Bailando con el diablo
Miguel Cane.
Después de una borrachera, Ig Parrish (Daniel Radcliffe) despierta para encontrarse con que literalmente le salieron cuernos en la frente. Hace un año que su novia (Juno Temple) fue asesinada y todos le echan la culpa. La aparición de estos cuernos servirá para que toda la gente que lo conoce se sienta obligada a revelar sus más íntimos secretos. Esto lo llevará a descubrir cosas que no imaginaba de sus padres o de su repelente mejor amigo (Max Minghella) y esto resolverá el misterio.
Basada en una novela de Joe Hill, esta cinta de horror y humor no hace mucho por mejorar la reputación del francés Alexandre Aja que pese a tener un buen material entre manos que no termina de aprovechar.
La película no sabe a dónde va y esta crisis de identidad es tan pesada que el espectador ya no sabe qué quiere o qué espera de ella. El tacto del director es, como de costumbre, burdo. No aprovecha los elementos cómicos y cercanos al surrealismo del argumento original y desaprovecha totalmente la brillante metáfora de los cuernos, tanto como atributo físico claramente visible por primera vez en una película de esta temática por la culpabilidad que le arrojan los vecinos como por marcar esa dualidad espiritual entre el bien y el mal.
La película es entretenida, pero fallida y ni siquiera la presencia de Daniel Radcliffe o de un sólido elenco de soporte (con una estupenda Kathleen Quinlan como la madre) hace que se recupere de los errores del director o de un final cursi e irritante que acaba por hundir la cinta que pudo ser mucho mejor.
Cuernos / Horns
Con Daniel Radcliffe, Juno Temple, Max Minghella y Kathleen Quinlan
Dirige Alexandre Aja
EU/Canadá/Francia 2013