Cuenta la leyenda que, originalmente, el cineasta Michael Mann había escrito el argumento del piloto de la exitosa serie Miami Vice (allá por 1984), pensando en realizarlo como un largometraje, pero fue por cuestiones económicas que se convirtió en una de las series más exitosas de la TV en su época y convirtió a Philip Michael Thomas y Don Johnson en estrellas.
Ahora, más de veinte años después, la nostalgia hollywoodiana por todo lo retro, hace que resurjan los personajes de Sonny Crockett y Rico Tubbs, con un fuerte olor a naftalina que ni las dinámicas de Mann (que ha realizado cintas de muy buena factura como Colateral y El Informante, sin olvidar Manhunter) logran salvar.
El paso del tiempo se nota en la trama y por más esfuerzos que se hacen por avivarla, ya no es lo mismo. La antaño vital camaradería entre los detectives Crockett y Tubbs ahora se siente forzada, artificial; no hay química entre Colin Farrell y Jamie Foxx; ambos parece que están en otra onda y uno sospecha que acaso la estupefacción que muestran no obedece sólo al estilo de la cinta.
Otro detalle igualmente pasado de tueste es la presunta pasión arrobadora que siente Crockett (o sea, el greñudo Farrell) por la bomba sexy Gong Li, que interpreta a la hábil y conspicua narcotraficante internacional Isabela. Amén de la nula química entre éstos, la diva asiática ya había tenido ciertos problemas para hablar inglés como la siniestra Hatsumomo en Memorias de una Geisha y ahora son más evidentes, ya que se supone que es quesque chino-cubana y cuando habla en español en tanto se echa uno que otro “mojito” dizque en La Habana (sí, chucha, cómo no) se nota que no tiene ni la más pálida idea de lo que está diciendo, lo que hace que su personaje se vuelva inverosímil por completo y arranca algunas risitas al público.
En este reparto donde los principales son más bien sosos, son los actores de “soporte” los que realmente consiguen hacer algo – aunque sea más bien poco- con la película. Así, vemos al español Luis Tosar como Montoya, un intimidante mafioso --¿lo recuerdan como el compulsivo golpeador de mujeres en Te doy mis ojos?- mientras que Elizabeth Rodríguez, como la detective Calabrese, despide carisma hasta cuando se encara con un loco neo-nazi, si bien su personaje es poco más que un desgastado esterotipo italo-americano.
Mann hace lo que puede con el material, pero los resultados – pese a un espléndido soundtrack, un trabajo de cámaras intenso y vibrante y una edición deslumbrante, que uno sospecha es a propósito, para que no se noten mucho los irritantes brotes de inconsistencia en la trama- son más bien indiferentes; este es un paquete muy vistoso con casi nada adentro, pese al reconocido talento involucrado. ¡Lástima de ropita!
Miami Vice
Con Colin Farell, Jamie Foxx, Gong Li, Justin Theroux y Ciaràn Hinds
Dirige: Michael Mann
Estados Unidos 2006