Miguel Cane.
Este melodrama dirigido por James Gray (La noche es nuestra), ambientado en 1921, cuenta la historia de dos hermanas, Ewa (Marion Cotillard) y Magda, que llegan procedentes de Polonia, en busca de un futuro mejor en la tierra prometida de Nueva York.
La suerte no acompaña a las chicas que al llegar a la isla de Ellis, son separadas: Magda es puesta en cuarentena tras detectarle tuberculosis y Ewa sola y desamparada, vaga por las calles de Manhattan hasta caer en las redes de Bruno Weiss (Joaquin Phoenix, actor fetiche del cineasta), aparentemente un hombre encantador, que finalmente resulta ser un codicioso proxeneta sin escrúpulos.
Ewa, presionada por conseguir el dinero necesario para pagarle las medicinas a su hermana, se ve obligada a vender placer a los hombres que vienen del mar (como la formidable Andrea Palma en La mujer del puerto de Arkady Boytler). La aparición en su suplicio del ilusionista Orlando (Jeremy Renner) primo de su explotador, hombre de buenos sentimientos, supone para ella la oportunidad perfecta para escapar de la pesadilla, pero Bruno y sus celos, no la dejarán marcharse.
Asi, Gray, un director sólido y brillante, incursiona en el género más antiguo del mundo, con un filme acerca del oficio más antiguo del mundo, y lo hace bien, con eficiencia y una destreza en la dirección de actores que es notable. Sin embargo, el guión está tan plagado de lugares comunes que resulta indigesto: es evidente que sus personajes están en una situación insostenible que sólo podría resolverse en tragedia, con un intento vacuo de redención por parte del villanazo, mientras que la mujer abnegada se quedará sola, aún si consigue su primer propósito, que es salvar a su hermana de la ignominia de morir en un centro de detención para inmigrantes.
El ojo al detalle de Gray para crear una atmósfera creíble y reproducir la ciudad de Nueva York tal y como era en aquél entonces, no sirve de mucho: el espectador tiene así una película bellísima, pero completamente desprovista de originalidad y sustancia, un capricho de director que se siente anticuado y a la larga deja un sabor a rancio en la boca, que acaba por arruinar lo que sería una película bellísima con una actuación portentosa y de entrega total por parte de la Cotillard.
Sueños de libertad/The Immigrant
Con Marion Cotillard, Joaquin Phoenix y Jeremy Renner
Dirige James Gray
EU 2013