Miguel Cane
Antes de partir no es una película que pueda ser considerada como una obra maestra. Es más, habrá algunos que dirán que quizás tampoco se la pueda calificar como de "notable". Aun así, la verdad es que es un filme que se las arregla para funcionar pese a sus problemas y esto es una buena parte porque en él intervienen dos grandes actores: Morgan Freeman y Jack Nicholson.
Aunque no destaca como una gran comedia (si bien pertenece al estilo realizado en su momento – fines de los 50, mediados de los 60- por directores como Billy Wilder y Blake Edwards y ejemplificado perfectamente por los desaparecidos Jack Lemmon y Walter Matthau) y es, de hecho, en ocasiones algo insulsa, la cinta tiene algunos momentos bastante divertidos, cuidados por Rob Reiner, especialista en esta clase de situaciones, lo que ayuda a que sea entretenida sin caer en el slapstick de siempre, aunque caiga en algunos estereotipos melodramáticos de su “parte seria” – después de todo, es la historia de dos desahuciados-, con algunos momentos emotivos algunos efectivos y otros no. En éste sentido, influyen mucho las notables interpretaciones de Freeman como un mecánico que comparte la última gran aventura de su vida con un millonario (Nicholson), yendo ambos a cumplir todos los sueños que habían dejado en el tintero, ante la presencia de la muerte. El guión, de Justin Zackham, se siente como si fuera una película para la tradicional dupla Lemmon/Matthau y representa el paso de estos dos actores “duros” al territorio de la tercera edad, mismo que habían estado rondando con paso muy temeroso, pero que ya no pueden eludir al estar ambos al borde de los 70.
Como es habitual en Nicholson hay un exceso de histrionismo muy suyo, que se hace aparente en partes de la película, aunque, sabe balancearlo con toques de su carisma igualmente reconocible. Morgan Freeman, por su parte, realiza un estupendo trabajo, con muchos matices y con sólo una mirada es capaz de transmitir emociones que se sienten genuinas. Siendo la razón de ser de la película, funcionan muy bien, aunque ninguno de los dos hace está memorable (definitivamente esto no es Sueño de fuga o Chinatown).
Los defectos más notorios de la cinta posiblemente tengan que ver con la dirección de Reiner, que a veces es floja – y en algunas partes con Nicholson esto se nota- y el guión (que, lo dicho, a veces sabe a reciclaje y desaprovecha aspectos originales que presenta pero no utiliza, yéndose por el “camino fácil”). Ayudan en buena parte las interpretaciones de soporte de Sean Hayes – muy lejos de su trabajo en la desaparecida serie Will & Grace, cosa que sorprende- y el poco aprovechado Rob Morrow, como el médico, que es el “hombre serio” de la trama. La fotografía de John Schwartzman es un mérito añadido y aprovecha las locaciones internacionales todo lo que puede.
En resumen, merece la pena ver Antes de partir (aunque el título en español resulta un poco tramposo) aún teniendo en cuenta sus carencias, sobre todo para el espectador que busca entretenimiento y el consabido “mensaje”, que viene implícito – esto es Hollywood, ni hablar- en la factura de ver a dos de los grandes juntos en pantalla por primera vez; y dado el éxito de la mancuerna, quizá no sea – como en el caso de los citados compadres Jack y Walter- la última. Ojalá.
Antes de partir/The Bucket List
Con Jack Nicholson, Morgan Freeman, Sean Hayes, Rob Morrow y Beverly Todd.
Dirige Rob Reiner
Estados Unidos 2008.