Miguel Cane.
En el mundo ficticio de la galardonada teleserie Mad Men, como también ha sucedido en la vida real en el ámbito empresarial que describe este éxito inusitado de la pantalla chica, las mujeres han ido ganando cada vez más terreno a los hombres. Tal es el caso de la despampanante pelirroja Christina Hendricks (Knoxville, Tennessee, 1975), quien da vida a Joan Holloway, una secretaria que termina convirtiéndose en socia de la agencia publicitaria Sterling Cooper Draper & Pryce, gracias a su insólita habilidad para los negocios y la flexibilidad de sus escrúpulos, que la han llevado a vender sus encantos femeninos al hombre adecuado. Así, su personaje se ha puesto a la par del gran publicista Don Draper (Jon Hamm) como una de las protagonistas de la sexta temporada de esta serie, que se estrenó en Estados Unidos hace unos días, con gran expectación del público.
EN ESTA TEMPORADA JOAN SE HA QUEDADO RODEADA DE HOMBRES COMO ABEJA REINA DE STERLING COOPER, YA QUE PEGGY SE FUE A TRABAJAR CON LA COMPETENCIA. ¿QUÉ TAL EL CAMBIO?
Es interesante el giro dado al personaje, ahora que lo mencionas. De momento no puedo entrar en muchos detalles, porque no puedo revelarte lo que va a ocurrir, pero Peggy sigue muy presente en el panorama, y junto con su madre van a tener muchas escenas con Joan. Entre ellas se desarrolla una relación de amor-odio con bastante humor, con la que el público puede identificarse plenamente. Esta temporada no va a ser fácil para ella, pero sabe muy bien cómo defenderse y lo ha demostrado a lo largo de los años. Estamos ya en 1968 y Joan, igual que el mundo que la rodea, es muy diferente ahora.
Y TÚ, CHRISTINA, DESPUÉS DE SEIS AÑOS, ¿TE IDENTIFICAS MÁS CON TU PERSONAJE?
Creo que Joan es una mujer sumamente motivada y ambiciosa. En ese sentido, sí soy como ella. La considero también una persona sensible y vulnerable que valora a sus amigos y sus relaciones, aunque no sea muy propensa a mostrar esa faceta de sí misma en público, pero claro que tiene su corazón, aunque prefiere esconderlo bajo una máscara de perfección. Alguna vez alguien me dijo que Joan es una especie de geisha del mundo corporativo neoyorquino y creo que eso no está muy alejado de quién es el personaje en realidad. Es trabajadora y profesional, en todo eso soy exactamente igual, aunque visto lo que ha tenido que hacer para llegar a donde está, digamos que hay una bifurcación, yo no soy tan... ¿cómo decirlo?... tan flexible como ella. En ese aspecto ella es mucho más temeraria que yo; hay cosas que Joan hace que yo no haría.
PRECISAMENTE, ¿SABES QUE EXISTE UN BLOG LLAMADO ¿QUÉ HARÍA JOAN HOLLOWAY? ¿CREES QUE ES UN MODELO A SEGUIR?
Oh, sí. Hace tiempo que no entro en esa página, pero la conozco. Me halagó bastante que la crearan, creo que desde la primera temporada, y me parece realmente muy divertido que haya gente que encuentre a mi personaje tan interesante y le dedique tiempo y atención. Ahora, sobre si es un ejemplo o no, ¿qué puedo decirte? Eso depende de lo que vea en ella cada quien. Yo, desde luego, he aprendido muchas cosas de ella.
¿DE VERDAD? ¿COMO CUÁLES?
Lo primero, a vestir. Joan tiene un instinto natural y una forma elegante de arreglarse siguiendo la moda del momento. La admiro por ello. Además, tiene una cualidad maravillosa y sabe siempre cómo resolver cualquier situación incómoda manteniéndose fiel a sí misma. Para mí, interpretarla es una experiencia vivencial en todos los sentidos.
SUPONGO QUE TAMBIÉN TE INVOLUCRAS EN LOS DETALLES DE SU IMAGEN TAN PARTICULAR.
En efecto, y además le dedico un tiempo impresionante. Cada personaje de la serie tiene un estilo único y Jeanie Bryant, la diseñadora de vestuario, ha creado un guardarropa específico para cada uno de nosotros. Joan lleva siempre accesorios, el pelo arreglado de cierta manera y desde el momento en que me peinan me siento como ella. Cuando me pongo su ropa me transporto en el tiempo. Además, son prendas que realzan mi figura de forma sugerente y eso hace que reciba muchísima atención positiva por mi voluptuosidad. Me siento muy orgullosa de mi cuerpo y, sobre todo, de que esto sirva para dar un enfoque diferente a ser una talla 14 en vez de una talla 0. ¡Ya está bien de esqueletos chic! De hecho, Matt Weiner, el creador de la serie, nos ha prohibido hacer demasiado ejercicio porque en esa época el músculo no estaba definido y no quiere que tengamos cuerpos esculturales. Ahora disfruto mucho más con mis curvas, así que podría decir que sí, he crecido como mujer gracias a este personaje.
UNO DE LOS PUNTOS DE INFLEXIÓN DE LA SERIE ES LA RELACIÓN ENTRE JOAN Y ROGER STERLING. ¿QUÉ PUEDES ADELANTARNOS AL RESPECTO PARA ESTA TEMPORADA?
Ah, el quid del asunto entre ellos es que se atraen y se repelen al mismo tiempo (risas). Roger conoce a esta mujer desde hace mucho tiempo y sabe lo que hace y cómo lo hace. Joan no es alguien fácil, ni que se deje impresionar por cualquiera; ya ha pasado por muchas cosas en su vida. Entre ellos la relación es muy interesante porque la temporada pasada tuvieron un hijo y eso los une para siempre, aunque es un secreto y oficialmente el bebé es de otro, ese es un punto importante de la trama y del desarrollo de los personajes. Tengo mucha suerte, John Slattery y yo hemos generado una extraordinaria química para trabajar juntos; me fascinan las escenas que tenemos como Joan y Roger, hay tanta complicidad entre los personajes que cada frase tiene un enorme significado. Creo que es una de las mejores historias de la serie.
A RAÍZ DE ESTA INTERPRETACIÓN, ¿TE OFRECEN MEJORES PAPELES?
Es curioso. Antes de interpretar a este personaje me decían que tal vez no era adecuada para papeles de policía, de médica o de abogada... Los directores no me veían como una mujer fuerte, así que no conseguía muchos de los papeles que me interesaban, porque “no daba el perfil”. En cierto modo, Joan me ha abierto mucho las puertas y ha cambiado mi imagen en Hollywood para bien. Para mí ha sido un regalo porque los papeles que recibo, en otros filmes, se los debo a ella. Ya no siento que tenga que demostrar mi capacidad como actriz porque lo he hecho durante seis años; ya hay un precedente.
TE HAN NOMBRADO “LA MUJER MÁS SEXY DEL MUNDO” VARIAS VECES. ¿CÓMO TE VES?
¡Creo que es una exageración! (risas). La verdad, eso de ser bonita y sexy es a veces una espada de doble filo. Cuando era adolescente, todas querían ser diferentes y yo quería ser como ellas, no como soy. Los años noventa no fueron de chicas guapas con curvas, era una época de flacas. Si ves a las actrices que se volvieron populares en esos años eran de una belleza extraña. Creo que soy más convencional… y es algo con lo que he tenido que aprender a trabajar. Y mira, para la serie me sirvió. Supongo que es una moda que hay que agradecer y aprovechar mientras dura, pero no me obsesiona mi físico ni mi aspecto. Me gusta ir con cara lavada si no estoy trabajando. Y si te digo la verdad, el único hombre que me importa que me encuentre sexy, realmente, es mi marido.