Miguel Cane.
Tras alcanzar el estrellato aún niño en filmes como En busca de nunca jamás, Charlie y la fábrica de chocolate o la trilogía de Luc Besson Arthur y los Minimoys, Freddie Highmore (Londres, 1992) da un giro radical a su carrera para encarnar al protagonista de la teleserie Bates Motel, Norman Bates (personaje inmortalizado por Anthony Perkins para Alfred Hitchcock en Psicosis en 1960).
El guión toma elementos de la novela original de Robert Bloch y los traslada a nuestra época, para mostrar la enfermiza dinámica familiar entre este adolescente y su madre Norma (la aclamada actriz Vera Farmiga), en un pueblo donde no todo es lo que parece. Creada por Carlton Cuse (uno de los responsables de Lost) la serie ha tenido éxito internacional y ya Universal estrena su segunda temporada en América Latina.
¿Cómo llegaste a ser Norman Bates?
Durante mis primeros dos años de estudios en Cambridge no había tenido realmente deseos de actuar. Me concentraba en los estudios, porque estar en la universidad es una experiencia única, es un lugar tan extraordinario que hubiera sido una tontería no haberlo disfrutado. Pero también hubiere sido una pena involucrarme en la serie cuando se dio esa oportunidad. Es impresionante que a uno le toque interpretar un papel como Norman. Nos arreglamos para encontrar la mejor manera de combinar todo.
¿Qué sabías acerca de la historia? ¿Viste Psicosis?
Sí, claro que la había visto. Lo interesante, lo que me pregunté cuando me la ofrecieron fue, ¿qué hace que Norman Bates sea como es? Esta serie explora eso de manera muy interesante. Estamos hablando un poco del tema de lo innato y lo adquirido. ¿Estaba destinado a convertirse en un asesino o fue su madre y ese pueblo sospechoso los que lo llevaron a la locura? Y si es lo segundo, si fue su crianza lo que lo condicionó e hizo posible que terminara como sabemos que terminó, ¿qué dice eso de nosotros? Si a nosotros nos hubieran criado así, ¿seríamos distintos de lo que somos? Todos nos ponemos un poco locos de vez en cuando. ¿Seríamos parecidos a él? Es fascinante hacerse estos cuestionamientos.
¿Qué es lo más difícil de interpretar un papel emblemático?
Uno quiere hacerle justicia al personaje. Hay quizás cierta presión por la gran interpretación de Anthony Perkins, pero yo sentí más presión por hacerle justicia al personaje y la historia, sentir que la serie es justamente especial. Es su propia historia. Que esté ambientada en la época actual nos da flexibilidad, así el arco narrativo es único. Nunca hice televisión antes y aprecio mucho el tiempo que uno tiene para trabajar en el personaje y mostrar cambios. No tiene por qué ser obvio desde el primer episodio que Norman Bates va a ser un asesino. En las dos temporadas hemos mostrado el desarrollo del personaje y acabó de firmar para hacer una tercera. El personaje se desarrolla lentamente a medida que transcurre la serie.
¿Cómo se establece la relación entre Norman y su madre?
Todos los días son Día de la Madre en casa de los Bates (se ríe). Uno influye en el otro de manera negativa, pero al mismo tiempo no pueden vivir el uno sin el otro. Es una simbiosis fascinante. También son cómplices hasta cierto punto porque los vemos deshaciéndose de un cadáver al principio de la serie. Es una relación obsesiva pero también, sin duda, de amor. Norman tiene ciertos complejos pero, para mí, se trata más del deseo de un hijo por su madre, aunque no es necesariamente un deseo sexual. Creo que muchas de las cosas importantes en Bates Motel no se dicen, se sugieren. No se sabe en quién confiar, no se sabe quién está diciendo la verdad, y eso lo hace muy interesante.
¿Cómo verá el público a Norman esta temporada?
Es importante que el público sienta empatía o simpatice con Norman desde el principio a pesar de saber cómo va a terminar. Es la esperanza que todos tenemos, pensando que tal vez no tiene que terminar así. Es una buena persona, no tiene por qué tomar ese camino. Es un fenómeno en el cual el público apuesta por él a pesar de la tragedia que sabemos que se va a producir, porque no podrá escapar del destino que ya está escrito desde el comienzo. Hay que construir el personaje desde el comienzo para que cuando mate a su primera víctima sea creíble. Debe haber un grado de credibilidad, no puede ser una persona totalmente normal. Pero al mismo tiempo hay personas de la vida real que hicieron el tipo de cosas que hizo Norman y que actúan de una manera normal, algo que es horrible pensar.
Se insinúa que se podría descartar la historia anterior para que Norman no termine como un asesino.
Al final de la primera temporada sabemos que Norman ya mató a alguien por primera vez; en esta temporada comprendemos cada vez más la dinámica entre Norman y su madre, cómo depende uno del otro. Se insinúa la posibilidad de que haya problemas mentales que puedan comenzar a desarrollarse a esa edad y que podrían explicar mucho en el futuro.
¿Cómo es tu dinámica con Vera fuera del set?
Vera es adorable. A diferencia de como es Norma con Norman, en la vida ella es una madre increíble para sus hijos y ellos tienen suerte de tenerla. Si Norman tiene suerte de tener a Norma como madre o no, es otra historia. En cuanto a su actuación, parece que no hiciera ningún esfuerzo, es tan natural, pero estoy seguro de que es mucho esfuerzo llegar al punto en donde ella puede liberarse y actuar desde las emociones. Creo que su interpretación de Norma la hace tan llena de matices y contradicciones que uno no está seguro de cuál es la verdad, y eso es atrayente.
Fuiste actor infantil y luego a la universidad, ¿estás tomando la actuación como carrera ahora?
Llegará el momento en el que tendré que elegir un camino. Pero seguí con los estudios, hice algunas películas y ahora esta serie. Uno aprende a medida que crece y no hay por qué dedicarse a una sola cosa. No tiene por qué ser que uno deje la universidad y se dedique a algo por el resto de la vida, inexorablemente. Se puede tener una carrera y eso me da la posibilidad de hacer otra cosa si quisiera. Por el momento, es genial. Tengo mucha suerte de estar en esta serie. Uno trabaja con gente maravillosa haciendo algo estupendo, los guiones son extraordinarios, y espero que haya más. No podría estar más feliz.
¿Es posible tener una vida normal siendo actor?
Sí, claro, muy normal. Siempre hay gente que te reconoce y te dice que te vio en el cine. Pero hay maneras de atraer ese tipo de atención si uno quiere y, como yo nunca quise hacerlo, evito ser reconocido lo más posible. También me han reconocido como Norman, y eso está bien. Eso habla de que estoy haciendo bien mi trabajo.
Fuente: Milenio Semanal.