Miguel Cane.
Con tan solo 20 años fue nominada al Oscar por su papel en Winter’s Bone (2010), y en 2013 se convirtió en la actriz más joven en obtener el premio por su trabajo en Silver Linings Playbook. En tiempo récord se ha convertido en una de las actrices más solicitadas del momento. Quizá por su juventud, sorprende la capacidad que demuestra para no dejarse llevar por el fragor de la fama. Ahora, presenta el estreno de la tercera entrega de la saga Los juegos del hambre: Sinsajo Parte 1 —la última se estrenará el año próximo— y que la ha convertido en una de las actrices más taquilleras de todos los tiempos.
El estreno de la película ha supuesto mucha expectación, pues la saga es un éxito incontestable.
Es increíble todo lo que pasa, desde luego, y estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido. Es un honor formar parte de todo esto. La verdad es que hemos trabajado muy duro desde la primera película y es muy satisfactorio ver que ha dado sus frutos.
¿Extrañarás el personaje de Katniss Everdeen?
Sí, ha sido un personaje entrañable para mí, hemos crecido juntas y me siento feliz de haberla interpretado. Es de esos personajes que te llegan solo una vez en la vida y que conforme pasa el tiempo, al irla interpretando, vas encontrándole nuevos matices y giros. Es una muchacha maravillosa y me encanta como personaje.
En términos de fenómeno de masas se le compara con Harry Potter o Crepúsculo. ¿Tú cómo lo ves?
Es comprensible porque en su estructura estas series tienen varios puntos en común, desde su mismo origen como adaptaciones de best sellers para jóvenes. Pero en mi opinión la historia no tiene nada que ver. La de Harry Potter, que me encanta, es una saga sobre magia y fantasía, con el crecimiento de un niño que se convierte en hombre; la otra serie que mencionas, no la leí, pero sé que está más enfocada a un aspecto romántico sobre los vampiros y eso, es más bien como un melodrama.
El tratamiento de la violencia es la cuestión más espinosa de las películas, supongo que se habrá tenido muy en cuenta.
Es verdad, hay mucha brutalidad en la serie, pero está en la esencia misma de Los juegos del hambre, porque lo que nos cuenta es lo que puede ocurrir cuando las personas se sublevan. Precisamente de eso se trata Sinsajo: lo que sucede cuando la brutalidad de un régimen lleva a los levantamientos y la sublevación, que se fueron cocinando en las entregas anteriores, y aquí estallan. Lo que vemos en esta película es una revolución. Es necesaria y la violencia tiene que estar presente, pero hemos tratado de no regodearnos en ella, no abusar.
¿Qué tal el ambiente de rodaje en esta entrega?
Resultó muy divertido, así da gusto trabajar. Como estar en un campamento. Además la relación entre todos ha sido muy fluida; lógicamente con quien más tiempo he pasado es con Josh Hutcherson, porque con él comparto más escenas que con los demás. Llegó un momento en el que casi podíamos leernos la mente; ha sido muy cómodo trabajar con él. Tanto él como Liam Hemsworth son como hermanos para mí ahora. Además siempre es extraordinario compartir escenas con figuras como Donald Sutherland, Julianne Moore o Philip Seymour Hoffman (ésta fue la última cinta que el actor completó antes de su muerte). De todos ellos aprendí algo. Francis (Lawrence, el director) fue estupendo al lograr un ambiente de camaradería entre todos y aunque la historia fuera tan dura, siempre hubo un ambiente de compañerismo.
Los fans lamentan que no se oigan los pensamientos de tu personaje, algo fundamental en los libros.
Es complicado satisfacer a todos. En ese respecto, habría sido muy complicado presentar toda la historia solamente desde mi punto de vista. Liberar la narrativa en ese sentido nos permite ir a más sitios y ver lo que sucede en otros lugares. Y, por ejemplo, expresar mis pensamientos cuando voy corriendo hacia un sitio en pantalla no tiene sentido, porque se ve claramente hacia dónde voy. Es difícil saltar de las páginas al cine. Las adaptaciones siempre sacrifican cosas, en este caso, han sido personajes y recursos del estilo narrativo, pero hablando con Suzanne Collins (la autora de la serie), es claro que se trata de dos cosas muy diferentes: los libros y las películas. Se ha desarrollado más a algunos personajes y es un universo rico en historias.
La muerte como entretenimiento no es nada nuevo en el cine. ¿Qué la diferencia aquí para haber tenido este éxito?
Lo importante es el mensaje, queremos decir algo con esta película. Hablamos a la sociedad, a esta generación enganchada al formato reality show, que utiliza la tragedia de otras personas para entretenerse, en la que todo es espectáculo. Lo que contamos es lo poderosos que podemos llegar a ser si nos plantamos y defendemos aquello en lo creemos; tenemos un ejemplo muy claro en Oriente Medio, donde a través de móviles y redes sociales el pueblo se ha movilizado para expulsar a los dictadores y a los políticos corruptos. Esto incide en lo que decía antes, hay violencia en la película, pero hay una violencia necesaria.
Más allá de esta saga, tienes un buen puñado de proyectos prestigiosos. ¿Cómo combinas la taquilla con el cine independiente?
Estoy muy contenta. Tengo suerte porque lo que me interesa son los buenos guiones y los buenos directores, y me están llegando buenos proyectos. Yo me formé en el cine independiente, las grandes producciones llegaron después. Cuando hicimos la primera cinta de Juegos del hambre, igual que cuando acepté X-Men, no pensé que fuera a tener el éxito que se ha logrado. Eso me gusta, pero no necesariamente hago lo que hago por la taquilla. Me tienen que gustar las historias y los proyectos de los directores. Contagiarme su entusiasmo.
Eres la actriz más joven en ganar un Oscar. ¿Afectó eso tu carrera?
Sí, no puedo decir lo contrario. Pero fue de un modo positivo. Ahora me llegan más guiones y propuestas interesantes. Eso es bueno. Pero no considero que el Oscar lo sea todo. Es un reconocimiento maravilloso y me enorgullece, pero no he dejado que me cambie en absoluto, yo sigo siendo la misma persona. Vivo la vida exactamente igual que cuando no era famosa. Eso es algo que puede decirse que tengo en común con Katniss. No me importa la fama. Lo que quiero es seguir trabajando en lo que me gusta.
¿Qué tal lidias con la popularidad creciente?
Pues si te digo la verdad, como no he parado de trabajar desde hace tres años no he tenido la posibilidad de experimentarla y creo que eso es bueno. La fama, creo, no sirve de mucho a la larga. Pero es parte de esta profesión, si te va bien viene con el trabajo. Mi idea es seguir adelante, seguir aprendiendo y aceptar las cosas como van apareciendo. Soy actriz y lo seré mientras pueda seguir aprendiendo el oficio y mientras me sienta feliz.