Miguel Cane.
Durante un vuelo trasatlántico entre Nueva York y Londres, el ex policía Bill Marks recibe un mensaje de texto anónimo en el que le avisan que cada 20 minutos un pasajero morirá a menos que se ingresen más de 100 millones a un número de cuenta. Lo que sigue es un tenso juego del gato y el ratón desarrollado a 40 mil pies de altura.
Liam Neeson tiene energía suficiente para hacer de esta premisa algo creíble, y bajo la dirección de Jaume Collet-Serra la fórmula funciona. Mezcla de Agatha Christie, Hitchcock y otros thrillers ambientados en aviones, Non-Stop supera un guión más bien forzado, con sus actuaciones: así Neeson tiene como compañera a una deliciosa Julianne Moore que no sólo es sexy, también inteligente, por su parte la oscarizada Lupita Nyong'o no tiene mucho más que hacer que lucir adecuada y su rol es más bien desangelado (en su defensa se puede decir que hizo esta película después de que se rodara 12 años esclavo, pero antes de su estreno). Por otra parte Scoot McNairy, de Argo, hace muy obvio adivinar los motivos de su presencia en el vuelo y aunque es buen actor, básicamente está sólo como pretexto.
La cinta, como todo lo que ha hecho su director, es competente y tensa, su eficiencia está ahí para llegar a construir suspenso y lo sostiene, especialmente si el espectador se pone de su parte. Los que esperan algo innovador y sorprendente, se van a quedar con las ganas: no hay nada nuevo bajo el sol, pero el carisma de Neeson y la Moore basta para sacar a flote lo que, en otras manos, habría sido tedioso y catastrófico, pero que aquí sirve como marco para el actor que se ha convertido en el rudo maduro de moda en cine.
Non-Stop: Sin escalas / Non-Stop
Con Liam Neeson, Julianne Moore, Scoot McNairy, Lupita Nyon’go y Michelle Dockery
Dirige: Jaume Collet-Serra
Francia / EU 2014