Miguel Cane.
Es una de las estrellas de cine más famosas del mundo, lo cual, por supuesto, se debe a Titanic, de James Cameron, que lo convirtió en ídolo a escala global. Ha luchado contra esa fama, para tratar de convencer al público de que es un actor cabal y así ha participado en filmes de directores tan prestigiosos como Steven Spielberg, Martin Scorsese y Quentin Tarantino, y ahora como productor y protagonista del más reciente filme de Baz Luhrmann, una deslumbrante y vistosa nueva versión de El Gran Gatsby, que se estrenó de modo polémico en el Festival de Cannes y ha sido un éxito de taquilla en su estreno en Estados Unidos y Europa.
En el filme, DiCaprio (Los Ángeles, 1974) interpreta al misterioso millonario de la novela de Scott Fitzgerald, cuya obsesión por la socialité Daisy Buchanan afectará su vida y la de sus allegados de manera irreparable.
¿PUDISTE IDENTIFICARTE CON JAY GATSBY CÓMO ALGUIEN COMO TÚ, QUE CRECIÓ SIN MUCHO DINERO NI PRIVILEGIOS PERO CUYA HAMBRE DE LOGRAR MÁS LO LLEVA A LA CUMBRE?
Claro que sí. Creo que todos, de un modo u otro, tenemos una especie de conexión con Gatsby como personaje. Es alguien que se ha creado a sí mismo de acuerdo a su propia imaginación y a sus sueños, y que se alzó por encima de sí mismo, de ser un joven pobre en el Medio Oeste, y creó esta imagen de ser El Gran Gatsby. En ese sentido, es una verdadera historia estadunidense y, por supuesto, de algún modo me identifico con él.
DICES QUE ES UNA VERDADERA HISTORIA ESTADUNIDENSE, Y EN PARTE ES CIERTO, HAY UN MAYOR CONTEXTO HISTÓRICO EN LA PELÍCULA QUE EN OTRAS ADAPTACIONES.
Eso es cierto, Baz trató de ser fiel a esa visión histórica, sin perder su propia visión personal. Aquí está la democracia emergente que fue Estados Unidos alrededor de 1920, y Gatsby queriendo imitar a Rockefeller en esos años. Por supuesto que él crea su fortuna en el bajo mundo, pero en la nueva tierra de Estados Unidos, que representa, como ya sabemos, "la tierra de las oportunidades". Era un tiempo muy excitante y en cierta forma, es cierto que todos nos podemos relacionar con ese soñador que es Gatsby. Creo que todos nos interesamos en alguien con tanta ambición; históricamente son hombres así los que marcan a una nación.
GATSBY ES ALGUIEN QUE SE REINVENTA, Y ESO PARECE REFLEJAR A LOS ACTORES CUYO TRABAJO ES CONVERTIRSE EN ALGUIEN DIFERENTE DE LO QUE ELLOS SON. ¿ESO RESONÓ EN TI, EN LA FORMA EN QUE ABORDASTE AL PERSONAJE?
Tienes razón. El Gatsby que yo recordaba de cuando leí el libro a los 15 años en la preparatoria, era muy diferente al Gatsby que leí cuando ya era adulto. Lo que recuerdo de mi adolescencia era a un romántico irredimible que solo estaba enamorado de esta mujer y que había creado una gran cantidad de riqueza para aspirar a ella. Sin embargo, releerlo como adulto fue algo fascinante. Es una de esas novelas de las que la gente habla a casi 100 años de su publicación, y con razón. Es existencial. Y aquí, en el centro de la película, está este hombre que es increíblemente hueco. Está buscando el sentido de su vida y se ha atado a esa reliquia conocida como Daisy. Ella es un espejismo y eventualmente lo destruye.
PERO MÁS ALLÁ DE LA FORMA VISTOSA, ES UN PERSONAJE CON MUCHÍSIMO FONDO Y MUCHOS MATICES.
En efecto, es muy complejo. Fue al leerlo como adulto cuando por primera vez me di cuenta de la tristeza y la inseguridad que esconde el personaje, y lo vi de forma diferente. Lo vi como alguien que es muy superficial y en busca de algún tipo de sentido en su vida. Nick Carraway (Tobey Maguire) es el único que ve realmente lo que ocurre en la realidad —aquí está este hombre que sostiene con desesperación esta imagen— pero no puede hacer nada para salvarlo, porque Gatsby no se lo permite. Por ejemplo, una secuencia en el libro, muy significativa para mí y de la que hablamos mucho Baz y yo al filmarla, es cuando después de todo el esfuerzo para crear el palacio para atraer a Daisy, Nick se da cuenta de que Gatsby la abraza pero sigue viendo la luz verde en el muelle. Finalmente la tiene en sus brazos, pero todavía busca esa cosa que cree que lo va a completar. Y ese fue el Gatsby que me interesó interpretar como actor.
¿CREES QUE PODRÍAS HABER INTERPRETADO A GATSBY A OTRA EDAD?
No. Gatsby requiere de una madurez que no es fácil de obtener hoy en día. Las generaciones maduran más tarde ahora. Aunque Gatsby solo tiene 30 años en 1922, tiene mucha más experiencia que alguien de esa edad hoy día. Yo no me hubiera sentido capaz de interpretarlo como realmente es, a esa edad, así que mientras más maduro me volví, el personaje tomo un nuevo significado y eso es lo increíble de él. Es más, todo el que lee la novela tiene su propia interpretación sobre quiénes son estos personajes. Eso es lo más difícil cuando haces una película así, porque todos tienen su propia relación con este libro. Sienten que conocen a estos personajes con una profundidad muy íntima. Por supuesto, cuando haces una película tienes que ser más específico y a esta edad, puedo conectar con él en niveles que antes no podría.
TIENES GRAN QUÍMICA EN PANTALLA CON TOBEY, QUE ES VITAL PARA LA TRAMA. ¿LA AMISTAD QUE YA TENÍAN ENTRE USTEDES DESDE ADOLESCENTES SE TRASLADÓ A LOS PERSONAJES Y SUS ROLES?
Sí, claro. Tenemos una amistad muy cercana y de mucha confianza, así que nuestro diálogo abierto en términos del proceso creativo contribuyó mucho a lo que hicimos. Pero en términos de la textura en la química de la relación, me sería más difícil juzgar qué contribuyó a qué cosa, pero estoy seguro que tuvo un efecto en la película. Creo que es muy interesante investigar la relación entre Nick y Gatsby porque tiene mucho subtexto. En la forma en que hicimos la película y en la que el libro está escrito, Nick recuerda sus experiencias. Así que están presentes tanto las experiencias en tiempo real como él las vivió y luego la relación posterior de Nick con ellas. Creo que el recordar quién era Gatsby personalmente para él y como idea, inspira a Nick a buscar su propio futuro.
¿POR QUÉ HACER GATSBY A ESTAS ALTURAS DE TU YA CONSOLIDAD CARRERA?
Sabes, para mí es como un Shakespeare estadunidense. Esta es una de las novelas más famosas de todos los tiempos. Así que aventurarme en un proyecto de esta magnitud requirió de mucha confianza para sentirme a gusto. Saber que Baz estaba involucrado como director fue decisivo porque somos muy honestos uno con el otro. No sé si este proyecto se hubiera dado si no tuviéramos esta relación, porque necesitábamos ese equilibrio, ese balance. Lo necesitábamos para tener una especie de contrato mutuo de ser siempre honestos entre ambos. En cuanto a la historia, es fascinante: de muchas formas predijo la Gran Depresión de Estados Unidos. No es solo una novela estadunidense. Fitzgerald comentó a fondo sobre la naturaleza humana, la sociedad y la búsqueda de la riqueza. En ese sentido, Gatsby es eterno y para mí, ser parte de esta historia es un privilegio.