Jacobo Bautista
El asunto es como sigue: la gente se queja mucho y se lamenta porque en nuestro país se leen dos libros en promedio por persona.
Yo no me lamento por lo anterior y me vale un poco queso, en parte porque gran parte de mi vida fui un muy mal lector, bueno, en realidad no era lector. Leí en la escuela lo que me dejaban y si podía pasar la asignatura sin leer, tanto mejor; claro está, había raras excepciones cuando nos dejaban lecturas que sí valían la pena.
Y claro, había aún más raras excepciones de libros que eran entretenidos. De esos encontré muy pocos.
Cuando descubrí las maravillas de Amazon todo cambió para mi. Descubrí que había gente escribiendo libros de cosas que me interesaban... y desde entonces, desgracia, me he convertido en monotemático... o bueno, leo únicamente sobre dos temas: la guerra y el automovilismo (aunque me ha salvado uno que otro best seller que encuentro por ahí).
El asunto es que he extendido mi queja argumentando que en México no se lee porque los escritores escriben para ellos y sus tres amigos cosas que, la verdad, no interesan a absolutamente nadie ¿por qué no se escribe de futbol? Ha sido mi pregunta de siempre.
Y como para callarme el hocico, llegó un buen día Charles y dejó en mi escritorio un libro naranja que en la portada luce a Johan Cruyff, jugador legendario en su tiempo que a mi ya no me tocó ver jugar... pero en cambio me tocó verlo dirigir al Barcelona Futbol Club.
Johan no escribió en si este libraco, sino que el editor Sergi Pàmies se puso a hacerle preguntas a Cruyff mientras lo grababa y de estas sesiones nació este texto en el que, según confiesa Sergi en el prólogo, trató de respetar al máximo el modo tan particular en que Cruyff –holandés de nacimiento- se expresa en español.
Por tanto, el libro no es una obra de arte, tampoco revela la verdadera esencia del futbol o está redactado en una prosa incomparable, no... sencillamente es como sentarse a platicar con un sujeto que ha dedicado la vida a este deporte, que lo ha jugado al más alto nivel posible (era la figura en la selección holandesa que llegó a la final del Mundial de Alemania 1974, luego fue figura como jugador y entrenador del Barcelona) y habla de el asunto con una mirada especial, de alguien que conoce el juego más allá de lo poco que comprendemos los espectadores o lo poco más que medio entienden los comentaristas de los medios.
Alguna vez tuve la oportunidad de entrevistar a Andrés Fassi, Director Deportivo del club Pachuca de México y, de todas las entrevistas que he hecho, es la que más me habría gustado continuar... al final me dijo Fassi que habría que seguir la plática y no se equivocaba, quedó toda la vida en el tintero para esa entrevista plagada de anécdotas, pero sobre todo, platicado el asunto con tanta pasión e inteligencia que asombra.
Así el libro de Cruyff, que salta de un tema a otro que de repente surge en su mente y suelta en dos párrafos tres ideas geniales sobre el deporte, sobre la juventud y de pilón dispara alguna sugerencia brillante. Desgraciadamente el libro es sobre conceptos y no trae tantas anécdotas como uno quisiera.
No sé con qué intención me prestó Charles este libro, quizá como para abrirme los ojos al mundo y entender que sí, que se escriben libros de futbol, que efectivamente –como yo sospechaba- son terriblemente entretenidos (porque el deporte es lindo) y que sólo basta buscarlos.
Pàmies menciona un par de libros en su texto de introducción, uno en particular me causa curiosidad, el de Jorge Valdano, jugador argentino que en algún tiempo escribió para el periódico Reforma de México y quizá, de esta manera amplié mi experiencia literaria a un tercer tema.
Este libro, por cierto, sí me atrevo a recomendarlo, si lo ven no lo dejen pasar, se lee en una sola sentada (yo lo hice en tres), está mega ligero (sin ser nada banal) y resulta, para casi todo el mundo (porque a casi todo el mundo le gusta el fut) un excelente regalo, como ha resultado para mí un regalo el que Charles me haya introducido a este nuevo mundo.