Los sueños de jovencita
Miguel Cane.
Cualquier filme dirigido por Sally Potter es digno de interés, y esta cinta no es la excepción: Ginger y Rosa está ambientada en el Londres de 1962, cuando la población vivía sumida en la paranoia ante la amenaza inminente de una guerra nuclear ante la crisis de los misiles nucleares soviéticos en Cuba.
Ginger y Rosa son dos adolescentes, amigas inseparables desde el momento mismo de su nacimiento. Ambas comparten sus existencias entre cigarrillos robados, el descubrimiento del sexo opuesto y otros sueños de jovencita, hasta que la llegada de la madurez pone a prueba esta amistad. Mientras la fervientemente católica Rosa (Alice Englert, hija de la directora Jane Campion) parece más interesada en encontrar el amor y se muestra más precoz sexualmente, la atea Ginger pronto comienza a desarrollar una fuerte conciencia política, mostrándose tremendamente preocupada por el futuro de la humanidad. Algo que seguirán teniendo en común ambas muchachas es el conflicto que tendrán con sus respectivas madres (Christina Hendricks y Annette Bening).
Este hecho, sumado a sus diferentes maneras de ver la vida, hará que su amistad se tambalee. Sally Potter, la interesante realizadora británica de la laureada Orlando (1992), realiza una interesante mirada al universo femenino, muy en la línea de los trabajos de Sofía Coppola, especialmente de su ópera prima, Las vírgenes suicidas (1999). Las protagonistas comparten sus emociones más íntimas, sus miedos y sueños, y éstos son retratados a través de una elaborada puesta en escena, donde la ensoñadora fotografía saca el máximo esplendor de la belleza del entorno.
Hermosa y dolorosa al mismo tiempo, la cinta es un ejemplo del cinema independiente que prefiere su autora: pleno de poesía, de un delicado equilibrio entre la realidad y lo imaginario. Un filme para ser disfrutado más de una vez, asimilado con ternura y que deja una sensación de esperanza pese a su crudeza emocional y trágico tema; una historia adulta para adultos, hecha por adultos, pese a tocar el tema de la juventud, algo que siempre se agradece. A ver sin falta.
Ginger y Rosa
Con Elle Fanning, Alice Englert, Annette Bening, Christina Hendricks y Alessandro Nivola.
Dirige Sally Potter
Reino Unido 2012