Miguel Cane
La cineasta debutante Larysa Kondracki fue la elegida por Rachel Weisz para dirigir Secretos peligrosos (The Whistleblower), interesante melodrama de carácter político, ostensiblemente basado en el caso real de Kathryn Bolkovac, una policia del estado de Nebraska, que fue contratada por la reconocida compañía militar privada, DynCorp, para investigar una serie de irregularidades ocurridas durante la época de la postguerra en Bosnia.
A su llegada a la localidad, Bolkovoc descubre que una considerable cantidad de oficiales de la ONU y la misma compañía estaban implicados en el tráfico de jovencitas que fueron engañadas con trabajos falsos, la mayoría de ellas del este de Europa, y llevadas a la región como esclavas sexuales. Pero este descubrimiento lejos de llevar a la polícia a su cúspide como custodia de la ley y los derechos, le traería una serie de dificultades que incluyó la compra de testigos falsos para encubrir el hecho y enlodar su labor como investigadora.
Su lucha por revelar esta red de corrupción llegó a titulares internacionales y puso en riesgo su vida y eso es lo que la cinta va narrando, siguiendo la fórmula probada por Sidney Lumet en Serpico (1973) en la que Pacino se transformaba en Frank Serpico, agente de la policía de Nueva York que al ir ascendiendo a detective, descubría toda serie de corruptelas y las denunciaba, pagando por su honradez casi con su vida.
La Weisz está muy bien como Bolkovac, una mujer valerosa pero también humana, con defectos y con inseguridades, que le dan una dimensión al personaje (si hubiera sido una heroína de ficción, posiblemente el balance habría sido diferente) y la hacen empática al espectador. Y es importante que lo consiga, porque es en los hombros de la actriz donde recae el peso de la cinta y es algo muy delicado, puesto que podría caer en exageraciones y Weisz siempre mantiene su presencia e interpetación bajo control, muy al estilo de Meryl Streep en Silkwood (de Mike Nichols, que tenía una temática similar). Un reparto internacional acompaña a Weisz: Monica Belluci (totalmente desprovista de su aura sexy como una burócrata oficiosa y odiosa), David Strathairn y la monumental Vanessa Redgrave como Madeleine Reece, el principal soporte de Bolkovac.
La cinta es ágil e inteligente. Se deja ver muy bien, y es un trabajo que invita a enterarse más acerca de la horripilante realidad del tráfico de personas. Su realización es aceptable y funciona, si bien, en manos de un director más avezado, hubiera fluido mejor (uno se pregunta qué habría hecho Paul Greengrass, por ejemplo), pero cumple bien su cometido y deja perfilar una actuación excelente por parte de la Weisz, que es una de las mejores actrices de su generación, en activo hoy en dia.
Secretos peligrosos/The Whistleblower
Con Rachel Weisz, Vanessa Redgrave, David Strathairn y Monica Belluci
Dirige: Larysa Kondracki
Canadá/Reino Unido/Alemania 2010