27 feb 2010

Alicia en el país de las maravillas / Alice in Wonderland, de Tim Burton

Sigue al Conejo Blanco

Miguel Cane




Al echarle una mirada al canon de Tim Burton como director, una cosa queda bien clara: su pecho no es bodega y sus obsesiones de la infancia quedan perfectamente plasmadas, de un modo congruente con su manera de ser – esto, a título personal, siento que lo hace un cineasta mucho más sincero que Steven Spielberg, que empezó siendo tan sui géneris como Burton, pero acabó creyéndose el cuento de “ser un director prestigiado” y ahora sólo es una máquina de hacer “event movies”, sin casi ningún tipo de verdadera sustancia bajo la forma habitual-, convirtiendo en cierta forma su trabajo en cine de autor. Uno reconoce una película de Burton desde lejos, no sólo porque lleve a sus actores fetiche (Johnny Depp, Helena Bonham Carter (alias Mrs. Burton), Christopher Lee) o música de Danny Elfman. La reconoce uno por sus texturas y colores; por sus miradas extrañas a cosas y temas aparentemente inofensivos. Por la subversión latente ahí debajo.



En el caso de su versión de Alicia en el país de las Maravillas, Burton toma elementos de las dos clásicas novelas de Lewis Carroll sobre Alicia, la pequeña inquieta que descubre otros mundos más allá de su aburrimiento, en Alicia en el país de las Maravillas y Alicia a través del espejo. Pero lo que hace con esos elementos de marras es crear un universo completamente distinto y deslumbrante y no necesariamente pensado en los niños, al menos no en los de edad, sino más bien en los niños internos de los espectadores adultos.


Rubia, dulce y sensible, Alicia Kingsley (Mia Wasikowska) es ahora una joven de 19 años que es devuelta, tal vez no tan accidentalmente, tras seguir al conejo blanco, a las tierras que visitó cuando era una niñita. Ahí se le encomienda la misión de acabar con el Jabberwock (clara referencia a un poema de Carroll), una suerte de dragón que pertenece a la tiránica Reina Roja (Bonham Carter). Esto es el principio de una trama que poco o nada tiene qué ver con las novelas originales y que se permite recrear a los personajes en un nuevo contexto, mientras hace un comentario sobre temas más cercanos al corazón de Burton, como es el del personaje inadaptado (en este caso, Alicia misma, que no se siente cómoda al verse constreñida a los rigores y formulismos convencionales de la sociedad victoriana) en un mundo que no es el suyo y cómo se adapta a éste: algo que es un tema recurrente en filmes como Edward Scissorhands, Sleepy Hollow, Ed Wood o The Big Fish.

El estilo visual de Burton está totalmente ahí: absorbe todo, permea todo: los personajes animados parecen vivos, los actores (Depp,Bonham Carter, la radiante Anne Hathaway) se integran bien a este mundo raro y le siguen el juego a su director. Los resultados son tan espléndidos como impactantes.


Esta no es una película complaciente – Burton no está trabajando para gustarle a tal o cuál tipo de público. Lo suyo es contar historias mediante imágenes y así lo consigue: ostensiblemente toma un mito conocido y hace con él lo que le gusta. Tal vez esto a algunos espectadores les cause extrañeza, incomodidad y/o enojo (recordemos cuánta gente pensaba que Marcianos al Ataque iba a ser una película uultra-complaciente como Día de la Independencia y nunca entendieron que era una parodia brutal, salvaje) pero eso es lo de menos. Quien entra con conocimiento de causa a ver una película de Tim Burton, ya sabe a lo que le tira. Naturalmente, está diseñada para ser vista en 3-D, aunque también circulará en formato regular. Véanla y si pueden evitar la versión doblada, mucho mejor. Su niño interno se los agradecerá.

Alicia en el país de las maravillas/Alice in Wonderland
con: Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Crispin Glover, Michael Sheen y Stephen Fry.
Dirige: Tim Burton
Estados Unidos/Reino Unido 2010

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