Hace mucho tiempo fui a ver la película U-571 sobre un submarino alemán durante la Segunda Guerra Mundial, me pareció una película decente y escribí entonces que era una película entretenido y bien hecha. Poco después alguien me mandó la dirección electrónica de un sitio donde había una crítica de la película… para ellos la cinta era poco menos que un bodrio, dos horas de errores, imprecisiones y tonterías. El sitio estaba dedicado no al cine sino a submarinos, y peor aún, estaba dedicado a los famosos U-Boot de los que trataba la película. Desde el punto de vista de un conocedor de la guerra submarina en la Segunda Guerra Mundial, la película era insoportable.
Y lo anterior porque me dispongo a escribir de la película Batman Begins y la mitad de mi tesis de licenciatura está dedicada a las historietas de Batman. Por eso, quizá, y porque compro seguido (no tanto como yo quisiera) los cómics del encapuchado es que por estos días muchos de mis conocidos me han estado preguntando ¿Ya la viste? Y ¿Te gustó? Bueno…. Ya la vi… y antes de responder si me gustó o no, tenía que explicarles lo anterior, porque mi punto de vista… pues, es más menos de un comunicólogo fan a los cómics de Batman.
Antecedentes: Batman es idea de un nombre llamado Robert Kane. La idea de la capa, las orejitas y todo eso es del dibujante Bill Finger, pero el crédito siempre se le da a Bob… pero hace mucho mucho tiempo Kane ya no escribe los cómics o tiene algo que ver con el personaje, que es una marca registrada de la editorial DC Comics, que es a su vez parte de Warner Brothers, quienes son los que pagaron por la película en cuestión.
Batman es hoy el producto de muchos autores. El cómic lleva publicándose desde la década de los 30 y han sido miles las personas que han estado involucradas en escribir las historias, algunas historias y dibujos son mejores que otras, tanto que algunas permanecen y se hacen parte de la ‘historia oficial’. Pero en la mente de los lectores siempre quedan las historias que más gustaron, en mi caso particular, recuerdo haber leído una historia titulada ‘Cuando Batman era Robin’ donde contaban cómo, antes de vestir el traje del hombre murciélago, Bruce Wayne había sido Robin.
Así pues, cada que a alguien le encomiendan una nueva historieta, guión para una caricatura o película, tiene muchísimo de donde cortar y unas breves instrucciones sobre qué es lo que debe respetar.
Y así las cosas, entré a ver la película Batman Begins el sábado, la sala se llenó y no compré palomitas ni nada.
El título de la película explica de qué se trata: Batman Inicia… no son ni las aventuras de Batman, ni el Guasón, ni Batman y Robín ni nada sino el inicio de Batman, la historia y todo lo demás nos va a explicar por qué Bruce Wayne decidió vestirse como se viste, encapucharse, usar una capa y atrapar malos. Pero no sólo eso… porque eso se explica en tres minutos y la historia es conocida desde los 30… pues un asaltante –de nombre Joe Chill– mata a los padres de Wayne (Thomas y Martha Wayne) frente al pequeño Bruce y pues el chaval se vuelve loco… así de sencillo.
Pero ¿por qué se viste precisamente de Murciélago? ¿Por qué se viste de negro? ¿De dónde saca tanta maravilla electrónica y todos sus gadgets? ¿Quién le enseñó a pelear? ¿Qué estilos de pelea maneja? ¿Qué estudió que lo hace tan buen detective? ¿Dónde está la Baticueva?… Pues, a todas estas preguntas se le da respuesta en la película y por eso pasa mucho tiempo antes de que veamos a Batman por primera vez.
Es algo un poco como Star Wars, Episodio III, que muchos vamos queriendo ver a Darth Vader y Vader sale sólo hasta el final… o como la misma película del rival, Spider-man en donde la primera vez que vemos a Peter Parker combatiendo a los malos, no trae el traje del Hombre-Araña.
El proceso que lleva a Wayne a convertirse en Batman es larguísimo. Piensen que, en la historia original, el chico tiene como 7 años cuando asesinan a sus padres y Batman tendrá cerca de los 30 (a los 28 más o menos se puso el uniforme por primera vez)… son cerca de 20 años en que el personaje se va gestando, aunque en la película vemos los últimos momentos del ‘entrenamiento’ que llevó a Wayne a sentirse listo para su misión (aunque en la película él se va a entrenar sin saber cuál era su misión, misma que en los cómics, en la mayoría de las versiones, tiene muy claro).
El Batman de Batman Inicia no es el de la televisión, la versión Camp alegre retomada –también alegremente– en las últimas películas cuando lo interpretó George Clooney. Tampoco es el de la cara de loco de Michael Keaton, se parece mucho más al de las caricaturas (éstas sí, muy apegadas al cómic que en los 90 comenzara a editar un sujeto de nombre Dennis O’Neil)… muy serio, con respuestas cortas, muy muy enfocado en lo que está haciendo y supeditando todo lo demás en la vida de Bruce Wayne a lo que hace Batman.
El Batimovil hace pensar que para hacer esta película, el director se metió a revisar muy bien los cómics y al hacerlo se puso muy exquisito. La imagen del Batimovil es de un auto deportivo muy muy muy veloz y por eso las primeras versiones eran de un deportivo, el de Tim Burton incluso tenía como base un Porsche 911.
Pero para hablar más de la película que de los cómics, pasemos al reparto… Liam Neeson (lo recordarán como Schindler en la Lista de Schindler, Gary Oldman que salió de Jean Baptiste Emmanuel Zorg en el Quinto Elemento y Morgan Freeman que se llevó un Oscar por su papel en Millon Dollar Baby)… con este reparto sólo un idiota sacaría un producto muy malo. Y aquí otra cosa importante de los cómics y de los superhéroes: ellos son tan buenos como su reparto de soporte… porque ellos van construyendo a fin de cuentas la psicología y carácter del héroe. Neeson interpreta al cuate que entrena a Wayne… lo cual me parece un error porque Neeson recuerda muchísimo a Qui Go Jin… mucho mucho… sólo porque es un gran actor, sale adelante. Me cae.
Luego está Lucious Fox, Morgan Freeman haciéndola del genio de WayneTech, la rama de la gran empresa de Wayne dedicada a la tecnología y de donde se supone salen todos los artilugios que hacen (y en la película se describe –cosa que rara vez se hace en el cómic– las aventuras legales y de estrategia que hace para comprar (aunque sea a él mismo) los artículos). En Freeman se integra también un oscuro personaje, gordo sordo y mudo que arma los aparatos en el cómic, él es el genio detrás de todos los maravillosos juguetes de Batman.
El tercero, a todo esto, es esencial… Gary Oldman interpreta con una gran maestría a Jim Gordon, el policía honesto que es, desde el inicio, el ancla que tiene Batman con el mundo legal. Gordon no es el petardo de las películas de Tim Burton o Schumacher, ni siquiera el de la caricatura, no, Gordon es el de los cómics de los 90… el personaje complejo que un día decidió que la mejor manera de que se hiciera justicia en la ciudad era aliarse con este tipo loco del traje con capucha y orejitas… aunque en el proceso media ciudad lo tirara de a loco e hiciera trizas su reputación. El fin justifica los medios…
Hay una frase hermosa de Gordon que vale la película… se la dice a un policía corrupto: “en una ciudad como esta donde todos son corruptos ¿con quién te voy a delatar?”.
Y esa es la lucha de Batman en esta película, mejor expuesta y retratada que nunca. No es la lucha contra el sistema, es la lucha del sistema, de un fascista por reestablecer el reino de la propiedad privada por encima de todo.
El sistema se ha corrompido hasta la médula, las instituciones que los grandes potentados pagan (porque la población general está tan deteriorada que lo que se recauda en impuestos con ellos es una ridiculez)… lo que hacen las instituciones se comienza a deteriorar, los servicios y la administración, entre otras cosas, de justicia.
En el asunto de tráfico de drogas y demás el asunto no le pega tanto al gran capital, éste se ve afectado cuando la delincuencia comienza a mermar con sus ganancias y a meterse con la propiedad privada. La delincuencia compra a la administradora de justicia y el gran capital sale perdiendo porque las instituciones que mantiene vía impuestos no sirven de nada ¿qué hace entonces? Lo mismo que Bruce Wayne: toma la justicia en sus manos.
Claro, sería lindo que fuera en la realidad así de romántico como Batman… porque eso también tiene la película, el romanticismo del zorro (por cierto, en el cómic asesinan a Thomas y Martha Wayne saliendo de ver una película, ‘La Marca del Zorro’ y no de la ópera).
En fin, en una historia de más de 40 años en los medios tan rica como la de Batman, era una pena no ver todos elementos explotados. Y por primera vez, siento que se ha logrado sacar lo mejor de un personaje que, a fin de cuentas, es parte de los monitos del domingo, pero que tiene mucho por dar todavía.
Vayan a verla y dénme su opinión desenfadada, sin pretensiones tontas como la mía al haber convertido este comentario en tan larga disertación filosófica.