Miguel Cane.
Es considerada una de las mujeres más bellas del mundo, pero esto no ha llevado a Megan Fox (Tennessee, 1986) a ser vanidosa. Es sencilla y amena, por completo alejada de la noción de “estrella de cine”. Desde su debut en Confesiones de una adolescente (con Lindsay Lohan), hace 10 años, no ha dejado de trabajar. Se volvió más conocida como Mikaela en las dos primeras cintas de Transformers y aunque había dicho que no volvería a colaborar con Michael Bay, hizo a un lado sus diferencias con el director y productor para llevar el papel principal como la reportera April O’Neil en la nueva versión de Las Tortugas Ninja, cinta dirigida por Jonathan Liebesman, que vino a promover en México.
¿Eras fan de las Tortugas Ninja antes de involucrarte en el proyecto?
Desde pequeña; me volví fan cuando vi la película de 1991 y me enamoré de las tortugas y de la franquicia. Les pedí a mis papás que me compraran los juguetes. “¡Pero son juguetes de niño!”, decía mi mamá. No me importó. Yo quería tener a todas las tortugas y a la Rata Splinter y a April y a Shredder y veía la serie animada. Me hicieron muy feliz de pequeña, por eso, hacer esta película para mí es como un sueño hecho realidad.
¿Cómo fue que te involucraste en este nuevo lanzamiento?
Leí en el periódico que planeaban hacer una nueva película de acción viva sobre las tortugas, sabía que se había hablado de ella por años. Fui a Platinum Dunes, la productora de Michael Bay y tuve suerte de que me abrieran las puertas. Todas nuestras diferencias las habíamos sepultado, aprendí mi lección y pedí una audición. De verdad quería ser parte del proyecto, así que peleé por un papel y escribí muchos correos electrónicos. Michael fue comprensivo y me dio la oportunidad. Es que en verdad quería estar en esta película. Creo que nunca estuve tan entusiasmada con ser parte de un proyecto por lo que representa precisamente, ya que me llevó a mi infancia.
¿Cuál de todas era tu tortuga favorita?
¡Michelangelo! (carcajadas). Cuando eres una niñita te puedes enamorar de un personaje de caricatura, aunque suene ridículo. También era mi favorito porque ponía el toque de humor al grupo, es el que nunca toma las cosas en serio. Como adulta, me di cuenta de que su personalidad se parecía a la de mi padre, así que también pudo gustarme por esa razón.
¿Te sentiste identificada con el personaje de April O’Neil?
Cuando la miras por primera vez parece una entrevistadora de las que ves en las alfombras rojas, que hace trabajos tediosos para su cadena de televisión, pero aspira a que se le tome más en serio. Desea algo más, así es que te das cuenta de que es infeliz y trata de encontrar una historia real para ascender. Su vida cambia cuando se cruza con las tortugas y se involucra profundamente en su historia, al grado que se pregunta qué tanto quiere contar la historia y convertirse en una periodista renombrada, o proteger a esta nueva familia de la que se ha convertido en miembro a lo largo de todo el proceso.
¿Crees que tú misma serías una buena reportera en la vida real?
No sé. Es algo que respeto mucho porque es un trabajo agotador y a veces ingrato. Creo que no prosperaría en esa industria porque no me gustaría cubrir eventos frívolos como las noticias de celebridades y con esto no quiero ofender a quienes se dedican a hacer entrevistas con gente como yo, es solo que creo que es demasiado tener que hablar siempre con gente que puede ser muy difícil, y yo no sé si tengo la paciencia y disciplina. Al mismo tiempo, mi mente es muy sensible y las noticias de lo que ocurre realmente en el mundo me abruman un poco. Así que ningún extremo del espectro es bueno para mí. Creo que los reporteros tienen un nivel de compromiso enorme, y los que cubren fuentes como las guerras o la política son personas valientes.
Trabajaste con Bay en las primeras dos cintas de Transformers, ¿en qué fue diferente ésta?
Hubo menos explosiones y acrobacias en esta película que en Transformers. También la forma en que interactué con las tortugas fue diferente de como lo hice con los robots gigantes. Aquí interactué con actores reales que encarnaban a las tortugas por medio de la tecnología de captura de movimiento, en lugar de robots gigantes que jamás estuvieron allí. Además, el tener un diálogo con alguien que está físicamente frente a ti y que dice sus parlamentos cambia todo lo que haces, lo facilita. Me sentí mucho más implicada y creo que eso también se nota en el trabajo actoral.
¿Son estas tortugas distintas a las de antes?
Creo que son similares. No son tan camp como las caricaturas, pero son muy fieles a los cómics y caricaturas originales. La gente quiere ver a las tortugas con las que creció, y las nuestras son tan cómicas, chistosas y ridículas como ellas. Creo que los fans, y hay muchos, van a estar felices con el resultado. Jonathan por encima de todo, quiso hacer una buena película. Siempre está dispuesto a oír opiniones para mejorar lo que ocurre. Así que éramos un verdadero equipo.
¿Por qué piensas que las Tortugas Ninja son tan queridas en todo el mundo?
Mi teoría es que cada una de ellas está basada en nuestros temperamentos, así que podemos vernos a nosotros mismos en cada una de ellas. No sé si está fórmula fue intencional pero es perfecta para atraernos a todos. Michelangelo es con el que más nos identificamos, aunque Leonardo puede ser un poco melancólico, y yo también tengo algo de eso. Cuando ves a las tortugas, sientes que vuelves a ser un niño de nuevo, sin pretextos o excusas. Y a veces eso es necesario también.
Eres mamá de dos niños, ¿con esta película les mostrarás a qué se dedica mamá?
Tengo tres hijos, pues mi esposo Brian (el actor Brian Austin Green) tiene un hijo de 11 años, Cassius, y tenemos una buena relación y es hermano de mis hijos, Noah y Bodhi, que son aún muy bebés. Pero él vio la película y le gustó, así que me siento muy contenta. Es una gran satisfacción que no conocía y es verdad, me gustaría que un día mis bebés crezcan y vean la película y digan: “¡Wow, mamá está con las Tortugas Ninja!”, es parte de dedicarte a esto. Y es una recompensa muy bonita.