Miguel Cane
Esta es la sexta ocasión en que el mago adolescente vuelve a la pantalla – con el éxito de taquilla asegurado- y ahora se deja ver no solo como un alumno de Hogwarts que se relaciona con sus compañeros; ahora es un adolescente enamorado que, además descubre el sendero a su destino manifiesto.
El misterio del príncipe, sexta de la saga, es una película de transición, que los seguidores de la serie iniciada en 2001 están obligados a ver pero que no pasa nada si esperan a que salga en DVD – que seguramente será en Navidad-. Los más recalcitrantes fans de Miss Rowling y sus buenos muchachos mágicos seguramente se sentirán algo defraudados por la ausencia de muchos pasajes del libro que ciertamente considerarían importantes, pero son dos horas y media de película y tampoco es cuestión de secuestrar a los espectadores durante toda la tarde. El reparto es el tradicional y las actuaciones van en secuencia, por lo que no hay grandes novedades en lo que al tema se refiere: de hecho, la sensación de 'esto ya lo vi antes' permea la película desde su inicio.
No hay ni nuevos y fulminantes encantamientos, ni extrañas criaturas, ni aparatos estrambóticos. Todo en Hogwarts sigue como siempre ha sido: Harry está en el centro de algo (amén de descubrir el amor donde uno menos se imaginaría). Hermione y Ron tienen lo suyito, incluyendo escenas de celos por culpa de una tal Lavender Brown, y por supuesto, hay cosas que nunca cambian: la voz de Maggie Smith como Minerva MacGonagall, el hecho irrefutable de que Draco Marfoy es un tramposo, Snape haciéndole la vida imposible a los chicos y Voldemort está detrás de todo lo malo que pueda pasar incluyendo un ataque al puente Millenium, pero ni aparece ni se hace notar demasiado (como en las entregas anteriores). Todas sus maldades se las deja a sus secuaces, que tampoco son para tanto (Helena Bonham-Carter sobreactúa con total abandono). Sólo hay un nuevo profesor, Horace Slughorn (el gran Jim Broadbent), y mucho recuerdo de lo que el joven Tom Riddle hizo en la escuela. Lo de que nadie lo viera venir como el futuro Lord Voldemort, con esa mirada malévola que tenía ya desde su más tierna infancia, es uno de los varios detalles 'flojos' de este guion, que se enfoca más en escenas muy divertidas -fruto de diversas pociones que dan resultados inesperados- y, sobre todo, vuelve el quidditch, aunque esta vez la estrella del equipo no será Harry.
Lo mejor de esta película es que sabemos que después llegará el final en dos partes (sí, es cruel pero tienen que hacer taquilla, qué se le va a hacer) y es de esperar que haya guardado toda la dinamita para un final apoteósico. A ver si es cierto; ya que en esta ocasión, Harry y compañía aprueban el curso, pero sin nota sobresaliente que reportar.
Harry Potter y el misterio del príncipe / Harry Potter and the half-blood prince
Con: Daniel Radcliffe, Michael Gambon, Emma Watson, Jim Broadbent y Helena Bonham-Carter
Reino Unido/Estados Unidos 2009.