlöe necea incesantemente con tener un bebé, algo que la consume transformándola en una especie de disco rayado, donde Nola comienza a ponerse celosa y a exigirle a Chris que abandone todo por ella.
Cuando la presión se torna insoportable, el muchacho resuelve que la única solución es deshacerse de una de sus dos mujeres… ¿pero cuál será? La semilla del crimen se siembra en la mente desesperada del anti-héroe; es entonces que Allen explora su lado oscuro para llegar a un clímax de suspenso inquietante, aún si la resolución no es del todo satisfactoria, pero sí consistente con la retorcida psicología del personaje.
El autor de Annie Hall nunca había hecho una película así, aún cuando había coqueteado con el género antes (en Crímenes y pecados y Misterioso asesinato en Manhattan), pero aquí lo lleva a un extremo inexplorado para él.
Que la cinta además sea, en ejecución, forma y estilo, totalmente inglesa aporta una nueva mirada a un tema muy cercano al Film Noir de la infancia de Allen, así como al esquema narrativo de la ópera, temas a los que busca rendir homenaje.
Scarlett Johansson, por su parte, demuestra una madurez que trasciende su edad y la promesa hecha en Perdidos en Tokio (Sofia Coppola, 2003) se consolida: es una de las más notables actrices de su rango de edad y en gran parte gracias a su trabajo, imbuido con sensualidad y patetismo, Match Point se deja ver como una de las más interesantes películas de la temporada que el cinéfilo (y no sólo el fan de Woody) no debe dejar pasar.
Match Point/La Provocación
Con Jonathan Rhys-Myers, Scarlett Johansson, Emily Mortimer, Matthew Goode y Brian Cox. Música: Georges Bizet, Gaetano Donizetti y Giuseppe Verdi. Guión y Dirección: Woody Allen. Gran Bretaña (2005)