13 nov 2010

Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte 1) / Harry Potter and The Deathly Hallows (Part 1), de David Yeats

Crónica de un desastre anunciado

Miguel Cane



Por fin, después de un año de anticipación y especulaciones, se estrena a nivel mundial lo que constituye la primera parte de la última entrega de la saga de Harry Potter, basada en el último libro de JK Rowling, y sin que realmente sorprenda, la película es, en su contexto, una pieza fallida dentro del universo fantástico que plantea la historia. Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte1) resulta agobiante, con una estructura narrativa inconsistente plagada de fallas que no hacen más que alargar, de manera innecesaria, un final anunciado y cansino.




La historia continúa con Harry y sus amigos ya bastantes creciditos y con las hormonas en ebullición. Como siempre deberán luchar contra los malos que cada vez vienen más malos. En medio de esto surgirán todo tipo de problemas que tienen los adolescentes sin importar la magia. Amores, rechazos, besos y caricias, histeria y hasta una onírica escena de sexo tiñen a Harry Potter de algunas otras temáticas que sirven para entretener a aquellos niños que se iniciaron en la saga y hoy son tan adolescentes como los propios Daniel Radcliffe o Emma Watson.




El tibio realizador David Yates nos ofrece una versión bastante deslucida y con grandes baches narrativosde lo que es, en sí, un libro indigesto. Queda claro que la necesidad de marketing concebida por los productores de estirar el final para convertirlo en dos películas le jugó completamente en contra, haciendo que -más allá de la fantasía que la historia propone- un producto final bastante disparejo, plagado de escenas recurrentes, diálogos banales y escenas injustificadas.




El penúltimo capitulo cinematográfico de Harry Potter se tiñe de un aire sexual implícito que los productores aprovecharon para explotar la juventud y la fama de Daniel Radcliffe, luego de su polémico desnudo en la obra teatral "Equus", quitándole la camisa en más de una escena y hasta en un desnudo total –aunque fuera de foco- junto a Emma Watson en una alucinada escena que nada tiene que ver con la realidad (no se aceleren, Harry no hace eso. Esta es una película “familiar”).



Visualmente, Las reliquias de la muerte (parte I) es un film sugestivo y sugerente, ya sea desde el efectismo estético como desde su construcción y atmósfera. Yates, director de batalla, sin imaginación y bastante mediocre, se pone atento y presenta los diferentes espacios y épocas históricas de manera simple y sin demasiadas explicaciones. Todo fluye rapidito y de buen modo para evitar que su público “se aburra” aunque a veces el bostezo es inevitable debido al tedio del planteamiento argumental, que demuestra ser más de lo mismo pero peor: una trama larga, rebuscada y aburrida que se podría haber contado en mucho menos tiempo y en una sola versión.




Pero como a los productores sólo les importa recaudar dinero y a los consabidos fans que la historia prosiga hasta la eternidad, la historia continuará, haciendo un desperdicio de excelentes actores ingleses en insípidos e ingratos papeles de soporte. Así que esperamos no tener sorpresas y que por fin en julio de 2011 se dé por concluida una saga que con el tiempo fue siendo cada vez más decadente, repetitiva y desastrosa. Pero la verdad que eso a quién le importa si los fans de Harry Potter van a ir a verla igual y de eso es de lo que se trata, ¿no? Estrictamente para obsesos de la saga; demás espectadores, absténganse o busquen alternativas en cartelera. Esto es sólo para los que ya vieron las otras seis y quieren más.

Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte 1)/Harry Potter and The Deathly Hallows (Part 1)
Con Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Ralph Fiennes, Helena Bonham-Carter, Alan Rickman, Robbie Coltrane, Jim Broadbent y Maggie Smith.
Dirige: David Yeats
Estados Unidos/Reino Unido 2010.


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