Antes de hablar de esta película, es importante señalar que no se trata de algo para niños. Batman Inicia es violenta, intensa, oscura… y excelente.
Este no es el Batman que conocimos de niños por TV, ni es el Batman de los comics de nuestros padres, o como lo conocimos en la fabulosa Batman (1989) de Tim Burton. Esta es una interpretación cerebral, sobria y provocadora del personaje icónico que conocemos y está contada de una manera que nada tiene qué ver con cualquier encarnación previa.
Todos los elementos básicos para contar el origen, están aquí: Bruce Wayne (un espléndido Christian Bale, que hace el personaje suyo con un aplomo insólito en la larga dinastía histriónica que lo ha encarnado) queda huérfano a los 9 años cuando sus padres, aristócratas sensibles y humanitarios, son asesinados por un ladrón de poca monta, llamado Joe Chill – esto tomado verbatim del cómic- y crece deseando venganza.
Su noción se ve drásticamente transformada en la idea de hacer justicia, al abrírsele los ojos a la corrupción y males que trascienden aún a su ira por la pérdida personal. Así, comienza el éxodo de Wayne, que se convierte en un delincuente para comprender los motivos del mal y llega ante la Liga de las Sombras, organización clandestina encabezada por el enigmático R’as Al Ghul (Ken Watanabe, de El Último Samurai) y su “aparente” mano derecha, Durant (Liam Neeson) – aunque estos personajes tienen más secretos de los que se ven al conocerlos.
La liga entrena a Bruce para convertirlo en un ninja superior, capaz de hacerse invisible e invencible, utilizando su propio miedo (en este caso, a los murciélagos, debido a un accidente en la infancia) para provocarlo en su oponente. Es así como el joven obtiene conocimientos para convertirse en lo que eventualmente será.
Mientras tanto, en Ciudad Gótica, el crimen organizado, cuya cabeza es el mafioso Carmine Falcone (Tom Wilkinson) ha infiltrado todas las esferas, incluyendo la policía, donde pareciera que el único elemento honrado es Jim Gordon (Gary Oldman, notable en una rara interpretación de bueno).
Aquí el peligro lo representa el amoral, egocéntrico y sexualmente ambiguo psiquiatra Jonathan Crane (Cillian Murphy, Exterminio), que utiliza al Asilo Arkham para sus experimentos con alucinógenos, a los que somete a los peligrosos pacientes. El centro moral gira en torno a tres personajes: Alfred (Michael Caine), el mayordomo que crió a Bruce y para quien él es toda su vida; Lucius Fox (Morgan Freeman) campechano y brillante elemento de industrias Wayne, que lo provee de toda su parafernalia y la fiscal Rachel Dawes (la sobreexpuesta teen queen Katie Holmes en su primer rol maduro), que es además amiga de la infancia de Bruce y la única que le canta su precio.
Dividiéndose en dos: Bruce Wayne, pobrecito niño rico y Batman, justiciero de la noche, el personaje principal aprende su camino a base de prueba y error y encara dilemas morales – uno de ellos clave para el clímax vertiginoso de la cinta -, y más cuando debe salvar a la metrópoli de, literalmente, un fatal ataque de pánico en proporción masiva.
Christopher Nolan (Memento, Following, Insomnia) crea un estilo visual único y lo utiliza al máximo provecho, adueñándose de una nueva y más realista Ciudad Gótica creada ex profeso en un estudio londinense y en calles de Chicago.
Ha nacido un nuevo caballero de la noche, más maduro (como las novelas gráficas de Frank Miller, que en parte inspiraron al guionista David S. Goyer) y puede que ésta sea, sencillamente, la mejor adaptación cinematográfica de este personaje… aún si no es ni para todos los gustos, ni para todo público.
Batman Inicia/Batman Begins
Con: Christian Bale, Michael Caine, Morgan Freeman, Liam Neeson, Cillian Murphy, Katie Holmes, Rutger Hauer, Tom Wilkinson, Linus Roache y Gary Oldman.
Dirige: Christopher Nolan Distribuye: Warner Bros.
