Espías de altura
Miguel Cane
Las cintas de espías siempre funcionan como un escapismo total de la realidad – aún si, como la que hoy nos ocupa, están firmemente basadas en ella- y ese es su atractivo. Si además de tener acción y ritmo, tienen una tensión sexual sugerente y sostenida – como sucede aquí con los protagonistas-, el éxito está garantizado. Y, si además se da el caso de que haya humor y diálogos de primera, con un guión inteligente, entonces es una sorpresa en el cine de género y Duplicidad tiene todo esto.
En su momento, Tony Gilroy (director y guionista de Michael Clayton, que no sólo era una fábula moral sobre el mundo del derecho corporativo, también era a su manera, un thriller de espías) declaró que algunas de sus películas favoritas eran los espectaculares filmes de los sesenta, como los dirigidos por John Frankenheimer o bien, Charada, de Stanley Donen, que combina exitosamente varios géneros, entre ellos la comedia romántica y el suspense, contando con la presencia de dos super carismáticas estrellas (Cary Grant y Audrey Hepburn) y que siempre buscaba rendirles homenaje, aquneu mínimo, en su trabajo.
Así, vuelve detrás de las cámaras para contar la historia de dos amantes incapaces de ser honrados, sobre todo tratándose de sus sentimientos, que a su vez, buscan obtener una gran fortuna. Buscó intérpretes que fueran creíbles como espías rivales a pesar de tener una relación amorosa y Julia Roberts y Clive Owen son perfectos para los papeles.
La Roberts, radiante de carisma y bien asentada en la madurez, interpreta con dosis iguales de glamour y sarcasmo el papel de Claire Stenwick, ex operativa de la CIA, mujer manipuladora e inescrupulosa pero irresistible, mientras que Owen es Ray Koval, ex agente de la inteligencia británica que trabaja para una importante corporación, a las órdenes de Richard Grasik (Paul Giamatti) y es el contacto de Claire, con quien le une una historia de amor y traición, para robar secretos industriales a Howard Tully (Tom Wilkinson), cabeza de una compañía rival.
Pronto, valiéndose de llamativos recursos narrativos (la película está muy bien escrita y editada), locaciones y reparto, los personajes se involucran – e involucran al espectador- en una carrera contra reloj para evadir peligros de ambos frentes, salir airosos y con dinero de la aventura… eso si no acaban traicionándose el uno al otro.
Duplicidad es una cinta elegante, que se sostiene en la química palpable de sus estrellas y ofrece más inteligencia de lo habitual en un producto de este estilo, tiene agilidad para no ser aburrida y cualquier elemento inverosímil es pasado por alto gracias al talento involucrado (de hecho, pese a su estructura argumental, con recovecos y todo, la trama no es excesivamente compleja) y se deja ver, muy bien.
Duplicidad/Duplicity
Con: Julia Roberts, Clive Owen, Paul Giamatti y Tom Wilkinson
Dirige: Tony Gilroy
Estados Unidos 2009