Jacobo Bautista
No sé por qué llegó a mis manos, debió haber sido en formato Beta, pero lo cierto es que desde el primer momento la película me encantó.
En aquellos tiempos el nombre de Steven Spielberg no es no que es hoy, solamente se sabía que había dirigido Tiburón y listo, la película tenía entre sus protagonistas a Dan Aykroyd y Jim Belushi, estrellas en aquellos años (1979) del programa de televisión Saturday Night Live, que de todas formas no se veía en México y al cual éramos ajenos...
La película trata de la histeria que se vivía en Estados Unidos cuando la Segunda Guerra Mundial, está basada en un hecho de la vida real: en 1942 un submarino japonés llegó hasta las costas de California y disparó contra una estructura industrial, el suceso causó alarma en la costa y un día después se armó el caos cuando alguien activó la alarma antiaérea, todas las luces de la ciudad se apagaron y los cañones antiaéreos comenzaron a dispararle a la nada... aunque claro, ellos tenían la firme creencia que le disparaban a aviones japoneses.
El evento sirvió de inspiración para Robert Zemeckis y Robert Gale, quienes hicieron una muy buena parodia del asunto.
Es complicado decir de qué se trata la película, tiene mucho menos sentido contarla porque siempre está sucediendo algo, no tiene prácticamente ninguna pausa. Hay cosas rompiéndose todo el tiempo, gente peleando, gritando, disparando... de hecho, John Belushi, la estrella del filme, aparece como personaje incidental encarnando al Capitán ‘Wild’ Bill Kelso, quien anda por todo el estado en su avión e combate ‘persiguiendo’ a un escuadrón japonés –que no existe-.
Lo anterior ocurre mientras en las calles se pelean miembros del ejército, la marina y los pachucos de Los Ángeles, en medio de lo cual una pareja de jóvenes busca el amor... el papá de la chica, por cierto, ve con orgullo cómo en su patio trasero el ejército instala un cañón antiaéreo –ante el enojo de su esposa–, se da un triángulo amoroso por ahí, un concurso de baile... y unos observadores en una rueda de la fortuna ven al submarino japonés (dentro del cual hay otro drama) que ha llegado a atacar Hollywood.
Pero... los americanos estaban tan ocupados en su relajo que los japoneses pasan desapercibidos...
Cuando salió la película fue un fracaso en taquilla y nadie parece recordarla... dice Spielberg que el problema es que en la pantalla pasa casi siempre más de una cosa a la vez y hay mucho ruido. En aquellos entonces la acción era más lenta, quizá en estos años le iría mejor a la película (aunque es bastante ochentera en el look).
La semana pasada, metido en un MixUp (baboseando) me encontré con el DVD Región 1 de 1941, Edición Especial... la acababan de dar hacía un fin de semana en la tele y se me hizo fundamental tenerla, esta, una de las películas que más he disfrutado en la vida. El mismo día que la compré, por la noche, me desvelé disfrutándola (en una de las primeras escenas, salen un par de tipos bailando en una cocina, al ritmo de una big band vuelan platos y comida, con aire a musical, a comedia, realmente genial).
Esta de 1941 la recomiendo muchísimo... es una comedia ligerita, llena de cosas y para ver, definitivamente, más de una vez, porque pasan tantas cosas que de una pasada uno no la puede disfrutar toda.