Canta para mí
Miguel Cane.
Con ecos de la clásica Nace una estrella (Cukor, 1954) y una semejanza con Balada de un hombre común (Los Coen, 2103), John Carney, el director irlandés creador de la notable cinta también de corte musical Once, cuenta la historia de tres personajes estrechamente vinculados con el mundo de la música, cuyas vidas se ven trastocadas por la llegada de la fama (y sus inconvenientes).
Gretta (Keira Knightley) y su novio Dave (Adam Levine) llegan a Nueva York para cumplir su sueño, poder vivir de su música y composiciones. Él batalla y Gretta es su apoyo. Pero un buen día la fama hace que sus vidas se separen, el triunfo le llega a él, y quiere volar solo. Abandonada, Gretta, debe buscar qué hacer con su vida. Así, mientras canta en un bar, conoce Dan, a un productor de música venido a menos (Mark Ruffalo), que está separado de su mujer (Catherine Keener) y bebe mucho. Tras escucharla, él decide que esta chica puede ser su oportunidad que le ofrece un futuro mejor pero incierto, mientras entre ambos surge una amistad estrecha, que cambiará sus vidas.
El guión, del mismo Carney, habla acerca de la fidelidad a uno mismo, de la perseverancia y de los sacrificios que a veces tenemos que hacer para seguir adelante, todo aderezado tanto por locaciones auténticas de Nueva York — que en cierta forma pasa de ser sólo un escenario a ser un elemento tangible de la atmósfera del filme — como por una excelente banda sonora en la que Levine (que es también el vocalista de la banda Maroon 5) y Miss Knightley dan la nota con temas interpretados con talento.
Especialmente sorprende Keira Knightley, que hace una interpretación vulnerable (algo que ya había hecho en Anna Karenina y Buscando a un amigo para el fin del mundo) ahora enriquecida por un sólido rango vocal, que cautiva al espectador.
La cinta reboza de pura vitalidad y se nota en cada secuencia, asimismo reflexiona y hace hincapié en las distintas opciones que hay dentro de la industria discográfica para poder triunfar y llegar al público sin dejarse llevar por el materialismo.
Carney es sentimental pero no sensiblero, sus personajes son sólidos y la música les da una dimensión nueva y rica: hay matices, hay textura, hay sonido y hay calidez, lo que hace que la película, más allá de un mensaje positivista que podría ser visto como algo ramplón, presente también una historia de interés humano, cosa que la distingue de las demás.
Volver a empezar / Begin again
Con Mark Ruffalo, Keira Knightley, Adam Levine y Catherine Keener
Dirige John Carney
EU 2014