Miguel Cane
Sin duda alguna, una de las películas más esperadas del cierre de año es esta mezcla de fantasía épica y animación digital basada en el poema clásico de la literatura anglosajona, dirigida por Robert Zemeckis (Forrest Gump, Expreso Polar) y protagonizada por versiones computarizadas de un elenco encabezado por Ray Winstone, Angelina Jolie, Anthony Hopkins, John Malkovich y Robin Wright Penn entre otros.
Beowulf se sitúa en una legendaria Dinamarca, donde el reinado de Hrothgar vive con temor al gigante Grendel; del otro lado del mar, el poderoso guerrero Beowulf llega para dar muerte al monstruo, provocando así la ira de su monstruosa a la vez que seductora madre, en un conflicto que es la fuente de una leyenda.
Sin duda alguna, una de las películas más esperadas del cierre de año es esta mezcla de fantasía épica y animación digital basada en el poema clásico de la literatura anglosajona, dirigida por Robert Zemeckis (Forrest Gump, Expreso Polar) y protagonizada por versiones computarizadas de un elenco encabezado por Ray Winstone, Angelina Jolie, Anthony Hopkins, John Malkovich y Robin Wright Penn entre otros.
Beowulf se sitúa en una legendaria Dinamarca, donde el reinado de Hrothgar vive con temor al gigante Grendel; del otro lado del mar, el poderoso guerrero Beowulf llega para dar muerte al monstruo, provocando así la ira de su monstruosa a la vez que seductora madre, en un conflicto que es la fuente de una leyenda.
La cinta, que se estrena en algunas salas en formato 3-D, es el trabajo más ambicioso de Zemeckis en varios años: es todo un portento visual, con escenarios deslumbrantes y una trama trepidante (obra de Neil Gaiman y Roger Avary) y que no niega su vis épica.
Sin embargo, hay un problema que trasciende los aciertos de producción y trama y esto es que los personajes no están siempre al nivel de su entorno, al menos gráficamente, ya que la minuciosidad de sus primeros planos y el hiperrealismo del detalle quedan en parte desvirtuados con algunos de sus movimientos (a la hora de cabalgar, por ejemplo) como por sus personajes de ambientación, muy poco definidos en algunos casos. Por ello, y a pesar del primer impacto visual de Beowulf, persiste la sensación de que está viendo una especie de videojuego, más que una cinta presuntamente de acción.
A favor, cuenta con una historia que, a pesar de resultar predecible, no deja de resultar interesante, sobre todo gracias a sus diálogos sorprendentemente verosímilies en los labios de sus protagonistas virtuales. Por otro lado, uno de los mayores logros de Zemeckis es que, aunque pueda resultar paradoja decirlo, no abusa de los efectos especiales, basándose en un ritmo narrativo impecable a excepción de su clímax, que todo espectador podrá anticipar, pero que resulta de rigor.
Sin embargo, hay un problema que trasciende los aciertos de producción y trama y esto es que los personajes no están siempre al nivel de su entorno, al menos gráficamente, ya que la minuciosidad de sus primeros planos y el hiperrealismo del detalle quedan en parte desvirtuados con algunos de sus movimientos (a la hora de cabalgar, por ejemplo) como por sus personajes de ambientación, muy poco definidos en algunos casos. Por ello, y a pesar del primer impacto visual de Beowulf, persiste la sensación de que está viendo una especie de videojuego, más que una cinta presuntamente de acción.
A favor, cuenta con una historia que, a pesar de resultar predecible, no deja de resultar interesante, sobre todo gracias a sus diálogos sorprendentemente verosímilies en los labios de sus protagonistas virtuales. Por otro lado, uno de los mayores logros de Zemeckis es que, aunque pueda resultar paradoja decirlo, no abusa de los efectos especiales, basándose en un ritmo narrativo impecable a excepción de su clímax, que todo espectador podrá anticipar, pero que resulta de rigor.
La trama plantea la cuestión: ¿qué hace heroico a un hombre? Así, Beowulf pasa de ser un héroe de leyenda a un cobarde traidor, aunque no por ello queda desvirtuado a los ojos ni de su séquito ni del espectador pues, en realidad, el Mito se ha convertido en Hombre, nada más: un ser que con el paso de los años se da cuenta de su error y debe enfrentarse a sus propios miedos otorgándole, curiosamente, la expiación de su “pecado”. Por ello, Beowulf no hace sino presentarnos al Hombre como Monstruo y viceversa, un tema siempre inquietante.
Así pues Beowulf es un éxito garantizado que cumple, al igual que 300, si bien uno debe reconocer que la película de Robert Zemeckis pretende, aunque no lo logra del todo, llegar más allá de la mera estética a través de un mundo enteramente virtual, cosa que es digna de encomio. Eso, y el hecho de proporcionarnos una historia fantástica sin caer en la complacencia masiva le da una mejor dimensión, aunque uno no puede evitar imaginarse que la misma película, con personajes de carne hueso, posiblemente habría resultado muy superior.
Beowulf
Con Ray Winstone, Robin Wright-Penn, Anthony Hopkins, John Malkovich y Angelina Jolie
Dirige: Robert Zemeckis
Estados Unidos 2007
Así pues Beowulf es un éxito garantizado que cumple, al igual que 300, si bien uno debe reconocer que la película de Robert Zemeckis pretende, aunque no lo logra del todo, llegar más allá de la mera estética a través de un mundo enteramente virtual, cosa que es digna de encomio. Eso, y el hecho de proporcionarnos una historia fantástica sin caer en la complacencia masiva le da una mejor dimensión, aunque uno no puede evitar imaginarse que la misma película, con personajes de carne hueso, posiblemente habría resultado muy superior.
Beowulf
Con Ray Winstone, Robin Wright-Penn, Anthony Hopkins, John Malkovich y Angelina Jolie
Dirige: Robert Zemeckis
Estados Unidos 2007