Miguel Cane.
Tomando una novela popular — Perdida, de Gillian Flynn, que es también la autora del guión — como base, David Fincher explora el género cinematográfico que más le gusta y que más satisfacciones le ha dado: el cine de expectación y angustia. De este modo, explora el tejido social de un poblado norteamericano y la naturaleza de un matrimonio en crisis. La violencia parece al principio un elemento externo, pero pronto queda claro al espectador, que hay más motivos para desconfiar absolutamente de todos los personajes de lo que se creía y el resultado es una comedia de humor negro, con escalofriantes dosis de sangre fría, una trama cuidadosamente armada y actuaciones de primera.
Si bien Ben Affleck hace un trabajo eficiente como Nick, un antihéroe que no carece de interés, pese a la tibieza de su primera aparición, la verdadera estrella de este filme es, sin duda, Rosamund Pike, que aborda con elegancia y valentía un papel sumamente incómodo, difícil y pleno de facetas; cada una de ellas queda perfectamente asentada y el personaje de Amy, cuya desaparición es el motor que impulsa el argumento, es uno de los más memorables que han cruzado la pantalla en lo que va del año.
Fincher siempre ha sido un experto manipulador — basta recordar Se7en, El juego o Fight Club — y aquí no hay excepción a su regla: los tonos de la película se suceden: lo mismo nos hace reír (con un dejo de nerviosismo) que nos eriza la piel. El espectador encontrará suficientes vueltas de tuerca para no perder la atención y si bien la cinta hubiera funcionado mejor con 15 minutos menos en la última parte, el resultado es notable. Es igualmente seria que entretenida; no tiene grandes pretensiones artísticas, pero consigue mantenerlas, al mismo tiempo que llega a nuevos niveles de suspenso. En suma, es un golpe contundente al espectador, sí, pero es además uno que disfrutará enormemente.
Perdida / Gone Girl
Con Rosamund Pike, Ben Affleck, Neil Patrick Harris, Carrie Coon y Kim Dickens
Dirige: David Fincher
EU 2014